Proliferan algas en las últimas dos décadas

Entre 2003 y 2020 ha aumentado casi en 60 % la frecuencia del florecimiento algal en costas de todo el mundo

Fenómenos nocivos representan riesgos para ecosistemas marinos y la sociedad.

En un ecosistema marino saludable el fitoplancton ocupa el lugar principal en la base de la cadena alimenticia, ya que éste –sobre todo en el océano y en los cuerpos de agua continentales–, es uno de los productores primarios más importantes en el planeta, su presencia y la fotosíntesis que realiza –un proceso que involucra agua, sales nutrientes, dióxido de carbono y radiación solar– resultan en la producción de oxígeno y la disponibilidad de nutrientes para el resto de la cadena alimenticia hasta representar una fuente de alimentos de alto valor nutritivo para el humano.

Sin embargo, cuando un florecimiento algal crece de manera exponencial la alta biomasa de microalgas puede agotar el oxígeno disuelto del agua por la noche, cuando no producen oxígeno, afectando, particularmente a la fauna ya sea por daño físico o por falta de oxígeno provocando mortandad tanto en áreas naturales como de cultivo o por la producción de diferentes tipos de toxinas que dañan la salud humana cuando consume productos provenientes de zonas contaminadas con estas toxinas. Este proceso, de acuerdo con el estudio “Coastal phytoplankton blooms expand and intensify in the 21st century” publicado en la revista Nature, podría estar ocurriendo en diversas costas del mundo.

En la investigación –realizada por especialistas de la Southern University of Science and Technology de Shenzhen, China; la Universidad del Sur de Florida, el Woods Hole Oceanographic Institution y la Universidad de Maryland, en Estados Unidos– se hizo diariamente, entre 2003 y 2020, un mapeo de floraciones de algas costeras con el que se determinó que éstas se han extendido en 13.2 % y la frecuencia de los florecimientos se incrementó 59.2 % en 126 de los 153 países analizados, mientras que las floraciones se debilitaron en las áreas tropicales y subtropicales del hemisferio norte.

El grupo de científicos apuntó en la publicación que el estudio “documenta la relación entre las tendencias de floración y la circulación oceánica, e identifica los efectos estimulantes de los aumentos recientes en la temperatura de la superficie del mar” y afirmaron que el incremento mundial de la temperatura sólo acelerará el problema.

“Aunque muchas floraciones pueden ocurrir naturalmente, se espera que los nutrientes relacionados con la eutrofización antropogénica intensifiquen su frecuencia a nivel mundial… Las proliferaciones de algas que causan daño se han convertido en un importante problema ambiental en todo el orbe. Por ejemplo, las toxinas producidas por algunas especies de algas pueden acumularse en la red alimentaria, provocando el cierre de pesquerías, así como enfermedades o mortandad de especies marinas y humanos”, añadieron.

Para Rosalba Alonso Rodríguez, investigadora de la Unidad Académica Mazatlán del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, el problema no sólo está relacionado al aumento de la temperatura del agua alrededor del mundo, también al deficiente tratamiento de nuestras aguas residuales que se descargan en las costas.

“Estamos cambiando la naturaleza. Estamos modificando las condiciones naturales y promoviendo cambios en la composición del fitoplancton. Con esto me refiero a especies oportunistas, con muchas ventajas sobre las especies que usualmente conforman el 75 % de la composición del fitoplancton, como son las diatomeas. Estas otras especies pueden provocar daños de diferente manera, tanto físicos como químicos. Cambiar el orden natural tiene consecuencias y ya nos estamos enfrentando ellas, como son los daños a nuestra economía, a nuestra salud, a nuestra sociedad”, subrayó Alonso Rodríguez.

La especialista destacó que en la Unidad Mazatlán también se ha realizado un seguimiento diario de los florecimientos algales por 43 años –cuyos resultados de 1979 a 2014 (35 años) fueron publicados en el artículo “Historical observations of algal blooms in Mazatlan Bay, Sinaloa, Mexico”– y comentó que gracias a este estudio: “Nos dimos cuenta que lo que se ve en otros países –como en China, muy impactado por la contaminación debido a la alta densidad poblacional– es un reflejo a escala de lo que se observa en Mazatlán: hemos tenido cambios en el número de especies durante este periodo, de 8 a 14, que las especies benéficas se han reducido a 17 % dando lugar a la presencia de especies dañinas y productoras de toxinas”.

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