Seguirán temperaturas anómalamente altas en la primavera de 2024

El fenómeno de El Niño se mantendrá presente hasta los primeros meses de 2024, y si se considera su contribución a la tendencia global del calentamiento de las aguas del Pacífico mexicano, se pueden esperar en la zona más huracanes intensos, además de la pérdida de los corales en el país, reflexionaron investigadores del Instituto de Ciencias Atmosféricas y Cambio Climático (ICAyCC).

Jorge Zavala Hidalgo, director del ICAyCC, detalló en conferencia de prensa que históricamente los fenómenos de El Niño alcanzan su máximo desarrollo o pico de anomalías de temperatura hacia diciembre-enero y febrero, por lo que se espera que así ocurra este año y se mantenga durante los meses de la primavera de 2024; en consecuencia, continuarán las temperaturas anómalamente altas”, explicó el experto en Interacción Océano-Atmósfera.

Por su parte, Benjamín Martínez López, investigador del mencionado Instituto, añadió que, según los registros de 2023, “estamos ante la posibilidad de que este Niño sea uno de los más intensos que ha habido, lo cual se está manifestando con las corrientes de chorro, los nortes que llegan al país y las tormentas fuertes en altas latitudes”.

Lo anterior se vio reflejado sobre todo en el incremento de temperaturas registradas en el pasado mes de septiembre en Guerrero. Si bien las proyecciones para 2024 indican que en los primeros meses continuará el fenómeno, esta situación no durará todo el año, pues se espera que de inicio La Niña lo compensaría.

Guillermo Horta-Puga, profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, destacó que el incremento de la temperatura del agua oceánica, la absorción de dióxido de carbono, así como la acidificación del líquido tienen también como efecto el blanqueamiento de los corales.

“Lo que nos llama la atención es que suponíamos que ahora que baja la temperatura, acercándonos a fin de año y con el invierno, dejaríamos de ver corales blanqueados, pero no. Eso es algo que nunca se había observado. Todavía no sabemos cuánto se perderá, pero la proporción es muy alta y la mayoría ya ronda entre 80, 95 o incluso 100 %.”

En tanto, Karina Ramos Musalem, del ICAyCC, detalló que el calentamiento del océano aumenta la deficiencia de oxígeno en capas profundas, afectando procesos que dañan a bacterias y su metabolismo, generando problemas en muchas zonas costeras.

La temperatura, dijo, está aumentando, pero esto será modulado por la capacidad del planeta para que el agua fría de la profundidad pueda llegar a zonas más superficiales; a lo cual se suma la intensidad de los vientos, que se ve modificada por el cambio climático, por lo que es necesario indagar cómo afectará este fenómeno a la productividad primaria de las costas.

Finalmente, Julián Velasco Vinasco, del ICAyCC, explicó que el incremento de las temperaturas globales ha llevado al desprendimiento de grandes bloques de hielo que aportan agua dulce al océano, lo que podría llevar a un colapso de la Corriente Circular del Atlántico, que ya se ha comenzado a documentar.

Resaltó que hay proyecciones las cuales les han permitido predecir qué pasaría si hacia 2070 se apaga esta corriente, y se dedujo que llevará a una “pérdida de especies no igualada con ningún evento climático del pasado”.

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