La Independencia de México, vinculada a intereses comerciales

Bicentenario de los Tratados de Córdoba, donde se consigna la salida de las tropas españolas

En cuanto a noticias sobre el llamado Nuevo Mundo, según estudios de Alfredo Ávila Rueda del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH), la Independencia de México, a 200 años de su consumación, también estuvo ligada a intereses comerciales.

Al emprender una historiografía de los Tratados de Córdoba (24 de agosto de 1821), documento en el que se acuerda la independencia y retirada de las tropas españolas de la capital del país, firmado en Córdoba, Veracruz, por Agustín de Iturbide y Juan O’Donojú –jefe político y capitán a cargo de la Nueva España– Alfredo Ávila dijo que en ese momento México “ya era una nación independiente”.

“O’Donojú, al signar los tratados, sólo llegó a reconocer un hecho consumado. Incluso, hubo versiones que señalaban que Juan ya tenía la instrucción de hacer la independencia del Imperio mexicano”, explicó.

Al intervenir en el ciclo El Historiador frente a la Historia 1821. Experiencias, Problemas y Perspectivas, Ávila Rueda mencionó que en 1820 España se declaraba en bancarrota, por lo que se estaban perdiendo los vínculos con las colonias americanas.

El nuevo ministerio tenía que resolver los problemas económicos de la monarquía española, pues había vivido muchos años de guerra que causaron penurias y, por supuesto, América también se encontraba en esa circunstancia.

Por lo tanto, se vieron forzados a formular reformas en materia económica. El propio rey envió una circular a los territorios americanos para enterarlos de la situación. No obstante, Juan José Ruiz de Apodaca y Eliza, virrey de la Nueva España, respondía al rey que “en su territorio todo estaba en calma y que iban muy bien”.

Negociar la paz

De modo que no quedaba más que negociar la paz, e incluso el propio gobierno español pidió que se hiciera para priorizar los ámbitos económico y comercial.

“No se ha puesto suficiente atención a los Tratados de Córdoba debido a que no merecía mucha explicación, porque son un convenio de paz, efectuado entre el más importante representante español y el no insurgente mexicano; sin embargo, el documento reconoce que los estados rebeldes pueden llegar a ser considerados soberanos”, indicó.

El investigador del IIH expuso que Juan O’Donojú, quien tenía ascendencia irlandesa, también asumía intereses comerciales en nuestro territorio. Añadió que, durante el siglo XIX, la mayor exportación de México fue de plata.

Los virreyes en América, apuntó, cuando no eran militares duros, eran comerciantes, y aunque los Tratados de Córdoba no fueron aceptados por las cortes españolas, las independencias en el Nuevo Mundo se vinculan a grandes comerciantes.

En la conferencia Entre Trujillo y Córdoba. Los Tratados y las Independencias de 1820 y 1821, moderada por Rodrigo Moreno Gutiérrez, también investigador del IIH, Alfredo Ávila aclaró que, aunque las autoridades ibéricas no aceptaron los Tratados de Córdoba, siempre estuvieron dispuestas a seguir negociando por sus intereses comerciales, e incluso enviaron representantes desde Sevilla.

“Los españoles siguieron ahí, pero se dieron cuenta de que no había vuelta de hoja; sin embargo, los intereses comerciales continuaron presentes, a veces para intentar una reconquista, y otras para restablecer su red comercial”.

Finalmente, Ávila Rueda comentó que O’Donojú ya no pudo atestiguar que Iturbide se levantara en armas, porque llegaron tarde las noticias a España, además enfermó y murió. No obstante, debido a la firma de los documentos mencionados, los buques españoles pudieron sacar los caudales y los insumos de nuestro país.

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