“La portería me eligió a mí”

Vive su segunda etapa en el cuadro auriazul: “No lo veo como una revancha, sino el momento de mostrar lo que soy”

Foto: Club Universidad Nacional.

Su perseverancia ha sido un motor, ese impulso que no lo deja tirar la toalla y que hoy lo tiene cumpliendo un sueño: portar los colores de una institución emblemática como Pumas. Gil Alcalá sabe que su carrera no ha sido fácil, que llegar hasta este punto ha requerido sacrificios, superar grandes pruebas, pero todo ha valido la pena.

“Han sido más veces que he querido tirar la toalla que disfrutar, pero me siento muy agradecido de que las personas que amo, como mi esposa, mis hijos y mis papás, me han dado siempre una palmada en la espalda para levantarme. Hoy estar aquí, a mis 31 años, es realmente lindo, recordar todo el trayecto que he recorrido en mi carrera y vivir un momento tan maravilloso de pertenecer a un equipo tan importante como Pumas”, aseguró el portero del cuadro universitario.

Alcalá vive su segunda etapa como jugador auriazul. Llegó para el Apertura 2022, torneo en el que disputó dos partidos, ante Tigres y Chivas, pero la poca actividad lo llevó a tomar otro camino. Asumió un reto que le devolvió la confianza, sus ganas de volver a la portería y regresar a la Cantera, más maduro, con nuevas ilusiones y el orgullo de nuevamente ser parte del Club Universidad.

“Valoré mucho salir. La primera vez que llegué sentía que había cumplido uno de mis sueños, creí haber llegado a lo más alto de lo que trabajado, que me dieron la oportunidad cuando más me la merecía. Que diferentes circunstancias se presentaran y tuviera que partir me dolió mucho. Me pegó en lo anímico, en lo futbolístico. Obviamente, te pasan muchas ideas por la cabeza, como decir: ‘no soy capaz o no estoy listo, ya no soy un portero titular’”, rememora.

“Piensas muchas cosas hasta el simple hecho de decir: ‘ya no quiero jugar futbol’. Fue bastante complicado tocar lo más alto y en una abrir y cerrar de ojos ya no tener nada. Siempre de la mano de mi familia, de la gente que me quiere y la gran oportunidad que me dieron de poder ir a Querétaro, eso me abrió las puertas de nuevo aquí en Pumas.”

No todos “tenemos el privilegio de conseguir una segunda oportunidad aquí en Pumas y, obviamente, que se volviera a presentar me dio una satisfacción y un momento muy emocionante en mi carrera. No lo veo como una revancha, sino una oportunidad de poder mostrar lo que soy y marcar mi carrera. Ganarme el respeto entre la afición y dentro de esta institución. Sabemos la historia de Pumas, que es de los cuatro grandes del futbol mexicano, y siempre será así. Obviamente, a cualquier futbolista mexicano le llama la atención llegar aquí”.

Compromiso

Sabe que portar estos colores requiere un compromiso mayor. No le rehúye a la presión y la responsabilidad necesaria para defender la portería auriazul; lo toma como una motivación de ser mejor profesional. Ve en la exigencia de la afición la posibilidad de sacar su mejor versión en cada entrenamiento, en cada partido. Sabe que cada día puede crecer más.

“Obviamente, en la portería siempre habrá un compromiso grandísimo. La responsabilidad del resultado, a veces, también pasa por hacer bien o no tu trabajo. Es una obligación y siempre hay presión. Creo que con el tiempo te das cuenta que la presión es parte de tu carrera. Lo importante es salir adelante cada vez que no se puedan hacer bien las cosas y siempre hay una revancha, cada fin de semana. Maduras cada vez que juegas y participas. El compromiso crece más en mí. Ahora realmente soy un jugador de Pumas y la responsabilidad que tengo crece.”

Gil creció bajo los tres palos. Esa conexión con la portería fue circunstancial, mas poco a poco se convirtió en un amor incondicional que se alimenta de cada atajada, de cada balón parado que provoca una ovación.

“La portería me eligió a mí, porque realmente nunca tuve opción. Desde el primer minuto que empecé a jugar futbol me pusieron ahí. Al principio no le encontraba mucho sentido. Con el tiempo me empezó a encantar. Después ya era lo más importante, todo el tiempo quería ser portero. Siempre traía mis guantes y veía a mis ídolos de aquella época.”

Su talento y grandes actuaciones le han valido portar la playera universitaria. “Me encantaría poderle platicar [al Gil que inició en el futbol] todo lo que estoy viviendo hasta ahorita y decirle que gracias por no rendirse. No ha sido nada fácil, pero realmente es algo lindo cuando logras tus objetivos y tienes una gran oportunidad como la que vivo yo”.

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