Estados Unidos- México, sus violencias, y el comercio de armas

La apuesta por detener este tráfico en la frontera y las aduanas ha tenido resultados, pero limitados.

Como sociedades mexicana, estadunidense o binacional, no podemos ni debemos normalizar la presencia de armas de fuego en nuestros países, “eso no puede seguir”, afirmó Alejandro Celorio Alcántara, consultor Jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Al participar en la inauguración del Seminario Universitario Las diversas aristas de la violencia armada en México y Estados Unidos como consecuencia de las prácticas laxas del comercio de armas, indicó que desde hace años el gobierno mexicano ha exigido y combatido el tráfico ilícito de armas desde EE. UU.

Nuestro gobierno ha trabajado para evitar que las armas crucen desde nuestro país vecino del norte a nuestra nación; sin embargo, es una situación compleja porque la respuesta de la administración estadunidense señala que tienen un mercado legal para su comercio, el cual se derrama de México hacia los criminales.

En el encuentro académico organizado por el Seminario Universitario de Estudios sobre Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación (SUDIMER) y el Observatorio de la Relación Binacional México-Estados Unidos, ambos de la UNAM, mencionó que la apuesta por detener el tráfico de armas en la frontera y en las aduanas ha tenido resultados, pero son de alguna manera limitados, pues son 3,000 kilómetros de frontera por las que cruzan alrededor de 12,000 personas de manera regular, “si se desmontan las armas, cada una de esas piezas se puede cruzar junto con los migrantes”.

En la Sala Lucio Mendieta y Núñez de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) reconoció que ambos gobiernos trabajan bien la trazabilidad de las armas que cruzan la frontera, aunque sigue en aumento la cantidad ilícita de éstas, del orden de 250,000 que entran a México provenientes de Estados Unidos, según estudio realizado por la Universidad de California. “Seguimos reforzando nuestras aduanas, se adapta tecnología para su detección, y ese país cuenta con una justificación legal para detener a personas sospechosas; sin embargo, no son suficientes las medidas”.

El tema de laxitud en el comercio de armas es espinoso, pero no nos impide señalar que no es posible que éstas estén a la disposición de prestanombres, criminales y desequilibrados que quieren matar a tantos mexicanos como sea posible en esa nación. Por ello, es necesario impedir que las armas se vendan con gran facilidad en ese país.

Existe responsabilidad corporativa sobre el uso y destino final de las armas, por lo que ya se ha presentado una demanda civil por daños a fabricantes y distribuidores de las mismas en Estados Unidos. “No los estamos llevando a la Corte Internacional de Justicia, tampoco es una demanda contra esa nación, sino contra esas empresas. No debemos permitir que la violencia y la presencia de las armas en nuestra sociedad se normalice”.

Patricia Guadalupe Martínez Torreblanca, secretaria general de la FCPyS de la UNAM, refirió que experimentamos una epidemia de violencia armada. Según cifras del INEGI, en 2022, aproximadamente 60 por ciento de los homicidios cometidos en México se perpetraron con armas de fuego, y según Gun Violence Archive, de Estados Unidos, entre 2020 y 2022, en ese país se registraron más de 1,800 tiroteos masivos, “la oficina de responsabilidad estadunidense estima que hasta 90 por ciento de las armas de fuego que circulan de manera ilegal en México provienen de esa nación”.

“Están armando a quienes en México les quitan la vida a otros, las cifras diarias de muertes por armas de fuego en ambas naciones promedia más de 100 personas. La investigación empírica Qué es la cultura de la armas, variaciones culturales y tendencias en los Estados Unidos, publicada en julio de 2020, expone que la cultura de las armas involucra no sólo a los individuos, sino también a las instituciones que arraigan, difunden y fomentan creencias, conductas, marcos jurídicos, normas sociales, usos y costumbres con respecto a la posesión y uso de armas de fuego, es una cuestión de producción, insurrección y de estatus nacionalista”, apuntó la universitaria.

En la sesión inaugural también participó Ana Mireya Aguilar Torre, subdirectora de Divulgación del Patrimonio Documental del Archivo General de la Nación, quien señaló que la colaboración con el Observatorio de la Relación Binacional México-Estados Unidos de la FCPyS surgió en 2022 con la búsqueda de información sobre consulados.

A partir de ese momento, prosiguió, unimos esfuerzos para apoyar en la búsqueda de la información solicitada, y posteriormente, entre enero y febrero de 2023 el Observatorio nos convocó a realizar una investigación de corte histórico, cuyo propósito fue conocer los antecedentes del tráfico ilícito de armas en el marco de la relación México-Estados Unidos. “Los frutos de esta colaboración han sido diversos, tanto algunas de las investigaciones que se presentarán en esta jornada, como proyectos que esperan su publicación en 2024”.

La sesión fue moderada por Mariana Aparicio Ramírez, coordinadora académica del Observatorio Binacional México-Estados Unidos de la UNAM.

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