La desdolarización no es posible en el corto plazo

Los medios de pago del comercio sí podrían hacerse en otras monedas, pero hasta dentro de varios años, afirma Miguel González Ibarra, de la Facultad de Economía

Dejar de tener al dólar como referencia no es viable en el corto plazo, aunque los medios de pago del comercio sí podrían hacerse en otras monedas, pero dentro de varios años, explica Miguel González Ibarra, responsable de la Unidad Mixta de Servicios de la Facultad de Economía.

En agosto de 2023 se celebrará la decimoquinta cumbre de los denominados BRICS, cuyas siglas nacen para nombrar a las economías emergentes que son Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. En esta reunión se plantearán temas de la economía internacional cuyo fin es facilitar el comercio entre estos países sin necesidad de usar el dólar como moneda de cambio.

Esta propuesta no es nueva, señala González Ibarra, y aclara que se remonta a la Segunda Guerra Mundial: “El economista Keynes propuso una moneda universal en Bretton Woods: Bancor, para hacer todos los pagos internacionales. Pero claro, no se aprobó porque ganó la idea norteamericana de dejar que fuera libre y que fuera la moneda más activa la que se utilizara”.

González Ibarra apunta que el poco interés por llevar la idea de Keynes a la práctica, en aquel entonces, se trató de una decisión política. Y actualmente “China, Brasil, Rusia, India y Sudáfrica pretenden impulsar la parte política para que se lleve a cabo”. Sin embargo, no ocurrirá de un día para otro, tendrá un proceso largo en el que necesitarán la participación de expertos en el tema.

En América Latina también existieron propuestas para llevar a cabo el comercio internacional sin el uso del dólar como moneda de cambio. El caso que más resalta históricamente es el de Cuba y México que comerciaron durante años por medio de acuerdos de pago recíproco. González Ibarra menciona que los dos países podían comprar y vender entre ellos, cada vez que se compraba algo se registraba como un adeudo y cada vez que se vendía se registraba como un pago. Así se realizó durante un tiempo hasta que llegaba la fecha de corte para evaluar qué nación adeudaba, cuánto y con qué moneda se pagaría.

Actualmente aún se hacen acuerdos de pago recíproco en América Latina y son la forma más común que tienen los países del continente para comerciar entre ellos. Estos se impulsaron mediante el CEMLA (Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos), usualmente son acuerdos bilaterales y muy pocas veces de manera trilateral.

“De acuerdo con las declaraciones creo que es eso lo que se está planeando en la reunión que se llevará a cabo en la India en agosto. Es más, desde mi punto de vista un acuerdo recíproco de pagos va a ayudar mucho a despegar el comercio entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica”, dice el especialista.

Este panorama aún deja pendiente la pregunta clave de esta reunión: ¿se puede llegar a una desdolarización en el ámbito internacional? “Sí es viable en el largo plazo, no en el corto plazo”. González Ibarra agrega una descripción del panorama actual, y las razones por las que en el corto plazo el dólar seguirá presente en el comercio mundial. En primer lugar, todos los precios internacionales están expresados en dólares; en segundo, el dólar es la moneda de reserva, a partir de ella la moneda, por ejemplo, de México tiene valor; en tercero, si hay una moneda más, ¿qué pasará con los dólares que hay ahorita? Generaría una ruptura mundial del sistema, habría una inflación internacional que no se podría controlar por ninguna institución, gobierno u organismo.

La desdolarización internacional aún es un hecho lejano, que puede llegar a tomar fuerza con la reunión de los países BRICS. “Sin embargo, el impulso de esta idea se trata más de una propuesta con tintes políticos que difícilmente se podría llevar a cabo”, finaliza el experto.

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