Muy cerca de la selección mexicana

En tenis de mesa, Julio Alberto Raygosa Olivares, medalla de plata por equipos y bronce individual en el Campeonato Nacional de Tercera Fuerza 2022, subió a la segunda categoría

Andrés González, Héctor Castillo, Julio Raygosa y Ricardo Olalde. Foto: Cristina Jiménez.

El tenis de mesa de la UNAM dio un salto al alto nivel de esta disciplina deportiva en el plano nacional con la consecución del subcampeonato por equipos y un tercer lugar individual en el Campeonato Nacional de Tercera Fuerza 2022, organizado por la Federación Mexicana de Tenis de Mesa y celebrado el 31 de julio en el Comité Olímpico Mexicano.

La escuadra conformada por Julio Alberto Raygosa Olivares y Andrés Rodrigo González Barrera, ambos alumnos de la Facultad de Contaduría y Administración; y por Ricardo Olalde Gómez, de la Facultad de Ciencias, se hizo del metal argento en este certamen anual que reunió a representantes de más de 10 diferentes estados de la República mexicana.

Asimismo, Raygosa Olivares consiguió también una medalla de bronce en la modalidad individual de este evento, que Alumno de Contaduría y Administración Muy cerca de la selección mexicana En tenis de mesa, Julio Alberto Raygosa Olivares, medalla de plata por equipos y bronce individual en el Campeonato Nacional de Tercera Fuerza 2022, subió a la segunda categoría se retomó tras dos años en pausa debido al confinamiento por la pandemia de la Covid-19. Con estos resultados, el atleta puma ascendió a la Segunda Fuerza y ha comenzado su camino rumbo a la selección mexicana de la especialidad.

“Esto significa dar otro paso hacia el alto nivel, ya que ahora Julio competirá en la Segunda Fuerza, en la que hay menos jugadores, pero es justo el filtro antes de estar en el máximo nivel rumbo a la selección nacional de la disciplina. Si divides en dos grupos el tenis de mesa en México, digamos que de una generalidad hemos pasado a ser de primer nivel”, afirmó Héctor Castillo Islas, entrenador en jefe de los equipos representativos de tenis de mesa de la UNAM, tras el evento.

“Este logro ha sido el más difícil para mí, porque significó dar el paso a Segunda Fuerza. Llevo 10 años en este deporte, y que mi primera presea individual sea representando a la UNAM me llena de mucho orgullo, así como el metal en equipo”, aseveró, por su parte, Raygosa Olivares.

El atleta puma se presentó en este campeonato como jugador número uno del ranking de Tercera Fuerza, y al finalizar en la tercera posición individual consiguió su ansiado boleto a la Segunda. Esto significa que, si el universitario consigue medalla en el certamen del segundo mejor nivel en México, el cual se celebrará en Cancún, el próximo mes de septiembre, ascenderá a la máxima competencia y se convertirá en jugador elegible para la selección mexicana de tenis de mesa.

Por lo tanto, el objetivo actual de Julio Raygosa es obtener metal en Segunda Fuerza, y de ese modo acceder a una clasificación entre los mejores 16 jugadores de Primera Fuerza, cuyo campeonato se disputará en el mes diciembre del presente año.

Llevo 10 años en este deporte, y que mi primera presea individual sea
representando a la UNAM me llena de mucho orgullo, así como el metal en equipo”

Fruto de horas de entrenamiento

“El segundo puesto en equipos fue algo significativo, ya que cambió la mentalidad en lo físico y en lo mental respecto al torneo anterior, asumí mayor responsabilidad en el grupo. Me lastimé el hombro por el desgaste físico, mentalmente también fue exigente, pero nos dimos apoyo entre todos y es una sensación inimaginable”, expresó Andrés González, elemento del equipo puma.

Ricardo Olalde consideró que “este resultado es el fruto de horas de entrenamiento, la disciplina en el deporte, en la alimentación y en el aspecto psicológico, con el acompañamiento de nuestros especialistas. Es la primera medalla que logro y significa mucho para mí”.

En 2017, Julio Raygosa casi deja el tenis de mesa debido a que el terremoto de ese año le hizo perder parte del patrimonio familiar. “Pensé en abandonar el deporte para trabajar y reconstruir los bienes de mi familia. Si ya me sobrepuse a un evento como ese, el resto de obstáculos los puedo superar. Fue algo que me marcó mucho, y me ha servido como motivación”, expresó el atleta felino quien se tatuó en su brazo derecho la frase: “Nunca rendirse”.

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