Monopolización brutal del planeta por el ser humano: Sarukhán

Lo que consumimos es tanto o peor de malo que la cantidad de gente que habita la Tierra

El exrector. Foto: Francisco Parra.

Nuestra especie ha crecido y se ha apoderado del planeta; la monopolización es brutal. Se trata del único organismo biológico que ha alcanzado un crecimiento exponencial. A ello hay que sumar que los sistemas económicos y urbanos actuales han propiciado un gran distanciamiento entre humanos y naturaleza. “Cerca de 70 por ciento de la población se ubica en las grandes ciudades; la gente nace, se reproduce y muere ahí, sin contacto con la naturaleza. Nos hemos separado enormemente de ella”, afirmó el investigador emérito y exrector José Sarukhán.

En la conferencia ¿Qué le Estamos Haciendo a nuestro Planeta? Pérdida de Biodiversidad y Calentamiento Global, dictada en el Centro de Ciencias Genómicas, con sede en Cuernavaca, Morelos, el coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, expuso que desde el inicio del Homo sapiens, hace 200 mil años, han vivido unos 108 mil millones de seres humanos, de los cuales han muerto casi cien mil millones.

Quienes habitamos hoy en día el planeta representamos una pequeña cantidad de ese total; pero no sólo eso: en un lapso muy corto, de cerca de 200 años, nuestra especie ha tenido un impacto gigantesco en la Tierra, abundó el integrante del Instituto de Ecología de esta casa de estudios.

Lo que cada individuo usa es tanto o peor de malo que la cantidad de personas. A ello hay que añadir que la diferencia en el consumo entre naciones puede ser gigantesca: por ejemplo, entre India y Estados Unidos: en la primera se consumen 4.5 kilogramos de carne y 17 de papel por persona al año, contra 95 y 213 kilos en la segunda.

Lo que estamos viviendo

El miembro de El Colegio Nacional recalcó que nunca antes en la historia del planeta se habían registrado los niveles de incremento de dióxido de carbono en la atmósfera. “La curva de crecimiento es imparable y hoy tenemos 414 partes por millón, contra las 280 partes antes de la Revolución Industrial”.

Eso da como resultado la pérdida de los casquetes polares con el consecuente incremento del nivel del mar. En la Antártida, el fenómeno es más rápido de lo que los modelos predecían y el nivel medio del mar ha crecido 20 centímetros.

Además, los océanos se están calentando, “mala noticia para la vida marina, que está en un proceso de pérdida fenomenal. Un organismo afectado son los corales”.

Un efecto más son los incendios. En Australia por ejemplo, los bosques se queman con cierta regularidad, pero lo que ocurrió en días pasados es excepcional; “nunca habíamos visto esa cantidad de siniestros, debido al calentamiento de la atmósfera, la sequía tan fuerte y la combustión natural”, expuso Sarukhán.

Otro asunto relacionado con el impacto de la actividad humana en el planeta es la contaminación plástica, en particular, en los océanos, lo cual ha generado un problema brutal.

Al respecto, el ecólogo mencionó que el mundo pasó de producir 2.3 millones de toneladas de plástico en 1950, a 448 millones en 2015.

En cuanto a la biodiversidad, el experto señaló que ha habido eventos de pérdida muy importantes en el pasado, pero hoy se registra uno muy significativo, y la razón es el cambio de uso del suelo para producción alimentaria. La defaunación es muy fuerte por la pérdida de selvas y bosques, por la deforestación.

Las consecuencias de la pérdida de biodiversidad sobre el bienestar humano se ejemplifican en la isla que comparten Haití y República Dominicana. El primero ha perdido prácticamente todos sus bosques y selvas a diferencia del segundo; cuando un ciclón pasa, no impacta de igual manera. El huracán Jeanne (2004) propició tres mil muertos en el primer país y 18 en el segundo.

Lo mismo ocurre con la irrupción de enfermedades debido a la pérdida de hábitats y diversidad biológica. “Todo ello está involucrado en un sistema que es insostenible, y donde además del daño ecológico, tenemos daños a la salud humana”.

Ante tal panorama, no queda sino convencernos personalmente de que debemos cambiar y convencer a los de nuestro alrededor de lo mismo. Con una sociedad bien informada y actuante, tarde o temprano vendrá el cambio, concluyó Sarukhán.

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