Sin evidencias de una nueva variante del virus

Desatención en la vigilancia epidemiológica en África y una fiesta multitudinaria en las Islas Canarias habrían detonado el actual brote

Continúan las investigaciones para determinar las causas que detonaron el actual brote de la viruela del mono que ha prendido las alertas sanitarias en todo el mundo ante el incremento acelerado de los contagios y, hasta el momento, los científicos no han detectado alguna mutación o nueva variante del virus de esta enfermedad que se descubrió desde 1958.

De acuerdo con Francisco Monroy López, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, aun cuando los científicos de la Organización Mundial de la Salud no han dado una explicación oficial sobre las causas que desencadenaron la rápida propagación del virus, una de las hipótesis más sólidas es la coincidencia de dos eventos que se registraron simultáneamente: por un lado, un aumento en el número de casos que se presentó en la República Democrática del Congo a principios de mayo, y por otro, la realización de una fiesta masiva que se celebró en las Islas Canarias, a la cual acudieron una o varias personas que ya se encontraban infectadas y que habrían contagiado a varios de los asistentes que después regresaron a sus países de origen a realizar sus actividades habituales, transmitiendo el virus entre familiares y amigos cercanos.

El especialista destacó que al analizar este brote en particular, se detectó una clara coincidencia en los datos, fechas y lugares de los dos eventos; por un lado se observa un aumento en el número de casos de viruela símica en África (más de mil 300 contagios confirmados en los últimos tres meses), los cuales no tuvieron el seguimiento ni la vigilancia epidemiológica adecuada; y, por otro, aparecieron en esas mismas fechas varios casos positivos en España, Portugal e Inglaterra, principalmente de gente que habría participado en una fiesta multitudinaria denominada Maspalomas Pride, a la que asistieron más de 80 mil personas.

Pobreza y marginación, ligados

Monroy López explicó que para comprender la magnitud de la emergencia sanitaria decretada por la viruela del mono deben considerarse varios factores ligados a las condiciones de pobreza y marginación en las que se encuentran los países africanos, mismas que se reflejan en una falta de atención oportuna en los servicios médicos y de salud, los cuales están prácticamente abandonados por los organismos internacionales.

Indicó que aun cuando a finales de abril y principios de mayo se contaba ya con cifras que mostraban una clara tendencia a la alza en el número de casos de la viruela del mono en la República Democrática del Congo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no le dio la importancia debida, y hasta que aparecieron varios brotes en Europa y América fue que se determinó la declaratoria de emergencia sanitaria internacional ante la rápida propagación de la enfermedad.

“La OMS no le da importancia al tema de la viruela del mono mientras se mantenga en África, y esa es una realidad muy lamentable. La atención y el apoyo internacional con dificultad llegan oportunamente y es hasta que la enfermedad sale de ese continente y empieza a afectar a los blancos cuando las acciones y decisiones de los organismos internacionales comienzan a mostrarse. Sigue permeando un concepto colonialista muy arraigado que termina propiciando el abandono”, afirmó.

Por otra parte Monroy López externó su preocupación por el desinterés mostrado por varios países ante el llamado de la OMS a incrementar las medidas de prevención contra la viruela del mono, lo cual, dijo, también ha contribuido a que se siga expandiendo la enfermedad; además del tema de la desinformación y los prejuicios en torno a los pacientes infectados. “Muchas personas siguen asociando a la enfermedad con los monos, como algo ajeno y exótico o consideran que se trata de un problema exclusivo de la comunidad homosexual, y siguen pensando que nunca les va a tocar o que no se van a contagiar”.

En ese sentido, el académico insistió en la necesidad de dejar en claro que éste no es un padecimiento de un grupo específico de la población, que es un mal global altamente contagioso que le puede dar a cualquiera que entre en contacto con alguna persona infectada, y por eso reiteró que es muy importante estar atentos y monitoreando puntualmente el estado de salud de familiares, amigos y conocidos de nuestro círculo cercano.

Finalmente Francisco Monroy confió en que, a pesar del aumento en los contagios, la enfermedad no se saldrá de control, y para ello los gobiernos tendrán que tomar acciones de contención más efectivas y contundentes, en tanto que las personas con algún síntoma deben acudir de inmediato al médico para obtener un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, con medidas de aislamiento, que contribuyan a detener la propagación del virus.

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