Urgente, contar con un sistema extraordinario de justicia

Permitiría ocuparse con mayor eficiencia y rapidez de ese problema, así como articular los trabajos de las comisiones de búsqueda estatales y federal

El fenómeno de las desapariciones en México se ha convertido en un grave problema de derechos humanos, cuyas dimensiones aún se desconocen, por lo que es necesario impulsar mecanismos de búsqueda mucho más eficientes y crear un sistema extraordinario de justicia que permita atender los problemas generados por la violencia, consideró Jacobo Dayán, especialista en justicia transicional.

La creación de un sistema integral extraordinario de justicia permitiría atender con mayor eficiencia y rapidez el problema de las personas desaparecidas, articular los trabajos de las comisiones de búsqueda estatales y federal; pero además estaría centrado en revisar específicamente los casos de tortura, desplazamientos forzados y trata de personas, como las otras problemáticas que se han agudizado con el aumento de la violencia en nuestro país, precisó el también director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco.

Asimismo, destacó que en los últimos tres sexenios, el Estado mexicano ha sido omiso ante esta grave problemática y ha simulado acciones con nulos resultados: “Se ha negado a impulsar mecanismos de búsqueda más eficientes, sólidos y con presupuestos suficientes, aunque una y otra vez presumen que se están creando mecanismos, centros de búsqueda y protocolos; pero no tienen el personal ni la voluntad política para operarlos, y ante ello, la impunidad es absoluta”.

Frente a la incapacidad del Estado y la indiferencia de la sociedad, quienes hoy realizan los máximos esfuerzos de búsqueda son los colectivos, los familiares y las madres de personas desaparecidas, “las vemos por todo el país escarbando la tierra y tratando de rescatar restos de quienes han sido ocultos en fosas clandestinas, quemados o incinerados; y ahora estamos ante un problema adicional, con un rezago de 52 mil cuerpos en espera de ser identificados”, subrayó el investigador.

Hay más de cien mil carpetas de investigación por desaparición que se han abierto a partir de lo que reporta la Comisión Nacional de Búsqueda y las fiscalías estatales, y aunque parezca absurdo, sólo se han dictado 34 sentencias, lo cual demuestra la absoluta impunidad que se presenta ante este fenómeno, enfatizó.

Registro

Del Registro de Personas Desaparecidas a cargo de la Comisión Nacional de Búsqueda, Dayán calificó como una lamentable perversión pretender reducir el problema de las desapariciones a una cuestión de números o a un conteo de personas, además de que apuntó, el registro oficial tiene serias inconsistencias y muestra información desactualizada.

“Es falso que ese registro se esté actualizando en tiempo real. Se trata de un sistema digital para enviar información a una base de datos central; sin embargo, la información se encuentra desactualizada y tarda meses en llegar, es decir, no es información en línea y no sabemos cuánta falta. Además, no cuenta con opciones para consultar entidad por entidad a pesar de que la base es alimentada por las fiscalías locales, lo cual ya representa un problema de precisión y objetividad”.

En ese sentido, indicó que la cifra que se maneja oficialmente de poco más de cien mil personas desaparecidas, podría duplicarse o triplicarse si se suma a las que ya fueron encontradas con vida o sin vida, además del rezago y subregistro que tiene las fiscalías, y entonces los datos que se tienen, en realidad no reflejan la magnitud del problema.

Ante este panorama, Jacobo Dayán propuso la creación de una comisión de la verdad estrictamente independiente, que documente, analice y presente propuestas viables para detener el fenómeno de las desapariciones, y que además articule los trabajos de un sistema de justicia que opere por fuera de las fiscalías, las cuales están totalmente cooptadas por intereses políticos, por lo que todos los asuntos que tengan que ver con desapariciones, asesinatos de alto impacto, tortura, desplazamiento forzado y trata de personas, tendrían que estar en dicho mecanismo extraordinario.

Por último, el experto en derechos humanos recordó que hay varias experiencias internacionales que han sido exitosas en la atención al problema de las personas desaparecidas y en la mayoría de los casos la creación de una comisión independiente ha sido la clave para acceder a la verdad y a la justicia, como fue el caso reciente de Colombia o la histórica experiencia de Argentina de 1983-1984 y el famoso informe Nunca más, de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas.

“Resulta fundamental la independencia de las comisiones de la verdad, no sólo para garantizar su operación, sino también para blindar los resultados que tienen que ir mas allá de cualquier lógica política; no obstante, lamentablemente en México, se ha decidido mantener el control político de la verdad y de la justicia”, finalizó.

Ilustración: Andrés Otero.
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