Mantienen los universitarios interés por lectura y escritura tras la pandemia

Presentan aumento en la digitalización de la experiencia lectora, donde los géneros favoritos son ciencia ficción e historias románticas

Emiliano Cruz, Leonardo Lomelí, Anel Pérez, Rosa Beltrán, Imelda Martorell, Martha Ramírez y Mariana Morales. Fotos: Francisco Parra.

Los estudiantes de la UNAM, desde bachillerato hasta licenciatura, disminuyeron levemente su gusto general por la lectura (en su concepción tradicional) después de la pandemia, pero se registra un aumento en la digitalización de la experiencia lectora, donde los géneros favoritos son ciencia ficción e historias románticas.

Estos son algunos de los resultados presentados de “Lo que siento cuando leo… Lo que pienso cuando escribo… Segunda Encuesta sobre prácticas de lectura y escritura de la comunidad estudiantil de la UNAM 2023”, en la Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios (Filuni).

Al hacer uso de la palabra, el secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, destacó que este ejercicio permite observar los cambios o la consolidación de las tendencias de lecto-escritura, especialmente para saber cómo afectó la emergencia sanitaria estas prácticas entre los universitarios.

“Esta información, además de que es una radiografía de los hábitos de lectura y escritura de la comunidad estudiantil en 2023, es un insumo muy importante para diseñar políticas que estimulen estas prácticas. Es fundamental que nuestros alumnos lean más y se expresen mejor, y construir nuevas narrativas que permitan a la juventud enfrentarse a una situación compleja, desafiante, pero también estimulante que los pueda llevar a construir nuevas utopías y le dé sentido a sus proyectos de vida y académicos”, destacó el economista.

Igualmente, Lomelí Vanegas consideró que sería interesante replicar este ejercicio para conocer los hábitos de lectura de los jóvenes de 15 a 25 años, ya que no todos tienen la oportunidad de estudiar, pues esto permitiría diseñar mejores políticas para llegar a ellos y lograr un avance importante orientado a recuperar el valor del lenguaje y lograr un cambio cualitativo en la sociedad joven de nuestro país.

Estado del espíritu

A su vez, la coordinadora de Difusión Cultural (CDC) de la UNAM, Rosa Beltrán Álvarez, manifestó que si bien se sabía que durante la pandemia se leyó más, es interesante revelar que también surgieron clubes de lectura, especialmente donde optaron por obras de ciencia ficción y novelas románticas; pero una vez que reiniciaron las actividades presenciales disminuyó esta práctica por placer y se incrementó en los textos escolares o relacionados con la educación.

“Las y los jóvenes siguen leyendo, que cambie el soporte o se sume a la presencia de los libros no quiere decir que éstos (los impresos) vayan a desaparecer. Los resultados refutan la idea de que leer 20 minutos al día es suficiente, pues no es cuestión de tiempo sino de estado del espíritu, y eso es lo que registra esta encuesta”, comentó la catedrática y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.

En la terraza del Centro de Exposiciones y Congresos de la UNAM, Imelda Martorell Nieto, coordinadora ejecutiva de Fomento a la Lectura y la Cultura Escrita, destacó que la encuesta reveló que si bien los estudiantes reportaron que leyeron más –alcanzando 55 por ciento–, la práctica de hacerlo por gusto registró una disminución de 13 por ciento; mientras que se incrementó a 46.6 por ciento la cantidad de estudiantes que afirman leer bastante o mucho, pero por obligación.

Dentro de los resultados, resalta que la generación que se encuentra actualmente en bachillerato repunta nuevamente como lectora por gusto, con 44.8 por ciento, lo cual coincide con el 44.9 estimado en 2019 para este rubro.

“Esta segunda encuesta retoma gustos e intereses relacionados con los géneros literarios, los formatos más utilizados para distintos tipos de lecturas, así como las razones por las cuales escriben, y sobre todo en los posibles cambios en las prácticas culturales provocados por casi tres años de confinamiento derivados de la pandemia”, por lo que esperan el texto sea un referente para los docentes dentro y fuera de la UNAM, y siga fortaleciendo comunidades que piensen en libertad, comentó.

Presentación en la terraza del Centro de Exposiciones y Congresos de la UNAM.

Más allá del libro

Anel Pérez Martínez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura, de la CDC, detalló que uno de los mayores aciertos de la encuesta es que se trató de incluir a todos los directores de facultades, escuelas y colegios de Ciencias y Humanidades de la Universidad en Ciudad de México.

La escritora destacó que la aplicación de este ejercicio permite reflexionar sobre qué se supone que es la lectura universitaria, es decir, ir más allá de que ser universitario es ser lector. Es clave que se haya preguntado sobre el sentimiento de quien lee, pues no importa saber cuántos libros se leen al año, sino la experiencia al hacerlo y escribir, y todas sus formas más allá del libro.

De acuerdo con el responsable del diseño de la encuesta, Emiliano Cruz, se priorizó que los resultados fueran comparables con el ejercicio realizado en la Universidad en 2019, por lo que se mantuvo la estructura, el orden y la redacción de las preguntas. La muestra que se revisó fue de 29 planteles universitarios, 14 de bachillerato y 15 de licenciatura en la Zona Metropolitana y Ciudad de México.

Sobre los resultados, el matemático resaltó que la escritura de textos personales parece ser adictiva, ya que 30 por ciento de los estudiantes los redacta dos o tres veces al mes; adicionalmente, revela que las fronteras entre la escritura y los diferentes medios no están claras para ellos, pues muchos refieren que no leen, pero sí están generando contenidos en redes sociales, o cuando escriben también las priorizan.

Tecnologización

A su vez, Mariana Morales, adjunta de Programas de Fomento a la Lectura y la Cultura Escrita, e integrante de la Cátedra de Lectura José Emilio Pacheco, externó: uno de los aspectos que quedó claro es que luego de la pandemia se sabe que cambiaron las circunstancias; pero se desconoce si se mantendrán, pues las fronteras sobre los medios de escritura y lectura se desdibujan.

La especialista en seguimiento y evaluación en organismos del sector público y privado, así como instancias de Unicef, Martha Ramírez, enfatizó que es interesante ver cómo de 2019 a 2023 se registró una tecnologización de la lectura, pues es notable que la tecnología llegó para quedarse a través de pódcast y audiolibros, entre otros, además de observar cómo se consolidan los textos.

“Lo que siento cuando leo… Lo que pienso cuando escribo… Segunda Encuesta sobre prácticas de lectura y escritura de la comunidad estudiantil de la UNAM 2023” puede consultarse a través del sitio: universodeletras.unam.mx

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