Pudo observarse el 22 de febrero
Un evento excepcional, la conjunción jupiterina con la Luna
El aparente acercamiento de los dos astros, visible en todo el país, formó junto con Venus una agrupación de belleza fotogénica
Uno de los eventos astronómicos más vistosos en el cielo son las conjunciones, que ocurren cuando dos planetas de nuestro sistema solar, o la Luna y un planeta se acercan de manera aparente en el cielo. El 22 de febrero, la Luna creciente, con sólo aproximadamente el 7 % de iluminación, se observó cerca de Júpiter, produciendo un espectáculo que pudo disfrutarse en todo México.
Desde la Tierra, podemos percibir que nuestro planeta gira alrededor del Sol porque a lo largo del año nuestro astro rey le da una vuelta completa a la bóveda celeste de manera aparente, siguiendo un círculo al que llamamos eclíptica.
Los planetas del sistema solar giran alrededor del Sol aproximadamente en el mismo plano que la Tierra, por lo que desde la Tierra también se mueven aproximadamente sobre la eclíptica. Esto hace que en ocasiones los veamos como si estuvieran alineados, produciendo un espectáculo visual que podemos disfrutar en todo el planeta.
A pesar de que el máximo acercamiento aparente de la Luna y Júpiter no fue visible en México en esta ocasión, aún pudimos apreciar una cercanía considerable entre ambos cuerpos celestes. Además, Venus se encontraba relativamente cerca de ambos cuerpos celestes, por lo que se pudo apreciar una agrupación de gran belleza de los tres astros más brillantes en el cielo, que fue fotografiada por aficionados y expertos de todo el mundo.
Venus, lucero de mañana y tarde Venus es el segundo planeta más cercano al Sol, por lo que no se aleja mucho de él en el cielo. Podemos observarlo como el lucero de la mañana o de la tarde, dependiendo de qué “lado” del Sol esté visto desde la Tierra, siguiendo un ciclo que dura 584 días.
Este movimiento periódico de Venus en la bóveda celeste y los movimientos aparentes del Sol y la Luna sirvieron a las civilizaciones antiguas, incluyendo a los pueblos prehispánicos mesoamericanos, para contar el paso del tiempo y construir los calendarios, cuya estructura seguimos manteniendo hasta la actualidad.