Rompiendo barreras

“Desde pequeño me han enseñado que una persona se refleja por el estudio, por su educación; y si esto sirve para ayudar a la sociedad, a la humanidad, pues es mejor estar preparado. Y si es en una institución universitaria, doblemente bueno”, dice Gustavo Abraham Martínez Reyes, joven invidente de 15 años que a su corta edad no conoce los límites para su formación académica e integral.

Una de sus aspiraciones de vida es alcanzar una carrera profesional en la UNAM. Para ello estudia arduamente y, como ejemplo, en su primer semestre como alumno del CCH Oriente obtuvo 9.16 de promedio.

De esta escuela sólo sabía que era una estación del Metrobús. Gracias a la orientación de sus primos, exalumnos, lo motivó a prepararse para ingresar a ella, situación que le ha ayudado a tener más confianza en sí mismo, practicar la comunicación interpersonal y desechar la actitud retraída y de desconfianza.

Es aficionado de Pumas. Su ilusión es presenciar un encuentro de futbol del equipo de sus amores. Practica varios deportes de pista y campo; le gusta correr, leer, nadar y conversar en inglés con sus compañeros.

Avecindado en Ciudad Nezahualcóyotl, padece glaucoma congénito del ángulo abierto; en su infancia veía poco, un accidente en la primaria le ocasionó desprendimiento de retina y perdió la visión por completo.

Él, quien se prepara cotidianamente en el aula y en los talleres de educación física, acepta esta limitante como un reto y no como una condición para no hacer nada; por el contrario, se siente motivado para explotar otras habilidades, como bañarse y vestirse solo, andar sin riesgo por la casa o la escuela, hacerse responsable de sus tareas y lecturas mediante el sistema de lecto-escritura Braille, con el apoyo de sus padres, quienes le han ayudado a enfrentar su discapacidad.

Todas las materias le gustan por igual; pero se inclina por la música, la natación, la lectura y la escritura. Esto para que llegue en óptimas condiciones e ingrese a la carrera de química o de historia. Esta última es la que más le apasiona.

Para alcanzar esta meta asiste a las asesorías, a las clases de inglés en la Mediateca, y también a los talleres de educación física que, con la asistencia de Juan Flavio Sansón Figueroa, le han dado otro sentido a su vida, pues ha encontrado más compañeros, más solidaridad y más atrevimiento para involucrarse en diversos ejercicios.

Al enviar un mensaje, destacó que los problemas y los obstáculos sólo están en la mente. “Uno mismo se los pone, por eso se debe seguir adelante sin importar lo que esté en contra. Deben superarse, integrarse, ocuparse y ser responsables de sí mismos con la familia y con los compañeros de clase”.