Un poema que sea un lugar para encontrarse

El libro Postales desde el fin del mundo (2017-2022) ganó el Premio de Poesía Joven UNAM-SECTEI 2022

Foto: cortesía Aylin Ochoa.
Rodrigo Perea (Ciudad de México, 1997) es un joven de cabello ensortijado y lentes redondos que se parece a Roberto Bolaño, y con quien, extrañamente, hablamos de la poesía de Roberto Bolaño. Acepta que su vida está repleta de tecnología digital, quizá por ello también se ha contaminado su poesía, pero no con el grito de victoria del decimonónico progreso sino con la nostalgia de la resignación del siglo XXI, donde todo parece irremediable y tristemente dominado por lo tecnológico.

El resultado de sus cavilaciones poéticas es Postales desde el fin del mundo (2017-2022) y el Premio de Poesía Joven que ganó, el cual convoca cada año la UNAM, a través de la Coordinación de Difusión Cultural y la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial, junto con la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de la Ciudad de México. Creado en 2018, está dirigido al alumnado de ambas instituciones e incluye la publicación de la obra ganadora.

“Lo que a veces comento es que es como un trabajo de archivo, la sección ‘Las enfermedades de los 12 monos’ se corresponde con la época de un taller, y otras partes se relacionan con otras épocas, los temas estaban ahí. Algunos tienen que ver con la ruptura amorosa, con cierta noción de esperanza. Creo que la pandemia englobó el libro. Siempre se siente el fin del mundo que va llegando. Hay esa sensación de final (curiosamente al principio del libro)”, comenta Perea.

La sensación de dulce zozobra va de la mano con la presencia de la tecnología en los versos.

“Pienso mucho en esta melancolía que te causa a veces lo tecnológico. El iPod, que era muy novedoso, y en tres o cuatro años deja de existir, y piensas, ah, la época del iPod. Quizá pase lo mismo con las llamadas de Zoom. Una melancolía brevísima. Me hace pensar en el término de Derrida, la hauntología, la melancolía por los futuros posibles que no van a ser. Término que, por cierto, conocí primero por un meme. Entonces, ¿cómo afecta nuestra emotividad lo tecnológico, que al final lo media todo? Sólo hay que ver las llamadas, cómo hablas con amigos del otro lado del mundo, que son tan inmediatos y a la vez siguen lejos. Todo cambia tan rápido que no te da tiempo de registrar nada. Por eso vuelvo a la idea del poemario archivo. Es importante guardar cosas y rescatarlas”.

En el poemario, Perea crea metáforas que no pueden ser más actuales, a partir de imágenes como el salvapantallas, los algoritmos, el modo de interacción en WhatsApp o en las redes sociales para construir nuestra vida cotidiana, los correos electrónicos, el wifi, etcétera.

“Tengo cierto entusiasmo ingenuo por lo tecnológico, por ver cómo la novedad puede hacernos cambiar nuestras relaciones y nuestra vida. Mucho del lenguaje de lo informático puede ser bello. Al grado que hace poco pensaba, si todo está impregnado de un espíritu, incluso los materiales con los que están fabricadas las computadoras, y esos materiales, a su vez, pueden estar manchados de sangre por el contexto de extracción en el que se dieron, ahí hay un mundo entero para reflexionar.”

Belleza y originalidad

El jurado del premio, integrado por las poetas Claudia Hernández de Valle Arizpe, Elisa Díaz Castelo y el poeta Luis García Montero, calificó a Perea como un autor que consigue “crear escenas tangibles y atmósferas inéditas […] que sorprenden, una y otra vez, por su belleza y originalidad”.

Perea se declara cercano a poetas jóvenes como Mariano Blatt o Fabián Casas (de quien destacó el lenguaje coloquial o el mundo cotidiano, donde el poema está en una situación hogareña), y otros mayores, como José Watanabe. También Roberto Bolaño, cuya influencia calificó de iniciática.

“Leí Los detectives salvajes y dije, esto es lo que quiero hacer. Veía sus entrevistas y me gustaba mucho su actitud de darlo todo por la literatura. Me encantaba su entusiasmo. A pesar de que todo alrededor pueda ser decadente, él dejaba claro que la literatura valía la pena porque le daba brillo a la vida.”

Postales desde el fin del mundo (2017-2022) será presentado por su autor, Rodrigo Perea, acompañado por Patricia Arredondo y Valeria List, hoy 29 de febrero a las 19 horas en el Salón de Firmas de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

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