Símbolos patrios: cohesión social, política y cultural de los mexicanos

Javier Torres señala que tenemos una cultura rica, variada e importante en el mundo; de ahí proviene nuestro nacionalismo

Orgullo nacional, reconocida internacionalmente como la más bonita del mundo, la Bandera Nacional constituye una representación del país, símbolo de las luchas del pueblo mexicano que sintetiza su libertad; fue ondeada por los consumadores de la Independencia y los defensores de la soberanía en la proclama de Leyes de Reforma y en la Revolución Mexicana.

En 1823 se incorporó a la bandera el Escudo Nacional, el cual tuvo modificaciones durante los dos primeros imperios mexicanos –Agustín de Iturbide (1822-1823) y Maximiliano de Habsburgo (1863 y 1867). Ambos signos identitarios, junto con el Himno Nacional, entonado por primera vez el 15 de septiembre de 1854, en el Teatro Nacional, constituyen los símbolos máximos que animan y comprometen a los mexicanos.

Javier Torres Medina, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, recordó que a lo largo de los últimos 200 años, México ha tenido cuatro banderas, con varias modificaciones y cambios en el diseño.

A lo largo de la historia, las banderas han tenido que ver con una serie de narrativas nacionalistas, patrióticas, con eso que Brian Connaughton, doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM, dice: “pasamos de la desacralización de lo religioso a la sacralización de lo cívico”, refirió Torres Medina, especialista en Historia Económica.

Ahora vamos al altar a la patria a llevarle una ofrenda floral al héroe nacional. “Entonces, vamos a sacralizar lo cívico, como las fiestas oficiales y como nuestra bandera sagrada, un símbolo de unión que, aunque vivamos en un Estado laico, no se ha desligado del todo de la religiosidad”.

Himno

Según el Archivo General de la Nación, al igual que los otros símbolos patrios, el Himno cumple la función de cohesionar social, política y culturalmente al pueblo. A lo largo de la historia, México tuvo varios himnos, que por una u otra razón terminaron en el olvido debido a las pugnas entre liberales y conservadores.

Entre los primeros de los que se tiene registro, fue la marcha de José Torrescano, en 1821, previo a la consumación de la Independencia, con motivo de la capitulación de Querétaro ante las fuerzas de Iturbide, y la Garmendia, en Tulancingo, compuesta para exaltar las virtudes del emperador Iturbide; no obstante, no tuvieron trascendencia.

Durante el último periodo presidencial de Antonio López de Santa Anna, de 1853 a 1855, se realizó un concurso para crear un himno nacional. De los participantes destacaron la musicalización del compositor Jaime Nunó y la lírica de Francisco González Bocanegra, ambas partes constituirían el actual Himno Nacional, interpretado por primera vez en el Teatro Nacional, en septiembre de 1854.

Escudo

Javier Torres citó que el águila erguida sobre el nopal devorando la serpiente, que forma parte del Escudo Nacional, es una imagen prehispánica que simboliza la fundación de México-Tenochtitlan durante la etapa colonial, la cual se reforzó cuando los congresos independistas y autonomistas en Zitácuaro y los de Chilpancingo retomaron ese signo prehispánico para borrar 300 años de la Colonia.

Lo interesante es que ese símbolo mexica representaría a una nación, no sólo a Ciudad de México, y se retoma después del Congreso Constituyente de 1823- 1824, expuso.

El Escudo muestra tres símbolos de la identidad mexica: el nopal, el águila y la serpiente, en referencia al relato de peregrinación desde Aztlán hasta la fundación de Tenochtitlan, así como el águila devorando la serpiente que alude a la victoria del Sol sobre sus enemigos.

De acuerdo con información del Archivo General de la Nación, durante los siglos XIX y XX el Escudo Nacional tuvo varias transformaciones. El diseño actual es obra de los artistas Francisco Eppens Helguera y Pedro Moctezuma. La Bandera Nacional vigente fue adoptada el 17 de septiembre de 1968 y se decretó el 24 de febrero como el Día de la Bandera.

Los mexicanos tenemos un enorme cariño patriótico y cierta veneración popular hacia los símbolos patrios; “está muy acendrado nuestro nacionalismo y, en algunos momentos, hemos sido criticados por ello. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que tenemos al lado a un vecino cuya cultura es avasalladora e incluso transgrede otras culturas”, remarcó.

Por último, señaló que los mexicanos también tenemos una cultura impresionante, rica, variada e importante en el mundo, de ahí proviene nuestro nacionalismo, porque se construye a partir de la otredad, pero también de la centralización de una hegemonía simbólica y de rechazo hacia la xenofobia y el chovinismo.

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