En marcha, la Clínica Jurídica de Pueblos Indígenas

Espacio para robustecer las estrategias promocionales y defensa de derechos humanos y necesidades de la población originaria

Foto: Víctor Hugo Sánchez.

La Universidad Nacional, a través del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), presentó la Clínica Jurídica de Pueblos Indígenas, un espacio de articulación entre estudiantes, esas comunidades y personas defensoras, para robustecer las estrategias de promoción y defensa de derechos humanos desde la realidad cotidiana y las necesidades de la población originaria.

En el acto, Mónica González Contró, directora del IIJ, destacó que fueron muchos meses de “pensar, imaginar y soñar este gran proyecto que hoy tiene su culminación”, teniendo presente a las personas que han dado su vida por la defensa de los derechos humanos y los recursos naturales; “ellos han sido la semilla que hoy brota en esta clínica”.

Esto nos obliga a comprometernos de una manera más activa con la realidad, a cuestionar cuáles son los resultados, los impactos que nuestra investigación tiene en la vida de las personas en un país con condiciones históricas de desigualdad, injusticia y muerte, precisó.

México, señaló la universitaria, es una nación peligrosa para los defensores de los derechos humanos y de los territorios, para quienes deciden alzar la voz y cuestionan el sistema o las injusticias, por el sistema político que hemos tenido y ahora también por la delincuencia organizada y los intereses económicos.

El IIJ ha estado comprometido con la lucha por tales derechos y con realizar investigación en este sentido. Ahora se abre una gran oportunidad para vincularnos, pero también para cuestionar “nuestro propio quehacer o las estructuras jurídicas, sociales y económicas que nos han conducido a la situación actual”, concluyó.

El abogado general de la UNAM, Hugo Alejandro Concha Cantú, mencionó que la construcción de la comunidad universitaria debe corresponder a las realidades de las diferentes regiones, idiomas, culturas e identidades que configuran a México. “La Universidad debe ser pluricultural no sólo en su integración, sino en los objetivos que persiga para fomentar y fortalecer esa pluriculturalidad”.

Siendo crisol de pensamiento, posturas, conocimientos, formas de vida y mundos posibles, esta casa de estudios debe ser efectiva y generar puentes de comunicación para buscar el diálogo con quienes se ven afectados de maneras múltiples por violencia, pobreza, desigualdad, exclusión, discriminación y el propio devenir de la historia, apuntó.

Concha Cantú explicó que las clínicas jurídicas son laboratorios que exploran las diferentes alternativas para superar barreras legales e institucionales en el acceso a la justicia de grupos en desventaja y buscan convertirse en actores o instrumentos de cambio y potencialización social. “No hay lugar mejor que un instituto dedicado a la investigación para lograr el diálogo y la construcción de conocimiento”; esta Clínica, concluyó el abogado, es un medio para fortalecer la función social de la Universidad.

Soluciones adecuadas

Claudia Ignacio, purépecha, defensora de derechos humanos y del territorio, e integrante indígena del Consejo de la Clínica, refirió que ese espacio es de colaboración y participación, en donde las comunidades junto con personas abogadas buscan construir herramientas y soluciones adecuadas.

El Consejo de la Clínica Jurídica de Pueblos Indígenas está formado por nueve personas vinculadas con los procesos de defensa de derechos humanos, desde la parte académica o comunitaria. “No queremos llegar como ‘salvadores’ a decir que se van a solucionar los problemas; nos interesa que exista un proceso de corresponsabilidad”.

También nos parece importante el tema de la “acción sin daño”: sabemos por experiencia vívida lo riesgoso que es la defensa del territorio y de los derechos humanos, y en ese sentido vamos a cuidar mucho a los equipos para que cuenten con los elementos que reducen ese riesgo.

Por último, Leydy Pech, activista de origen maya y ganadora del 2020 Goldman Prize Recipient North America, calificó a este acto como un momento histórico que se ha construido desde la lucha y el esfuerzo de los pueblos indígenas que defienden su territorio.

En el encuentro, Rodrigo Gutiérrez Rivas, investigador del IIJ, explicó que la Clínica tiene órganos para su organización interna: uno de ellos es el Consejo, de conformación fundamentalmente indígena y femenina, y de académicos, que orienta y guía las acciones.

Como parte de la presentación de la Clínica, se realizó una ceremonia de ofrenda, guiada por Anabela Carlón, de la tribu Yaqui.

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