Innovaciones jurídicas en AL generaron transformación estructural del derecho europeo

La experiencia latinoamericana en el terreno de los principios constitucionales básicos, que dan soporte al estatuto transformador, sirvió de modelo para la Unión Europea, mencionó Armin von Bogdandy, director general del Instituto Max Planck de Derecho Público Comparado y Derecho Internacional en Heidelberg, Alemania.

En la conferencia inaugural del Seminario Reflexiones sobre temas transfronterizos. Transformaciones estructurales, repensando el Derecho Público en el siglo XXI, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), afirmó que las innovaciones jurídicas producidas en América Latina generaron grandes procesos de transformación estructural del derecho europeo, y hoy se registran en Polonia y Hungría, “ése es un tema fronterizo también”.

Uno de los lemas más importantes del pensamiento constitucional surgido en Argentina: “nunca más”, creado en 1984 por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, hace referencia a la forma de consolidar un sistema democrático después de un régimen autoritario, señaló el jurista.

Al inaugurar el encuentro híbrido, el director del IIJ, Pedro Salazar Ugarte, comentó que ésta es una actividad académica planeada por la entidad universitaria y el Instituto Max Planck, puesta en marcha con dos proyectos institucionales en vías de consolidación: el Observatorio del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos y la Estación Noroeste de Investigación y Docencia en Tijuana.

Agradeció la hospitalidad de la Universidad Iberoamericana de esa ciudad fronteriza, donde se desarrolló el seminario, en el que participaron expertos en el tema para reflexionar sobre asuntos complejos y de enorme urgencia como las zonas transfronterizas a nivel global, desigualdades y cambio climático; estos dos últimos grandes desafíos para la humanidad y el mundo, en concreto para México.

Armin von Bogdandy reiteró que la experiencia latinoamericana puede inspirar respuestas como las del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero también de la Comisión de Venecia. “América Latina resulta interesante porque, al igual que Europa, aborda los déficits sistémicos por el derecho común y con instituciones comunes”.

En la Universidad Iberoamericana, en Tijuana, Baja California, expuso que, si bien es cierto que en Latinoamérica no existe una organización regional de alianza política equiparable con la Unión Europea, hay procesos relevantes de comunitarización en la región, en especial para la realización de los principios constitucionales básicos, que sirven de soporte al estatuto transformador.

Por otra parte, resaltó que el hecho de activar a la sociedad civil, elemento central al que apuesta la región latinoamericana, conlleva otra lección importante para Europa, algo que faltó en la transformación del Este europeo, “de ello podemos aprender mucho, porque estamos seguros de que ésa es la llave para la reacción en Hungría, Polonia y otros países del continente”.

En su oportunidad, Sergio García Ramírez, investigador del IIJ, consideró que el tema abordado en la sesión inaugural de este encuentro invita a repensar las naciones y a nosotros mismos dentro de este gran proceso de cambio.

En tanto que José María Serna de la Garza, investigador del IIJ, mencionó que la crisis de la democracia representativa significa el distanciamiento entre gobernantes y gobernados; desencanto con las instituciones, con la democracia representativa; insatisfacción; distanciamiento; fatiga; descontento y desconfianza. Ése es el vocabulario manifiesto de esta crisis estructural; además del surgimiento de movimientos antisistema, antipolítica o antipolíticos tradicionales, que no sólo se dan en América Latina, también en Europa.

María Marván Laborde, secretaria académica del IIJ, apuntó que las grandes transformaciones económicas y políticas han significado y exigido cambios considerables en materia de derecho y, a su vez, éste “ha estabilizado algunos y expulsado a otros por no ser convenientes para la construcción de derechos humanos”.

Finalmente, Joao Casagrande, especialista en jefe en la Relatoría sobre los Derechos de las Personas Migrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, resaltó que las fronteras son espacios vivos de integración, no sólo existen en su dimensión de separación, sino de acercamiento e incorporación.