Las mujeres tienen mucho que aportar

Es indispensable seguir impulsando a las niñas que sueñan estudiar carreras de esos campos del conocimiento

En México, sólo tres de cada 10 profesionistas que eligieron carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son mujeres.

Alrededor de las siete de la mañana del 19 de septiembre de 1985, Xyoli Pérez Campos, actual investigadora del Instituto de Geofísica (IGf ), se dirigía con su mamá rumbo a la secundaria en un Volkswagen modelo 61 cuando de pronto sintieron una gran sacudida.

“Sentimos cómo el auto se movía de un lado al otro, como si estuviéramos en altamar; fue tan impresionante que mi mamá tuvo que orillarse porque no podía controlar el carro. Cuando pasó el movimiento mi mamá me dejó en la escuela; pero después mi papá tuvo que pasar por mí y por unas compañeras que vivían cerca de nosotros porque habían suspendido las clases”, comentó Xyoli.

Una vez reunida la familia en la casa, dijo que no había teléfono ni luz por lo que sintonizaron las noticias en una radio de pilas para saber qué había ocurrido; fue entonces cuando se enteraron que Ciudad de México estaba destruida por un sismo de 8.1 en escala de Richter.

Xyoli recordó que su mamá la llevó junto con sus hermanos al puente de Tlalpan, donde fueron testigos de edificios colapsados y mareas de polvo a la distancia; todo eso creó en ella mucha curiosidad por tratar de explicar el fenómeno, entender por qué se rompe la tierra, cómo se libera la energía y todo lo que viene en el interior del planeta.

“Yo no sabía qué carrera estudiar, sólo quería algo que tuviera matemáticas o física aplicadas; pero vi que en la UNAM podía estudiar Ingeniería Geofísica, que es parte de las Ciencias de la Tierra, y después una especialidad en Sismología… entonces dije: ¡Esto es lo mío!”, subrayó.

La sismóloga mencionó que siempre contó con el apoyo de su familia para estudiar lo que ella quisiera, ya que su mamá fue maestra de matemáticas y le decía que “si bien esta ciencia era considerada para hombres, qué mejor que estar en un lugar que la retara”.

La sismóloga danesa Inge Lehmann fue fuente de inspiración para Pérez Campos, ya que ambas fueron las primeras mujeres en dirigir un Servicio Sismológico Nacional, además de hacer importantes contribuciones a la ciencia.

“La mujer es como más de 50 por ciento de la población; entonces, estamos dejando a gran parte de ésta afuera de una actividad tan importante como la ciencia. Todos y todas podemos hacer contribuciones, porque es relevante que participemos”, destacó.

Según el Instituto Mexicano para la Competitividad, en el país sólo tres de cada 10 profesionistas que eligieron carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son mujeres.

Sin tabúes

Otra mujer que se ha abierto espacio en las Ciencias de la Tierra es Ana Lillian Martin del Pozzo, investigadora del Departamento de Vulcanología del IGf, quien relató que cuando siendo estudiante presenció las erupciones de los volcanes de Colima y el Chichón, en Chiapas.

La vulcanóloga contó que cerca del Chichón trabajaban compañeros de la Comisión Federal de Electricidad, quienes les habían advertido que el Chichón estaba reactivándose por lo que ella y las demás personas que la acompañaban se alejaron del volcán. Desde Tabasco se veía una nube de ceniza impresionante y de pronto, explotó; afortunadamente ya había salido la mayor parte de la población, pero aun así hubo destrucción alrededor.

“Cuando yo era niña quería estudiar muchas cosas, pero siempre supe que sería científica. Las experiencias que tuve con los volcanes me llevaron no sólo a dedicarme a estudiarlos desde la cuestión básica de cómo se comportan, sino también a tener un compromiso social al realizar mapas de peligro y a participar en comités científicos en Protección Civil”, afirmó.

Martin del Pozzo indicó que la importancia de las mujeres y niñas en la ciencia radica en que se deje a un lado los tabús que engloban este campo, y que hay que tener convicción y claridad porque las mujeres tienen mucho que aportar.

Hoy en día, estas investigadoras puma del área de las Ciencias de la Tierra se empeñan en formar nuevas generaciones de científicas en el país, porque a pesar de que desde hace tiempo hay científicas reconocidas es necesario seguir impulsando a las niñas que sueñan estudiar estas carreras.

Por ello, con el propósito de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar, en 2016, el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

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