Proponen restaurar laguna mexiquense con humedal y plantas de tratamiento de aguas residuales

Ruth Ángela Adame Villamil realizó el trabajo ganador con muestras obtenidas de ese cuerpo de agua. Foto: cortesía Ruth Ángela Adame Villamil.
Con un proyecto original y de posible aplicación para restaurar una laguna contaminada en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, Ruth Ángela Adame Villamil, egresada de la maestría en Ingeniería Ambiental de la UNAM, obtuvo el Premio Fernando González Villarreal a la Mejor Tesis en Recursos Hídricos, estímulo que otorgan la Red del Agua y Fundación UNAM a integrantes de la comunidad universitaria.

El proyecto se titula “Estrategia para la selección del escenario conceptual más viable para el mejoramiento y aprovechamiento de la laguna La Piedad, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México” y fue desarrollado en un Laboratorio de la Facultad de Química (FQ), el posgrado del Instituto de Ingeniería, campo de conocimiento ambiental, y nutrido con muestras obtenidas en el cuerpo de agua en la entidad mexiquense.

En entrevista, Adame Villamil explicó que hizo su tesis en el Laboratorio de Microbiología Experimental de la FQ, bajo la dirección de Víctor Manuel Luna Pabello, y también tuvo como revisores a Alma Concepción Chávez Mejía, Georgina Fernández Villagómez y Oscar González Barceló, los tres del Instituto de Ingeniería (II), así como a Mercedes Esperanza Ramírez Camperos, del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).

Se trata del segundo reconocimiento que Adame Villamil recibe por su tesis de maestría; el primero fue una mención honorífica en el Premio Comepo a Mejor Tesis de Posgrado para la Innovación y el Impacto Social en México, un galardón en el ámbito nacional otorgado por el Consejo Mexicano de Estudios de Posgrado (Comepo).

Ingeniera química por la Universidad Tecnológica de México (Unitec), la galardonada cursó la maestría en Ingeniería Ambiental en la UNAM, institución donde se sintió muy contenta y a la que no descarta volver de su actual trabajo en Jalisco para estudiar un doctorado.

Trabajo integral

La tesis plantea un muestreo inicial de la laguna La Piedad con el fin de determinar cuáles son los focos en donde se requiere mayor atención, para luego concentrarlos de tal forma que se optimicen los recursos existentes y las nuevas propuestas y así poder limpiar el agua de esa laguna que hoy se encuentra sin vida acuática debido a la alta contaminación.

Este cuerpo de agua recibe el constante vertido de contaminantes, principalmente de tipo municipal, y su flujo es más lento, lo que hace que se sature y haya pérdida de vida acuática.

Adame Villamil apuesta por una propuesta integral, que considera la construcción de un humedad artificial y la puesta en marcha de dos plantas de tratamiento de agua residual que ya existen en el sitio y están actualmente en desuso.

“Se sugiere empezar con una etapa en donde pondremos un humedal artificial que sirva como un filtro o riñón de la laguna. Si no se deja de verter agua contaminada no se mitigará el daño, sin embargo sería un principio para captar contaminantes”, detalla.

Los humedales tienen la capacidad de tratar el agua residual de forma química, biológica y física y, de acuerdo a la tesis, es la tecnología con mayor retención de contaminantes.

Después, en una siguiente etapa, se pondrían en marcha dos plantas de tratamiento: una de tipo convencional que funciona con lodos activados, captando y tratando el total del agua que entra a la laguna; y otra que ya existe en el sitio pero que necesita rehabilitación, así como otras etapas subsecuentes.

“La laguna de La Piedad tiene una particularidad: en la temporada de estiaje tiene cierta carga de agua con alto volumen de contaminación, la cual puede disminuir al aumentar la cantidad de agua limpia durante la época de lluvias, cuando se diluyen los contaminantes”, explica.

Entonces, el sistema de tratamiento de aguas residuales debe considerar las variantes en este volumen de agua, que es variable a lo largo del año.

Adame Villamil considera que el caso de la laguna La Piedad es muy buen ejemplo de cómo se puede perder un cuerpo de agua debido a la falta de planeación y a la contaminación.

La galardonada considera que se requieren unos 220 millones de pesos para llevar a cabo su proyecto en el municipio mexiquense, por lo que se requieren apoyos del municipio y federales a través de la Comisión Nacional del Agua.

Por lo pronto, el estímulo académico de este premio motiva e invita a la galardonada para regresar a la UNAM a cursar un doctorado en Ingeniería Ambiental.

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