¿Facebook dejará Europa?

Una decisión de la Comisión de Protección de Datos de Irlanda ha puesto en duda la presencia de la red social en el viejo continente

Desde que Facebook recibió la orden de la Comisión de Protección de Datos de Irlanda que indicaba que ya no podría enviar los datos de sus usuarios europeos a sus servidores en Estados Unidos, el futuro de las operaciones de la compañía en Europa se oscureció.

La orden obliga a la compañía –además de crear un precedente legal importante– a gestionar los datos de los usuarios europeos en servidores que no estén en Estados Unidos y por lo tanto migrarlos a otro territorio. La operación sería difícil y costosa, apuntó Facebook.

El vicepresidente de Comunicación y Relaciones Internacionales de la red social, Nick Clegg, aseguró en un debate sobre las políticas de la Unión Europea que la compañía no tenía intención de irse. “Por supuesto que no [abandonaremos Europa], la razón por la que no lo haremos, es precisamente porque queremos seguir sirviendo a nuestros clientes y las pequeñas y medianas empresas”, afirmó.

Facebook tiene más 400 millones de usuarios en el continente y representan una buena parte de sus ganancias económicas, por ello los expertos ven complicado que abandonen el mercado. Enrique Dans, profesor de Innovación de la IE Business School, apuntó en entrevista con medios europeos que la retirada del continente de Facebook, Inc —dueña de Instagram, Messenger y WhatsApp— no sería algo negativo.

“Muchos reaccionaríamos pensando en que sería positivo para Europa que la empresa calificada en múltiples ocasiones como la más nociva de los últimos tiempos, se viese obligada ya no a abandonar el mercado europeo, cosa que claramente no va a ocurrir, sino a poner ciertos límites a una actividad que muchísimos usuarios encuentran insoportable, irrespetuosa y vulneradora de su privacidad… Sin Facebook, simplemente buscaríamos otra alternativa. Los usuarios chinos utilizan otras plataformas para relacionarse, compartir contenido o acceder a información sobre las actividades de sus amigos, conocidos o personajes públicos a los que quieren seguir. De hecho, la exclusión de Facebook de la escena en China ha fomentado la aparición de competidores locales adaptados al mercado”, declaró el experto.

“Nos hemos acostumbrado a que Facebook sea la vía habitual para contactar con la gente, pero más allá del uso que hacemos los particulares de la red social, el impacto más fuerte sería económico. Las cifras hablan por sí solas: han creado más de 783,000 trabajos y aportan 51,000 millones de euros al PIB comunitario”, explicó por su parte Ana Aldea, fundadora de datasocial y miembro de EO Madrid.

Sólo en seis países del continente —Bielorrusia, Ucrania, Serbia, Montenegro, Bosnia y Herzegovinia y Croacia— las redes sociales que pertenecen a la compañía no encabezan los listados de las más utilizadas. En estos países es Viber, la aplicación de mensajería instantánea de la compañía japonesa Rakuten, está a la cabeza del listado.

“La tecnología es un oligopolio, es un hecho sin marcha atrás. Algunas voces han propuesto trocearlas para revocar sus oligopolios”, añadió Aldea haciendo referencia a la propuesta de la senadora Elizabeth Warren, quien durante las elecciones para elegir a un candidato demócrata emprendió una fuerte campaña contra el dominio de las grandes compañías de Internet.

Es un punto en el que coincide: “En los próximos años, veremos mucha más presión para que las regulaciones y controles de antimonopolio funcionen de forma mucho más agresiva en Estados Unidos y en Europa, que fue pionera en ese sentido”. Precisamente esa iniciativa de Europa en la protección de datos, es lo que ahora tiene a Facebook contra las cuerdas.

Según la autoridad de Protección de Datos de Irlanda, Estados Unidos no cumple con los requisitos mínimos de respeto a la protección de datos y no quiere exponer los de sus ciudadanos europeos. Para Natalia Martos, CEO y fundadora de Legal Army, la orden irlandesa “supone un precedente muy contundente”, pues es la primera consecuencia después de que la justicia europea decidiera anular el Privacy Shield que regulaba la transferencia de datos a Estados Unidos en julio.

“Esta decisión podría extenderse al resto de empresas que hacen transferencia de datos entre la Unión Europea y Estados Unidos, pues de concretarse, implicaría un durísimo golpe a la economía digital de las empresas estadounidenses. Las compañías europeas buscarían proveedores ubicados en la región para seguir manteniendo su actividad digital”, subrayó Martos.

El Tribunal tiene todos los indicios para sospechar que Facebook —una compañía que provocó varios escándalos por el controvertido manejo y protección de los datos de sus usuarios tampoco lo hará, o al menos no bajo los estrictos parámetros que Europa exige.

En términos económicos, Facebook tiene un peso relevante para las economías en las que opera, afirmó Aldea, “hasta Facebook está de acuerdo en que su uso es peligroso para la salud mental de las personas y ha tenido consecuencias nefastas sobre la sociedad”, concluyó.

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