Reconocimiento 35 de 35 a joven arquitecta puma

Vania Itzumi Catalán Pérez lo obtuvo por su proyecto de investigación “Vulnerabilidad de la vivienda multifamiliar frente a daños por sismo”

Foto: cortesía Vania Catalán.

Por su proyecto de investigación “Vulnerabilidad de la vivienda multifamiliar frente a daños por sismo”, Vania Itzumi Catalán Pérez, egresada de la Facultad de Arquitectura, obtuvo el Reconocimiento Nacional 35 de 35 en la categoría de acción social, que otorga la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana, AC, por medio de la Comisión Nacional de Jóvenes Arquitectos.

Este reconocimiento nacional es entregado a un máximo de 35 jóvenes arquitectos de hasta 35 años de edad que sean miembros de los Colegios de Arquitectos federados y abarca cinco categorías: artes, acción social, hábitat, innovación y difusión.

En 2018, Vania Itzumi fue aceptada en la Coordinación de Ingeniería Estructural del Instituto de Ingeniería de la UNAM para que, como parte de su servicio social, colaborara bajo la coordinación de Miguel Ángel Jaimes Téllez en un proyecto de investigación cuyo objetivo era estudiar el comportamiento de algunas viviendas multifamiliares que ya habían soportado los terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985 durante el reciente sismo del 19 de septiembre de 2017.

“En ese momento, muchas personas tenían la idea de que, si su vivienda ya había resistido los sismos de 1985 y 2017, podía soportar otros de menor o igual magnitud. Sin embargo, Jaimes Téllez y yo concluimos que tal premisa no ponía a salvo la vida de esas personas”, dice Catalán Pérez.

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La joven universitaria visitó varias viviendas y revisó en Internet algunos dictámenes estructurales para corroborar cierta información relacionada con los daños que había causado el sismo de 2017 en ellas. De esta manera terminó su servicio social con una gran cantidad de datos duros.

“Entonces, Jaimes Téllez me invitó a hacer mi tesis de licenciatura con él para profundizar en el tema. A mí, la verdad, me había gustado mucho el proceso de investigación: visitar las viviendas, corroborar los daños, adquirir conocimientos sobre ingeniería estructural. Fue así como empecé mi tesis de licenciatura, pero ahora buscando una relación directa con la arquitectura, para ver en qué punto influía en el hecho de que hubiera daños por sismos en las viviendas multifamiliares.”

Posteriormente, Catalán Pérez hizo una estancia de investigación poslicenciatura en la Coordinación de Ingeniería Sismológica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, con Eduardo Reinoso Angulo.

“En esa ocasión presenté mi proyecto de investigación con un enfoque de política pública, de derechos humanos. Quería saber qué daños se originan a nivel humano y social a consecuencia de los daños estructurales que sufre una vivienda durante un sismo. Poco después, la Universidad Iberoamericana de Puebla publicó su convocatoria para concursar por una beca de posgrado. Así pues, decidí participar con mi proyecto de investigación y, como quedé en segundo lugar, conseguí una beca de 70 % para cursar una maestría en Diseño Estratégico e Innovación. En esta maestría interdisciplinaria se desarrollan proyectos de innovación social para mejorar algún asunto humano, por lo que mi trabajo encajó muy bien en ella.”

Ahora, el reto consistía en empatar la investigación científica que desde hacía dos años venía haciendo la joven universitaria con la cuestión social, lo cual implicaba acercarse a las personas y hacerles entender que era fundamental llevar a cabo labores de mantenimiento en su vivienda y no modificar su sistema estructural, entre otras medidas preventivas. Y a eso se abocó.

“El mío es un proyecto de investigación integral que busca no sólo cambiar la política pública en cuanto a la prevención de los daños potenciales de un sismo, sino también hacer un acompañamiento de las personas que padecieron y siguen padeciendo los daños del sismo de 2017 e incluso de las que no, pues es necesario que éstas igualmente tomen conciencia de los peligros que supone cualquier movimiento telúrico. Lo que no queremos es que se vuelvan a perder las condiciones de habitabilidad de la vivienda multifamiliar, porque esto llega a afectar hasta los derechos humanos de las personas. Y es que, cuando alguien no puede rehabitar su vivienda, se alteran diferentes aspectos de su vida diaria: su salud, su convivencia con los demás, sus actividades laborales… No hay que olvidar que la vivienda es el núcleo central de las personas, de las familias”, añade Catalán Pérez.

La joven universitaria y su tutor, Reinoso Angulo, preparan en la actualidad un informe que incluye una serie de recomendaciones para disminuir la vulnerabilidad de la vivienda multifamiliar y que habrán de presentar en diciembre a las autoridades del gobierno de la Ciudad de México. “Además, deseo publicar mi investigación para que las personas comunes y corrientes la conozcan, pues a final de cuentas el objetivo de mi trabajo es mejorar las condiciones en que viven”, concluye Catalán Pérez, quien continúa estudiando su maestría en la Universidad Iberoamericana de Puebla.

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