Enfermería reanuda prácticas presenciales

Estudiantes de sexto semestre realizaron ensayos de cuidados neonatales y pediátricos

La Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) reanudó prácticas presenciales en el Taller de Reanimación Cardiopulmonar y en el Laboratorio de Área Quirúrgica, luego de 14 meses de realizar clases académicas y actividades a distancia

A partir de las ocho de la mañana del lunes un grupo reducido de estudiantes de sexto semestre ingresó con cubrebocas al Centro de Enseñanza Clínica Avanzada, para llevar a cabo prácticas de cuidados neonatales y pediátricos.

Enfundados en sus uniformes, a su llegada se lavaron exhaustivamente las manos para ingresar a las áreas de simulación, donde les aguardaban pacientes (maniquíes) a fin de colocarles sondas nasogástricas, así como la manipulación de los potenciales enfermos.

Con el uniforme que la distingue como ayudante de profesora, Raquel Álvarez Pineda iba de un lado a otro, asumiendo su responsabilidad con emoción. “Es una grande alegría porque la enfermería es mucho de práctica, tenemos que tocar, sentir, ver, para tener un aprendizaje significativo”, expresó.

“A lo mejor la enfermería será vista de otra forma, quiero creer que la pandemia fue un parteaguas para que nuestra profesión se mire diferente, que seamos percibidos como los profesionales que somos, parte esencial en el sistema de salud”, añadió.

Entre las estudiantes que acudieron estaba Dana León, quien con puntualidad atravesó la ciudad desde el extremo norte para cumplimentar esta fase de prácticas.

“Se siente bonito, desde el traslado, desde el camino, ver todo lo que recorría antes. Tenía más de un año que no venía, todo había sido en línea y algunas prácticas en video, donde a través de la cámara nos mostraban lo referente, y nosotros hacíamos lo correspondiente con las herramientas que teníamos en casa”, contó.

Foto: Erik Hubbard.

Operación sin contratiempos

El acceso a las instalaciones es por el estacionamiento, donde se ha colocado un filtro sanitario. Hay una ruta específica para el ingreso y otra para el egreso, a las que guía la correcta señalización.

Además, se cuenta con los insumos necesarios en los sanitarios y los despachadores de alcohol en gel en los pasillos.

La vida académica continúa. En el aula se imparten las clases con una considerable distancia, y con las ventilas abiertas para posibilitar la corriente en los sitios que previamente fueron sometidos a la desinfección.

Se efectuaron talleres como el de Reanimación Cardiopulmonar con una decena de alumnos por sesión, uniformados de azul, quienes aplicaron la técnica de compresión sobre los maniquíes.

Lo mismo se reactivó el Laboratorio de Área Quirúrgica, con vestimenta rigurosa de pies a cabeza, el cual está a cargo de Rigoberto Montoya Montes, profesor de asignatura. “Es una situación muy agradable, una sensación de reinicio para que se dé la continuidad en el aprendizaje de los chicos en formación, para que tengan el complemento de su carrera y desarrollen habilidades prácticas”, subrayó.

Igualmente, se verificó la operación del Centro Integral de Salud Escolar, que se encuentra listo en caso de que algún integrante de la comunidad requiera atención médica; asimismo continuó el funcionamiento del Centro de Acceso PC Puma de préstamo de equipo con conexión a Internet.

Modelo de reapertura

En un recorrido por el plantel, Rosa Amarilis Zárate Grajales, directora de la ENEO, aseguró que esta entidad académica debe asumirse como un modelo de reapertura a las actividades presenciales de la UNAM.

“Tenemos un enorme compromiso siendo una escuela de la salud y lo asumimos con seriedad y la mayor responsabilidad. Debo decir que los profesores, de manera solidaria y voluntaria, estuvieron de acuerdo en reiniciar las actividades, los funcionarios y los académicos han trabajado muchísimo para tener la Escuela así, y esto sólo lo hace la UNAM y la ENEO”, mencionó.

Nadie, agregó, podría haber vaticinado que el año 2020, Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería en el mundo, se iba a conmemorar en todo lo alto, en la primera línea de batalla, ante la peor emergencia sanitaria de los últimos 100 años.

“Nos hacía falta el contacto físico, estar cercanos, y no seguirnos viendo a través de una pantalla, hay muchos estudiantes que es la primera vez que pisan la escuela; escuchar esas risas de los jóvenes, imaginémoslo después de 14 meses de silencio, ¡es muy gratificante!”

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