Las misiones a Marte, hazaña de la humanidad

La desertificación del planeta rojo, ejemplo de lo que no se quiere para la Tierra, señalan expertos

Las misiones a Marte son una gran hazaña de la humanidad, representan retos científicos y tecnológicos extraordinarios, los cuales se van cumpliendo en cada aventura al espacio, alimentan el sueño de conocer formas de vida en otros mundos, ofrecen conocimiento inédito que va avanzando y muestran la importancia de apoyar a la ciencia para impulsar el desarrollo, señalaron expertos de la UNAM.

“Éstas son trascendentes porque Marte era un planeta que tenía agua, atmósfera, tal vez vida. Pero algo le sucedió y se desertificó, quizá un gran efecto invernadero, y no queremos que a la Tierra le suceda lo mismo. Una manera de entender qué es la Tierra es analizar otros mundos, en particular uno tan parecido al nuestro”, dijo Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía (IA).

También son relevantes por los grandes avances tecnológicos y las promesas de futuro. “La misión Perseverance de la NASA lleva por primera vez un helicóptero a otro planeta para tomar fotografías, detectar rocas y traerlas a la Tierra”, comentó.

Durante la conferencia virtual de medios A la Conquista de Marte: las Misiones del Planeta Rojo, la astrónoma y divulgadora detalló que Perseverance cuenta con un aparato-laboratorio que tratará de transformar la atmósfera de dióxido de carbono de Marte, para producir oxígeno. “Esto es importantísimo porque algún día vamos a terraformar Marte, es decir, transformarlo para hacerlo habitable”.

Antígona Segura Peralta, investigadora del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) y quien fue alumna de doctorado de Rafael Navarro González –investigador del ICN y colaborador de la NASA a cuya memoria dedicaron el evento– hizo un repaso histórico desde el siglo XIX, cuando Giovanni Schiaparelli observó Marte con telescopio y encontró una densa red de estructuras lineales que llamó canales, a partir de las cuales se especuló con la posibilidad de vida inteligente allá.

Elementos de imagen y foto: NASA.

A comienzos del siglo XX, los trabajos de Percival Lowell promovieron la idea de que existía vida y una civilización marciana, y se popularizaron en el ideario colectivo.

“A mediados del siglo pasado seguíamos pensando que estaba habitado. Fue hasta que tuvimos mucha más información, en particular con la misión Vikingo (de 1975, formada por cuatro naves, dos de ellas orbitadores y dos que amartizaron), cuando nos dimos cuenta de que Marte estaba desierto; sin embargo, se hizo el esfuerzo de buscar vida, pues se llevó un experimento dedicado a la localización de organismos marcianos. Ya no se pensaba en una civilización marciana, sino en microbios que pudieran sobrevivir ahí y detectarlos”, explicó.

Hoy, Perseverance se posa sobre lo que fue el delta de un río, intentando encontrar fósiles del pasado marciano.

Derrama tecnológica

Otra vertiente de las misiones a Marte son sus aportaciones tecnológicas, que han sido muy significativas y han pasado de la carrera espacial a la vida cotidiana en la Tierra, reflexionó José Franco López, investigador del IA.

“Hay toda una serie de aplicaciones y de elementos que todos estos desarrollos nos han permitido utilizar para mejorar la forma en que vivimos. Hay muchas tecnologías y productos generados por el avance espacial que empleamos de forma cotidiana en casa como prácticamente en cualquier área.”

Imagen tomada por las cámaras del Perseverance el 4 de marzo de 2021.

Algunas que nos han transformado son los satélites meteorológicos, de exploración remota, los sistemas de posicionamiento global (GPS) y los que se usan en comunicaciones y en defensa (para medir el nivel del mar, derretimiento de los hielos, incendios y atención a desastres), anotó.

“El sistema GPS usa relojes atómicos y objetos astronómicos (como cuásares y galaxias distantes) para medir tiempos y posiciones exactas. Otros satélites son observatorios solares y astronómicos, y también hay adelantos en controles remotos, extremidades artificiales y robótica.”

Otras aplicaciones son los monitores cardiacos, sensores infrarrojos, resonancia magnética, tomografía, lentes de contacto, espuma con memoria para colchones, medicina espacial y telemedicina.

Algunos materiales comunes, como el teflón de los sartenes, fue hecho para proteger naves espaciales; mientras que el velcro fue para los trajes espaciales.

Instrumentos inalámbricos, purificadores de agua, hornos de microondas, comida deshidratada, pañales desechables, antenas parabólicas y detectores de humo son otras tecnologías que se originaron en la carrera espacial, finalizó José Franco.

También podría gustarte