Los mundos de Milan Kundera: transiciones en Europa

“Traía el arte en sus venas; nació en una familia de músicos; se inició como poeta, dramaturgo, pero a la historia universal ingresó como novelista”: Kamila Hrabákova

Foto: Reuters.

Milan Kundera, considerado uno de los grandes autores del siglo XX, fue un hombre de contradicciones como todo ser humano, y un convencido comunista. En sus novelas a veces es humorístico, otras irónico; en algunos momentos trata temas complejos y existenciales, pero siempre con una aparente sencillez, consideraron los participantes en la mesa redonda Los mundos de Milan Kundera: transiciones en Europa.

Kamila Hrabáková, ministra consejera de la embajada de la República Checa en México, señaló que La insoportable levedad del ser figura entre las obras sugeridas a estudiantes a partir del nivel de educación secundaria. Al inicio de los cursos, “los alumnos reciben su lista de autores recomendados, entre ellos figura La broma, primera novela de Milan Kundera y la más traducida, además ser parte de las cien obras que cualquier ciudadano del mundo debería leer o familiarizarse con ella.

En el encuentro organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), en el marco del ciclo Pensando a Europa desde su literatura, recordó que Kundera nació en 1929 en la ciudad Brno, actual República Checa, y falleció en París, el 11 de julio de 2023, “cuando dejó de ser comunista. Fue un artista por esencia, traía el arte en sus venas; nació en una familia de músicos; se inició como poeta, dramaturgo, pero a la historia universal ingresó como novelista”.

En la sala Lucio Mendieta y Núñez de la FCPyS, Kamila Hrabáková recordó que luego de la invasión rusa de 1968, Kundera perdió su puesto como profesor en el Instituto Cinematográfico de Praga, sus libros fueron retirados de circulación y tuvo que exiliarse en Francia, por lo que la mayoría de su obra surgió en idioma francés y sólo dos de sus novelas fueron escritas en checo.

Tuvo un salto a la literatura con éxito, era el autor predilecto del régimen comunista en la década de 1950. Fue un izquierdista convencido y se unió al Partido Comunista checoslovaco durante la Segunda Guerra Mundial, pero más tarde se distanció de la política y abandonó el Partido. “Celebró la Primavera de Praga en 1968 cuando en el país se unieron las ideas de libertad y democracia. El sistema económico socialista fue un momento histórico en la vida de Milan Kundera”.

Por su parte, Paola Cuevas Loubet, editora de la Revista Bastardilla, comentó que hoy es relevante leer a Milan Kundera, “porque si bien en su época existía un régimen, un dictador, un poder censurador visible; hoy éste no es perceptible, está en todos lados”.

Indicó que se conocen más las novelas del escritor, quien antes fue poeta. Existe una poética en su narrativa, el ambiente de la música en el que creció le brindó un entorno específico para construir sus obras, ello es algo que no puede percibirse en la traducción y es lamentable. Su primer poemario se publicó en 1953, El hombre es mi jardín, y el segundo, Monólogos, en 1957.

Milán Kundera incursionó en los ensayos en 1986 con El arte de la novela, Los testamentos traicionados en 1992, y dos más que fueron los últimos y más recientes.

Destacó que las novelas de Kundera están empapadas de contexto histórico. La invasión rusa representó para él la destrucción creativa, porque se pierde la identidad. Esto no sólo pasó en la Unión Soviética, “hemos visto a muchos escritores salir de sus países, sean de izquierda o de derecha, no importaba”.

En su oportunidad, Dámaso Morales Ramírez, coordinador del Centro de Estudios Europeos de la FCPyS, apuntó que Kundera fue un hombre de contradicciones, como todo ser humano. Su estilo a veces es irónico, humorístico; en otros momentos trata temas complejos, existenciales, pero siempre con una aparente sencillez que es accesible a todo tipo de lector: eso lo hace universal. Mientras que en sus ensayos es perspicaz, sarcástico, “depende de la obra, la más emblemática o famosa es La insoportable levedad del ser”.

Comentó que Kundera nació en 1929, un año trágico por la crisis económica en Estados Unidos; “aunque también en Europa se sufrió, hubo cambios y ese trance fue marcando parte de su destino, pero también del mismo Milan Kundera: ese quizá fue el signo del escritor”.

Mencionó que el autor checo fue un hombre que vivió momentos convulsos de la historia europea; “podría verse en él parte de la historia de Europa, la de un hombre de contradicciones. Le ocurrió lo que al filósofo francés, Edgar Morin, quien era procomunista pero después con el estalinismo se dio cuenta que no era eso lo que visualizó, al menos de manera romántica. Ambos renunciaron al comunismo, aunque Kundera también lo hizo hacia una identidad propia”.

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