Realiza el ICAyCC investigación de calidad para la sociedad

Un año de trabajo como Instituto. Foto: Francisco Parra.

Con ocho ejes temáticos, la ampliación de las líneas de investigación y proyectos, la consolidación de formación de su personal y una visión para atraer a más jóvenes a la ciencia, el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) cumplió su primer año de labores, informó su director Jorge Zavala Hidalgo.

Ante la comunidad de esta entidad universitaria, reunida en el Auditorio Julián Adem, el también investigador destacó que si bien el ICAyCC se transformó en 2021, la tradición de investigación de las ciencias atmosféricas se remonta a 1877, con el primer Observatorio Nacional que llevó a la creación del Servicio Meteorológico Nacional en 1901.

“Tenemos un Plan de Desarrollo organizado en torno a ocho ejes estratégicos, cada uno de los cuales tiene uno o varios programas, con sus respectivas metas e indicadores. Esto es resultado del esfuerzo colectivo que se realizó durante el año”, comentó Zavala Hidalgo.

Los ejes de trabajo para la nueva etapa del Instituto se basan en crear un ambiente laboral positivo, de colaboración, respetuoso y tolerante; impulsar la superación, capacitación y promoción del personal académico; fortalecer el impacto del ICAyCC en cursos de educación continua, licenciatura y posgrado; generar proyectos de mayor alcance con un balance de investigación básica, aplicada y servicios especializados; impulsar la divulgación; fortalecer los proyectos institucionales; así como mejorar la administración y la infraestructura, y su sostenibilidad.

Esto, precisó, ha llevado a ampliar los objetivos específicos y las líneas de investigación, que poco a poco surgen posicionando al ICAyCC como referente nacional por sus trabajos de gran impacto e interés para la sociedad.

Tal es el caso de los proyectos: “Elementos para la caracterización y diagnóstico de la calidad del aire en la cuenca atmosférica de Tula”, de Elizabeth Vega, en colaboración con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático; la “Evaluación de dispositivos basados en microsensores para el monitoreo continuo de la calidad del aire”, de Michel Grutter de la Mora, con apoyo de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México; mejoras en la “Predicción del inicio y fin de la temporada lluviosa en la Cuenca del Valle de México”, promovido por Paulina Ordoñez y Arturo Quintanar; incluyendo temas de frontera en contaminación y salud como el proyecto “Medicina ambiental, efectos de ftalatos y HAPs y su asociación con susceptibilidad de cáncer mamario”, de Omar Amador, Karen Nava y Thelma Castro, por mencionar sólo algunos.

“También, por ejemplo, está el proyecto de Arón Jazcilevich y René Rensoli, para revisar la distribución y caracterización óptica de aeropartículas en un cañón urbano, viendo cómo en la calle o banqueta los niveles de contaminación pueden ser distintos; entonces, si uno trae a un niño pequeño, es posible que resulte más afectado. Es muy importante entender esto porque de ahí se pueden derivar políticas públicas”, enfatizó Zavala Hidalgo.

Respecto a los proyectos institucionales de largo aliento, el director destacó que el Programa de Estaciones Meteorológicas del Bachillerato Universitario está renovando sus sensores en cada una de sus estaciones, y trabaja con jóvenes de los nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria y el Colegio de Ciencias y Humanidades. También se están renovando los equipos de la Red Universitaria de Observatorios Atmosféricos; se mantiene la medición de flujos de carbono, la Red Mexicana de Aerobiología y los diversos programas de pronósticos meteorológicos.

Al referirse al personal del Instituto, el director destacó que se cuenta con 49 investigadores, 34 técnicos académicos y un catedrático del Conacyt. De este personal cuatro son colombianos, un estadounidense, un holandés, una española y una argentina. Además, se trabaja en mejorar la paridad de género, pues el 59 por ciento de investigadores son hombres y 41 por ciento mujeres; mientras que del personal técnico académico 65 por ciento son varones y 35 por ciento féminas.

En cuanto a la productividad, el académico universitario destacó que en este primer año de actividades se han publicado 90 artículos indizados; es decir, revistas de gran prestigio internacional. Asimismo, el Instituto publicó dos libros: Entre humo y arcilla: contaminación ambiental y sobrevivencia humana en la producción artesanal de ladrillos y Plaguicidas y salud en Comatlán en Cojumatlán de Régules, Michoacán; además de que se alcanzó un récord histórico en el número de cursos (112), desde el bachillerato hasta el posgrado, ofrecidos por especialistas del ICAyCC.

Finalmente, Zavala Hidalgo destacó que este es el primer año de trabajo y agradeció a la comunidad por su esfuerzo y colaboración para consolidar al ahora Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático.

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