Caries y mal periodontal

La salud bucodental evita enfermedades

Especialistas señalan factores de riesgo: alta ingesta de azúcares y acumulación de placa dentobacteriana en encías

Es primordial hacer campañas de educación para la salud y demostrar que los dientes son tan importantes como cualquier otro órgano en el cuerpo.

La higiene integral del cuerpo humano no puede entenderse sin una adecuada salud bucodental, lo que implica las funciones de masticación, deglución y estética de la boca.

Sin embargo, algo tan cotidiano como lavarse correctamente los dientes tres veces al día –desde la infancia hasta la vejez– no siempre se cumple y ocasiona los dos padecimientos de mayor prevalencia en la boca: caries dental y enfermedad periodontal, afirmaron dos especialistas de la Facultad de Odontología (FO).

Explicaron que la caries es una afección bacteriana que afecta el tejido duro de los dientes y es muy común en niños y niñas, mientras que la enfermedad periodontal también la causan bacterias, perjudica el tejido blando de las encías y es más frecuente en adultos.

“Los factores de riesgo que llevan a tener caries son la alta ingesta de azúcares y la acumulación de placa bacteriana (que se forma por colonias de bacterias); en tanto que a la enfermedad periodontal la afectan la falta de cepillado y la acumulación de placa bacteriana entre dientes y encías, lo que genera cambio del pH salival e inflamación en las encías”, detalló Miriam Ortega Maldonado, profesora de la FO.

Otra afección frecuente que debe vigilarse es el cáncer oral, que se presenta sobre todo por los hábitos de fumar y beber. Se desarrolla en cualquier parte de la cavidad bucal: labios, encías, lengua, revestimiento interno de las mejillas, paladar o base de la boca (debajo de la lengua).

“El cáncer oral tendría que ser observado por los odontólogos, que somos los que exploramos la boca. Desgraciadamente, muchas veces hacemos caso omiso de otros tejidos que no sean dientes o encías y lo diagnostican los médicos cuando el mal ya hizo metástasis a otros órganos”, reconoció.

Por lo anterior, recomendó la exploración rutinaria de los odontólogos para notar anomalías como llagas, dientes flojos, parche blanco o rojizo en la parte interna de la boca o una protuberancia. “Eso permitiría tratar el cáncer oral oportunamente”.

María Concepción Ramírez Soberón, también profesora de la entidad académica, comentó que cuando se tienen dientes “apiñados” o que no están bien alineados, no se puede tener una limpieza óptima de esas piezas y se va a acumular la placa dentobacteriana.

Al no lavarse correctamente los dientes se van juntando restos de alimentos y muchísimas bacterias. Cuando se unen en colonias se forma la placa dentobacteriana, principal factor de riesgo para la caries dental y la enfermedad periodontal, insistió.

“Ambas pueden producir la pérdida dental. Cuando tenemos enfermedad periodontal los organismos se meten en cavidades, dañan las fibras y se forman bolsas periodontales, entonces se pierde la inserción y comienza la movilidad dental. La caries va desde el daño en el esmalte, y se va haciendo más profunda hasta llegar a la pulpa. En ese momento puede ocurrir necrosis pulpar (que la pulpa se muera) y hay mucho dolor”, indicó Ramírez.

Con datos del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Ortega expuso que siete de cada 10 niños tienen caries dental, y siete de cada 10 adultos mayores presentan enfermedad periodontal. Además, cuatro de cada 10 personas mayores no tienen su boca funcional, es decir, no pueden comer, hablar o sonreír adecuadamente.

Falta cultura del autocuidado

“Nos falta mucho la cultura del autocuidado; la salud bucal está siendo dejada a un lado. Por ejemplo, con la Covid nos atendemos el cuerpo y las vías respiratorias, pero olvidamos que todo entra a nuestro cuerpo por la boca. Hay que cuidarse la cavidad bucal porque el cubrebocas está haciendo que tengamos más acumulación de placa y debemos intensificar la higiene”, apuntó Ortega.

En tanto, Ramírez destacó que es primordial hacer campañas de educación para la salud y demostrar que los dientes son tan importantes como cualquier otro órgano en el cuerpo.

Sobre la educación de los mexicanos en salud bucodental, dijo que se está empezando a lograr algo con los alumnos de Odontología, quienes son los mejores promotores en redes para fomentar la higiene y hacerlo mejor en familia.

Con buenos hábitos y chequeos regulares se podrían prevenir la mayoría de los problemas.

Conmemoración

El Día Mundial de la Salud Bucodental se celebra el 20 de marzo y es una iniciativa apoyada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, instituciones que destacan que con buenos hábitos y chequeos regulares se podrían prevenir la mayoría de los problemas de salud bucal.

Nueve de cada 10 personas en el mundo está en riesgo de tener algún tipo de mal bucodental, lo que incluye desde caries hasta afecciones en las encías pasando por el cáncer de boca. La prevención inicia en la infancia y, sin embargo, incluso en los países desarrollados, entre 60 y 90 por ciento de los niños en edad escolar tiene caries.

Una de las manifestaciones más graves de esta enfermedad es el cáncer de boca, cuyos factores de riesgo mayor son el consumo de tabaco o alcohol y por el virus del papiloma humano. Los profesionales de salud bucodental pueden tener un papel clave en la detección temprana al examinar a sus pacientes por señales de cáncer bucal en las revisiones.

En el continente americano, la carga de este tipo de padecimientos ha disminuido significativamente desde 1980, en gran parte gracias a intervenciones de salud pública que incluyen la utilización de flúor en la sal y el agua, o el empleo de tecnologías sencillas y eficaces en el cuidado bucodental.

Para prevenir padecimientos y tener una adecuada salud bucodental hay que lavarse correctamente los dientes, y hacerlo de manera frecuente, aconsejaron Miriam Ortega Maldonado y María Concepción Ramírez Soberón.

“No hay una sola técnica para hacerlo; sin embargo, es indispensable tener una limpieza al menos tres veces al día. Si utilizamos la prevención vamos a tener la ganancia máxima. Necesitamos educar a los niños para que laven sus dientes”, señaló Ramírez.

Como dice la canción infantil, los dientes de arriba se cepillan hacia abajo y los de abajo hacia arriba, en tanto las muelas requieren un movimiento circular.

Se puede comenzar en orden por las muelas, desde la parte de atrás hacia el frente, primero con la dentadura posterior y luego la inferior. “Cuando uno se cepilla muy fuerte los dientes, la encía se defiende, se va haciendo hacia abajo y exponiendo las raíces. No hay que cepillarse ni tan fuerte ni con un cepillo muy duro”, sugirió Ramírez.

Es importante usar enjuagues que tienen clorhexidina, una sustancia antiséptica que no permite que se hagan estas colonias de bacterias, pero es fundamental consultar al dentista, porque tienen contraindicaciones y no es recomendable la automedicación.

Se debe ir al dentista por lo menos dos veces al año y que las dietas sean bajas en carbohidratos.

Usar el hilo dental sobre todo cuando los dientes no están bien alineados y el cepillo no entra, pero tiene una técnica y si no lo sabemos usar se causa irritación. Unos tienen cera y otros no. Lo mejor es consultar al dentista cada seis meses para una revisión y saber cuál recomienda en cada caso.

Para los niños hay las aplicaciones tópicas de fluoruro, las cuales les protegen los dientes y los selladores de fisuras, mencionó Ramírez.

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