La enfermería, profesión que marca la vida de las personas

A lo largo de la historia, quienes se dedican a esta profesión han tenido que argumentar, compartir y debatir con los otros frente al dolor o la agonía

Conferencia magistral de Alberto Vital en la FENO.

Todas las personas a lo largo de la vida y desde diferentes enfoques fungimos como mediadores frente a determinadas circunstancias. Estas mediaciones pueden ser formales o informales, es decir, las institucionales, que dependen de organismos o instancias, en el caso de las primeras; o las que son coyunturales, que atienden momentos o conflictos cortos y específicos.

En este sentido, a lo largo de la historia la enfermería se ha colocado como un mediador que resulta de transcendental importancia, al tener que argumentar, compartir y debatir con las personas frente al dolor o la agonía, aseguró Alberto Vital Díaz, director del Centro de Enseñanza para Extranjeros.

Al ofrecer la conferencia magistral Beber un cáliz –basada en el análisis literario de la novela de este nombre del periodista Ricardo Garibay, y considerada de las más importantes en la literatura mexicana– el funcionario destacó la labor de cuidador que realizó el protagonista con su padre durante su enfermedad hasta el día de su muerte.

El “enfermero imaginario” es el personaje principal de Beber un cáliz, “el gran novelista mexicano Ricardo Garibay tuvo la experiencia de asistir a su padre en el momento en que éste, del mismo nombre, pasó por una larga agonía por enfermedad y luego escribió una de las mejores novelas de la literatura mexicana y aquí es donde podemos entender el papel del hijo como mediador”, resaltó.

Señaló que las personas que se preparan en la Universidad, por ejemplo, “en algunos aspectos hacemos labor de mediación como las clases o frente a las alumnas y alumnos. Pero otros mediadores deben asumir este papel de manera extraordinaria y empírica, de acuerdo con las circunstancias, y ahí cada experiencia es única”.

Ante estudiantes y académicos de la Facultad de Enfermería y Obstetricia (FENO), especificó que “la enfermería tiene mucho de misión mediadora, y la literatura tiene esa función en el terreno humano, pues también nos explica muchas misiones como la de la enfermería en toda nuestra vida. Tenemos una larga tradición que nos muestra desde las artes, esta labor mediadora”.

En el libro entendemos que “desde el inicio el protagonista no tiene recursos económicos y no puede pagar a un enfermero o enfermera profesional, y entonces recurre a los cuidados paliativos. Esta es una de esas expresiones que usamos cuando tenemos una preparación profesional vocacional, pero no la tienen las personas que no cuentan con esa formación. En la novela hay un tipo de vocabulario de la vida cotidiana, el que trata de decir lo que está pasando”, destacó.

Explicó que dicha obra nos permite entender cómo enfrentar a través de la argumentación y la interpretación un concepto central y contradictorio como el dolor, mismo que provoca la agonía que a la vez es una señal de vida, pero, por otra parte, la ausencia de ésta, pues la interpretación del alivio representa la muerte.

“Hay que argumentar frente al enfermo, hablar frente a él, compartir interpretaciones, debatir sobre soluciones”, como esencia de la labor de las y los enfermeros, indicó.

Finalmente, al hacer referencia a su libro sobre la existencia del mal, dijo que en mucho se relaciona con esta profesión: “¿por qué existe el mal?, el mal existe por un desajuste, desarticulación, entre dos o más personas, carece de contrapeso o equilibrio y carece de una mediación inteligente y oportuna”.

Cuando se habla de enfermedad, se entiende los desajustes que puede haber entre los deseos y lo que el organismo realmente necesita, finalizó el universitario.

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