Envejecer no es necesariamente malo

“Cuando se considera al envejecimiento como un problema porque las personas viven más tiempo, uno se pregunta ¿para quién es un problema?”, dice Verónica Montes de Oca, del Instituto de Investigaciones Sociales, de la UNAM.

Aunque desde hace algunos años se viene señalando que la población mundial está envejeciendo y que a corto plazo se convertiría en un problema económico y de salud, ahora es el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, quien da la voz de alerta ante lo que considera el principal desafío demográfico en los próximos años, y llamó a los países a promover una vejez más activa.

De acuerdo con la ONU, en 2019 nueve por ciento de la población mundial (una de cada 11 personas) es mayor de 65 años, y según sus proyecciones para 2050 una de cada seis personas (16 por ciento) estará en este grupo de edad.

Por regiones, en el lapso de 2019-2050 el grupo con 65 años y más se duplicará en los países del norte África, en buena parte del continente asiático y en América Latina y el Caribe.

En el caso de Norteamérica y Europa, las proyecciones indican que una de cada cuatro personas (25 por ciento) de su población podría tener 65 años y más. Asimismo, el número de personas de más 80 años pasará de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050.

Es importante mencionar que en 2018, por primera vez en la historia de la humanidad, las personas con 65 años y más superaron en número a los niños menores de cinco años.

Frente a este panorama poblacional, Antonio Guterres señaló que entre los problemas demográficos del mundo, además del crecimiento y envejecimiento de la población, están la migración y la urbanización.

Sin embargo, el mayor reto es el envejecimiento demográfico, por lo cual es necesario promover un envejecimiento activo y con salud, pero también proporcionar a la población una protección social adecuada.

“Cuando se considera al envejecimiento como un problema porque las personas viven más tiempo, uno se pregunta ¿para quién es un problema?”, dice Verónica Montes de Oca, del Instituto de Investigaciones Sociales, de la UNAM.

“Se habla mucho del envejecimiento de la población como un desafío, pero es lo mejor que le pudo haber pasado a la humanidad porque significa que se ha vencido a la muerte materno-infantil y también entre los adultos”, dice la investigadora.

Que la población envejezca significa que a pesar de las guerras –y hemos tenido muchísimas– la población aún sigue creciendo y con una mayor longevidad. “Entonces, no puede ser un problema”.

La investigadora señala que el envejecimiento poblacional es resultado de que algo se está haciendo bien en el planeta y la humanidad, aunque atender a las personas en su envejecimiento sí representa un desafío para los gobiernos; sin embargo, en una población no se puede ver sólo la cúspide, es necesario ver todo el conjunto.

“El envejecimiento de la población se asocia con ciertas problemáticas porque no supimos ver con antelación que era necesario un sistema de seguridad social más amplio, que era importantísimo que la población en el sector informal de la economía también cotizara al sistema de retiro, por ejemplo, y que era super importante ofrecer a los jóvenes la seguridad para hacer una familia y tener certidumbre laboral. Pero esto es cierto no sólo para México y América Latina, sino también para Europa”, afirma la investigadora.

Tenemos problemáticas relacionadas con el envejecimiento porque no pudimos dar a las generaciones más jóvenes las mismas oportunidades que a las generaciones anteriores en educación y empleo. “Creo que eso fue un error porque no logramos que la población participara del desarrollo en un sentido amplio; únicamente se genera explotación sin desarrollo ni crecimiento para la economía”.

Es necesario crear las condiciones necesarias para que las actuales generaciones soporten a las generaciones anteriores y generen riqueza. El gran problema es la precarización, es decir, les ofrecen empleos muy mal pagados e incertidumbre laboral. “La riqueza que estos muchachos producen se las extraen, pero no les devuelven bienestar”.

Envejecimiento activo

Cuando el secretario general de la ONU habla del envejecimiento de la población, se refiere a un fenómeno a escala mundial que en cada país y en cada región del planeta tiene connotaciones distintas, dice la académica.

“En Europa se habla mucho del envejecimiento activo y saludable porque la idea es que las personas mayores, aún las retiradas, sigan contribuyendo. Los abuelos y abuelas que tienen una pensión siguen aportando a la sociedad a través del consumo y del trabajo voluntario y de muchas actividades sociales que son muy importantes para su desarrollo”.

Pero en América Latina y el Caribe eso no sucede porque hay porcentajes muy bajos de personas pensionadas y cotizando en la seguridad social. Aún la mayor parte de la población pensionada no tiene los ingresos suficientes ni siquiera para lo necesario.

“Cuando se habla de envejecimiento activo no sólo se habla de una vejez activa, que es muy importante, sino de que los jóvenes desde antes de llegar a la vejez tengan una vida activa y saludable para que su propio proceso de envejecimiento sea óptimo”, dice Montes de Oca.

Pero para tener un envejecimiento activo y saludable se necesita atención médica para prevenir enfermedades, un buen empleo, un salario digno para que puedan formar su propia familia. “¿Cómo van a querer tener hijos los jóvenes si no tienen un empleo seguro?”, dice. “Se preocupan porque no nacen más niños, pero no están creando las condiciones para que nazcan”.

Cuando los y las jóvenes envejezcan, el Estado se va a enfrentar con una problemática muy grande porque no va a tener un sistema de pensiones con los recursos suficientes que sostenga a esta población.

Es necesario que se piense en el envejecimiento desde la mirada de cada generación; con las personas jóvenes debemos tomar en cuenta – desde un plano interdisciplinario- su desarrollo personal, familiar y comunitario”, dice Montes de Oca.

En cuento a las generaciones adultas y mayores, agrega, debemos comenzar de manera inmediata con una planeación de su vida en la vejez que contemple todo un menú sobre sus derechos, cuidado a la salud, seguridad social, aprendizaje a lo largo de la vida, participación, entre otros temas. “El marco político del envejecimiento activo ya se ha impulsado en muchos países, y en el nuestro está en ciernes”. .

“Ojalá que estas generaciones no tengan problemas porque van a seguir trabajando, como se ha mostrado en todas las estadísticas, hasta que el cuerpo aguante, como seguiremos trabajando muchos, pero ellos viviendo al día, en la precariedad”, finalizó la académica universitaria.

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