Estrena sede la Biblioteca Rosario Castellanos del CIEG

Amplió sus espacios de consulta y lectura, con un acervo de más de 12 mil volúmenes, entre libros, revistas y una Fanzinoteca

Foto: Víctor Hugo Sánchez.
Con una emotividad similar a la apertura del capítulo siguiente de un libro, el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) abrió la nueva sede de la Biblioteca Rosario Castellanos, en el piso 1, ala sur, entrada oriente, del Antiguo Edificio de Posgrado, junto a la Torre II de Humanidades.

A diferencia de la otra ubicación en el séptimo piso de dicha Torre, la actual cuenta con 320 metros cuadrados (antes 89); hospeda un acervo de 11,525 títulos con 12,661 volúmenes, así como 174 títulos de revistas, de los cuales 18 son suscritos electrónicamente. Así lo informó Marisa Belausteguigoitia Rius, directora del CIEG.

“Tenemos nuevos espacios para consulta, lectura informal y de placer, además de una Fanzinoteca, proyecto de la colectiva feminista de información que recoge muchos de los artículos, fanzines, registros de consignas, de hashtags, de pintas, muralas, que será inaugurada próximamente.”

En breve ceremonia, y ante la presencia de Luis Álvarez Icaza Longoria, secretario administrativo, y Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes, director de la Facultad de Arquitectura, así como de funcionarias del CIEG e integrantes de la comunidad universitaria, Marisa Belausteguigoitia dijo en entrevista posterior que aun “cuando tenemos formas electrónicas de contener millones de libros, siguen siendo importantes las partes arquitectónica y fenomenológica, los afectos, los sentimientos, y que te sientas atendida al llegar a una biblioteca”.

Elsa Margarita Ramírez Leyva, titular de la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información, expuso que la inauguración de un nuevo espacio como éste, además de ser un motivo de alegría, también lo es de orgullo:

“Porque la evolución de una biblioteca es la evidencia de la constante transformación y renovación de entidades y dependencias de la UNAM, con lo cual le permite cumplir a nuestra institución con su gran compromiso de contribuir al progreso sostenible de nuestra nación por medio de las funciones sustantivas de educación, investigación y difusión de la cultura.”

Asimismo, puntualizó: “Lleva el nombre de una destacada escritora que se formó aquí en la Universidad, y que gracias a la lectura y a la información, a los libros y a las bibliotecas logró ser una mujer libre, defender sus derechos y ser un ejemplo. Es un orgullo que lleve su nombre, porque también pervivirá toda su obra y ejemplo”.

Aun cuando tenemos formas electrónicas de contener millones de libros, siguen siendo importantes las partes arquitectónica y fenomenológica, los afectos, los sentimientos”

Marisa Belausteguigoitia | Directora

Recorrido

En un recorrido en compañía de Alba Jiménez Escobar, técnica académica del CIEG y colaboradora de la biblioteca, se indicó que este espacio está integrado por 90 repositorios en los cuales se encuentran distribuidos los más de 12,000 volúmenes de libros, revistas y obras de consulta, además de contar con módulo de servicio y préstamo.

“Los estantes están compuestos por siete entrepaños para ganar espacio a corto, mediano y largo plazos; como medida de seguridad la estantería se encuentra fijada al techo, y se adecuaron pasillos de 90 centímetros para permitir la circulación de varios usuarios”, explicó.

Asimismo, continuó, en los paneles laterales se colocaron placas metálicas, donde se incorporaron los colores de la bandera del Orgullo LGBTIQ+ y de la bandera trans.

“Hay ocho lugares para la lectura colectiva, con luz natural, así como dos plazas de lectura informal, que están junto al ventanal para tener óptima visibilidad”, concluyó.

Estuvieron Cintia Elizabeth González Ordaz, coordinadora de la Biblioteca Rosario Castellanos; Modesta García Roa, jefa del Departamento de Publicaciones; y Gisel Tovar Cervantes, jefa del Departamento de Prácticas Artísticas, Escritura y Autoedición, así como de la Fanzinoteca, todas del CIEG.

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