Medalla Manuel Tolsá a Dora Ruiz y Oscar Hagerman

Reconocimiento a sus destacadas trayectorias y aportaciones

Foto: Víctor Hugo Sánchez.
En reconocimiento a sus destacadas trayectorias y aportaciones a la arquitectura, al diseño industrial y a la enseñanza, la Facultad de Arquitectura (FA) otorgó la Medalla Manuel Tolsá –máxima distinción que concede la entidad universitaria– a Oscar Hagerman Mosquera y Dora María Ruiz Galindo Terrazas.

En el Teatro Estefanía Chávez Barragán de la FA, Oscar Hagerman, uno de los arquitectos mexicanos más importantes y queridos, “cuya trayectoria se ha enfocado en la arquitectura rural de zonas; maestro de toda esta nueva generación que abraza sus raíces y centra sus esfuerzos en los lugares en donde más se necesitan”, y Dora María Ruiz, esposa del destacado universitario, agradecieron el otorgamiento de esta distinción.

Ante familiares, amigos y estudiantes, Oscar Hagerman recordó que “hace muchos años estudié en la Facultad de Arquitectura de la UNAM. En el Taller de Félix Candela teníamos excelentes maestros, entre ellos José Villagrán, José Luis Benlliure y Mathias Goeritz. Entonces, era todo un honor impartir clases aquí y el mejor lugar donde pude estudiar”.

Le alegró el hecho de que también se le otorgara esta distinción a su esposa, “pues siempre trabajamos juntos, ella haciendo los programas y yo los proyectos”.

Al hablar de su experiencia profesional, indicó que a lo largo de su trayectoria ha encontrado tres formas de que el usuario participe en el proyecto de su vivienda: la primera, hablar con quien habitará la casa, “aunque es imposible puesto que cada vivienda sería diferente y tendríamos un problema de estandarización”. Es necesario considerar que 47 por ciento de los hogares que se construyen en México son inadecuados para vivir.

En segundo lugar, prosiguió, elaborar cinco o seis proyectos diferentes y que el usuario elija uno de ellos. Sin embargo, esta opción es limitada, ya que cada persona y familia son distintas.

Una tercera vía es realizar una arquitectura flexible, la mejor de las opciones, puesto que implicaría la participación del usuario, sobre todo de aquellas casas de los pobres. “El usuario decide dónde poner la cocina o si desea establecer una tienda o no”, por ejemplo.

La psicóloga Dora María Ruiz, egresada de la Universidad Iberoamericana, indicó que profesionalmente la ha unido a su esposo el compromiso, la pasión y el espíritu de servicio hacia los más pobres. De esa manera, “de la mano con la arquitectura, fuimos construyendo el camino junto con otros y otras que compartían el mismo sueño”.

Resaltó que su compañero de vida “comenzó a construir escuelas cuya intención era parte del proyecto educativo, y casas como parte del proyecto de vida buena de los sujetos y sus familias, tanto de la ciudad como del campo. Casas que armonizaran con sus costumbres, y nos fuimos acercando a los más pobres de los pobres y junto con ellos y ellas aprendimos”.

Al hacer entrega del reconocimiento, el director de la Facultad, Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes, señaló que se planeaba un homenaje a estas dos figuras de importancia para esa comunidad, por lo que consideraron que la mejor manera de rendirles tributo sería otorgarles la Medalla Manuel Tolsá, galardón que han recibido, entre otros arquitectos, Peter Eisenman, Daniel Libeskind y, más recientemente, Francis D. K. Ching.

Paloma Vera, quien participó en el libro Oscar Hagerman: arquitectura y diseño, y amiga de los galardonados, indicó que Ruiz Galindo desde hace más de 50 años camina con campesinos e indígenas de zonas rurales de extrema pobreza, acompañando y siendo parte de proyectos no gubernamentales y gubernamentales. “Con ellos y ellas ambos van en busca de una educación intercultural pertinente, factor de desarrollo que permita a todos y todas pensar por cuenta propia y tener las herramientas para hacer sus propios proyectos de vida buena”.

En la ceremonia también estuvo Enrique Ortiz Flores, académico de la FA.

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