Tercera ola: vacunas anticovid protegen, no dan inmunidad

Previenen infecciones severas y graves, pero no eximen de contagiar a otros, señalan expertos universitarios

Nuestras acciones son las que marcan el comportamiento de la tercera ola de la pandemia por la Covid-19, que hasta ahora ha ocasionado más de 43 mil muertes e infectado a más de 250 mil personas en el país, señalaron Mauricio Rodríguez Álvarez y Susana López Charretón.

“Si destapamos la olla, salimos, hacemos fiesta y no nos cuidamos, estamos dándole todas las facilidades al virus para resurgir. En la medida en que entendamos que depende de nuestras acciones el controlar la infección, su esparcimiento, y nos comportemos con responsabilidad, vamos a salir de esto”, comentó López Charretón, del Departamento de Genética del Desarrollo y Fisiología Molecular del Instituto de Biotecnología.

Con ella coincidió Rodríguez Álvarez, vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia por Coronavirus de la UNAM, y destacó que a 17 meses de iniciada la pandemia por el SARS-CoV-2 esta tercera ola es el resultado de varios factores que se conjuntaron:

“El ingreso a nuestro territorio de variantes más contagiosas, como la Delta; muchas personas tienen fatiga debido a la pandemia y no siguen las medidas de precaución como antes; muchos se confían porque ya están vacunados y la gente en su entorno también; a finales de junio terminó el ciclo escolar y empezaron las vacaciones, lo que pone en movimiento a muchos adolescentes, escolares y preescolares.”

Al mismo tiempo, dijo, la tercera ola pandémica está marcada por una mejor capacidad de detección, pues nada más en Ciudad de México se realizan 20 mil pruebas diarias, lo que ofrece información y datos con los que no se contaba antes. Esta medida fue implementada desde finales de enero y en la primera ola sólo se podían hacer pocas pruebas de PCR.

A esto se suma la presencia de las vacunas, las cuales, por sí solas, no pueden evitar los contagios; se deben acompañar con otras medidas de salud como higiene de manos, cubrebocas, ventilación y sana distancia, entre otras, puntualizó.

Rodríguez Álvarez mencionó que, mientras más fuerte es la epidemia, a los antígenos les cuesta más trabajo lograr su objetivo, pues hoy en día se ven más brotes intradomiciliarios, donde la Covid-19 está encontrando a los no vacunados, los inmunosuprimidos y los adolescentes.

Se debe ser paciente mientras avanza la vacunación para llegar a los grupos de edad más jóvenes. Fotos: Víctor Hugo Sánchez y Juan Antonio López.

Sí funcionan

López Charretón resaltó que quienes han sido vacunados no deben pensar que ahora son inmunes al virus y sus variantes, porque ya se ha probado que los inoculados también se pueden infectar y aunque todas las vacunas funcionan para prevenir la infección severa y grave, esto no los exime de contagiar a otros.

“Éstas sí funcionan, lo que estamos viendo actualmente es que el rango de edad de las personas que se están enfermando indica que son menores de 50 y de 40, a diferencia de las olas pasadas. Ahora está muy claro que la mayoría, ya vacunada, se encuentra protegida”, asentó la ganadora del Premio Universidad Nacional en el área de Investigación en Ciencias Naturales 2013.

Consideró importante volver a disciplinarnos y tener conciencia social para recordarle a todos que con los cubrebocas hay dos beneficios: no únicamente nos protege de infectarnos, sino que evita que se infecte a otros. “Hay que tenerlo bien ajustado, que no entre aire por todos lados, no es cómodo usarlo, pero es lo que hay que hacer”.

Pronto se iniciará un nuevo ciclo escolar en la Universidad en línea y con actividades limitadas en aquellos casos en que sea necesario, por lo que los expertos sugirieron ser pacientes mientras avanza la vacunación para llegar a los grupos de edad más jóvenes.

“Como universitarios estamos poniendo un ejemplo fantástico: esto de que la Universidad, a pesar de lo que digan las autoridades, considera que no es seguro volver hasta que no haya claridad en la disminución de infecciones, es excelente. Los universitarios debemos dar ejemplo de disciplina cuidándonos y cuidando a los demás”, subrayó López Charretón.

Para todos aquellos interesados, esta casa de estudios ha puesto a disposición, no sólo de su comunidad, sino también de la población en general herramientas y opciones para cuidar de la salud, que van desde aplicaciones móviles o sitios web con información científica, humanística, cultural, apoyo psicológico y médico.

A casi 17 meses de la pandemia, estudiantes de la UNAM que ya recibieron la vacuna contra la Covid-19 se sienten no sólo más seguros de que les ayudará a cuidar su salud, sino también de que sus familiares, amigos y compañeros tendrán menor riesgo de contraer la enfermedad.

Consultados por Gaceta UNAM, cinco jóvenes de diferentes áreas de la Universidad expresaron que es un paso más para regresar a la normalidad, entre ellas el retorno a las aulas, en cuanto el semáforo epidemiológico lo permita.

Yael Eduardo Rodríguez Rosas, de Ingeniería Petrolera en la Facultad de Ingeniería, uno de los primeros en vacunarse, dijo que ese acto es una muestra de responsabilidad social que da a la comunidad la oportunidad de dar un paso adelante para combatir la pandemia.

Yael Eduardo Rodríguez, Zaira Paola Barrera y Estefanía Esparza.

Si bien el alumno de 23 años consideró urgente regresar a clases, opinó que “antes que nada está la salud, no sólo mía o de mi familia, sino de la sociedad, porque al final de cuentas viajamos en transporte público o llegamos a la Universidad de diferentes maneras”.

Zaira Paola Barrera Ugalde, de Literatura Dramática y Teatro, en la Facultad de Filosofía y Letras, externó que en lo que va de la pandemia muchos han tomado medidas de salud como el uso de cubrebocas, el gel sanitizante, lavado de manos, pero estar lejos de compañeros y amigos ha sido lo más difícil.

A sus 23 años, reiteró que es importante que luego de la vacuna se mantengan los cuidados a la salud: “Es una responsabilidad para la sociedad, no es una decisión sólo para ti, es una decisión que beneficia o perjudica a todos”.

El próximo 9 de agosto comenzará el nuevo ciclo escolar y Estefanía Esparza Reyes, de la licenciatura en Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, reflexionó que para regresar a la normalidad se necesita que el mayor número de personas se vacunen, pues los antígenos ya están disponibles y sólo hay que acudir.

“Somos demasiados y la vacuna no te garantiza que no puedas contagiar o contagiarte, pero disminuye el riesgo”, afirmó la joven, también de 23 años de edad.

Con ellos coincidió Daniela León Coca, de la carrera de Diseño Gráfico en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, quien enfatizó que es indispensable ser fuertes y cuidar tanto la salud mental como física.

Daniela León y Zabdiel Bárcenas. Fotos: Benjamín Chaires.

“Hay que trabajar en nuestra salud mental, tomar respiros a veces, hacer ejercicio porque también ayuda mucho”, comentó la egresada de Prepa 4.

“Toquen como toquen las clases tenemos que echarle ganas para prosperar y ayudar al país, porque ahorita la situación no está muy bien; sin embargo, si le echamos ganas podemos salir adelante como universitarios… Quizá, entre los que estudien hoy, ya se encuentra el próximo presidente que pueda llevar a México al cambio”, resumió sonriente. Zabdiel Bárcenas Domínguez, de reciente ingreso a la carrera de Arquitectura en la FES Acatlán.

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