“Yo invito a todos los chavos a que se vacunen. No duele”

Vienen caminando por Calzada de Guadalupe, que a esta hora de la mañana ya luce llena de vendedores de cubrebocas, tacos sudados, fruta, tamales, atole, raspados, chicharrones…

Son cientos (y al final de la jornada habrán sumado miles), van acompañados por un adulto (padre o madre, tío o tía, abuelo o abuela) y se dirigen al plantel número 5, José Vasconcelos, de la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM, en la alcaldía Tlalpan, para recibir su primera dosis de la vacuna (Pfizer) contra el virus SARS-CoV-2.

A la entrada de una de las puertas de la Prepa 5, varios integrantes de las brigadas de apoyo les indican el camino que deben seguir. Casi todos estos adolescentes de entre 15 y 17 años avanzan muy quitados de la pena, aunque no falta uno que otro que demuestra cierto nerviosismo comiéndose las uñas.

Foto: Juan Antonio López.

Antes de mostrar sus documentos (acta de nacimiento, impresión del registro hecho en la página mivacuna.salud.gob.mx y una identificación), María Fernanda, alumna de tercer año en la Prepa 6, Antonio Caso, dice: “Si queremos incorporarnos a la nueva normalidad, es necesario que nos vacunemos. Yo invito a todos los chavos a que se vacunen. No duele”.

A pesar de la gran cantidad de adolescentes que acuden a la Prepa 5, el proceso de vacunación fluye sin pausas. Una vez que reciben su piquetito, los chavos son conducidos hasta una enorme carpa de plástico, donde toman asiento.

Ahí se les informa que el esquema completo consta de dos dosis, las cuales se tienen que aplicar en un periodo de tres a seis semanas, y que en los siguientes dos días, como reacción normal a la vacuna, podrían experimentar fatiga, dolor de cabeza, malestar general, trastornos digestivos, dolor muscular o de articulaciones, o fiebre.

También se les indica que no deben rascarse, sobarse ni ponerse fomentos, cremas o medicamentos locales en el sitio donde recibieron la inyección, y que lo mejor es que no ingieran bebidas alcohólicas ni fumen en los próximos dos días.

En esta área permanecen unos minutos para que el personal médico observe su estado de salud y, en caso de que sufran alguna indisposición, los atienda.

Ya de salida, con el rostro ruiseño, Moisés González Magaña, alumno del tercer semestre del Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Sur, expresa: “Es muy importante vacunarse para hacerle frente a la Covid-19 y estar en condiciones de regresar, en un futuro próximo, a las aulas e instalaciones de nuestra respectiva escuela”.

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