58 investigadores de México y la UNAM, en misiones del Hubble

La Noche de las Estrellas, el evento más grande e importante de divulgación de la ciencia en el país

El Observatorio Espacial Hubble es muy importante; sus descubrimientos han cambiado el concepto del universo que teníamos y han reescrito los libros de ciencia. En 30 años de funcionamiento, 58 investigadores de la UNAM y de otras instituciones en México han participado en 120 de sus programas tipo “observador invitado”, explicaron jóvenes científicas.

En la conferencia El Hubble desde México, a 30 Años de su Lanzamiento, en el marco de la Noche de las Estrellas 2020, que por primera vez se realizó en la modalidad virtual, María de los Ángeles Peña Guerrero, integrante del Instituto del Telescopio Espacial –centro de operaciones del Hubble– en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, mencionó que ese observatorio tiene dimensiones parecidas a las de un autobús escolar.

La egresada de la maestría y doctorado del Instituto de Astronomía (IA) señaló que, además, tiene un espejo primario de 2.4 metros y en total pesa 11 mil 110 kilogramos; se ubica en una órbita baja, es decir, a alrededor de 540 kilómetros sobre la superficie terrestre y da una vuelta alrededor de nuestro planeta en 96 minutos, ya que viaja a una velocidad de 7.6 kilómetros por segundo.

La científica resaltó que el tiempo promedio de las misiones de otros telescopios espaciales previos fue de uno a cinco años; el Hubble, que es una misión conjunta entre la NASA y la Agencia Espacial Europea, se lanzó en 1990, continúa trabajando hasta hoy y “aún no tiene fecha de caducidad”, lo que la convierte en la misión espacial más longeva en la historia de la humanidad.

En sus primeros años, entre otros problemas, tuvo una aberración óptica, una especie de “astigmatismo”, por lo que requirió “lentes” para corregir sus imágenes, lo cual generó la invención de nueva tecnología, en áreas como robótica, y que después se aplicó en otras, como medicina. “Aunque no podía ‘ver bien’, se utilizó para hacer ciencia muy relevante por parte de la comunidad astronómica”, añadió la experta.

El Hubble, que actualmente tiene cuatro instrumentos, sigue funcionando gracias a la labor ardua de muchas personas, entre ellas, destacó Peña Guerrero, el de varias mujeres como la astrónoma Nancy Roman, quien se encargó de poner los cimientos para llevar telescopios al espacio. “Las mujeres han sido indispensables para el éxito de la misión”.


Imagen revolucionaria

Rosa Isela Díaz, también egresada de la maestría y doctorado de la UNAM, y subjefa del grupo de ingeniería de misiones y análisis científicos del Instituto del Telescopio Espacial, expuso que una vez que la visión del observatorio fue arreglada, tomó una imagen que revolucionó nuestra idea de cómo es el cosmos, la llamada “imagen de campo profundo de Hubble”.

Se obtuvo mediante observaciones durante 10 días de una región muy pequeña en el espacio, oscura, donde nada se veía. Se descubrió una cantidad de galaxias enorme, alrededor de tres mil, y con sus colores también fue posible obtener sus edades y tener idea de cómo han evolucionado.

También se ha podido comprobar que el universo no sólo se está expandiendo, sino que además se está acelerando, lo cual indica que está dominado por la energía oscura. Eso también cambió los libros de ciencia, “porque antes pensábamos que está dominado por materia oscura”, puntualizó Díaz.

Igualmente, este fue el primer observatorio en identificar la composición química de un planeta extrasolar, el llamado Gliese 3470 b, y descubrió vapor de agua en otro de esos mundos, denominado K2-18b, ubicado a 110 años luz de distancia de nosotros. Asimismo, se obtuvo la primera firma observacional de un agujero negro, entre muchos otros hallazgos, recalcó.

En tanto, Aída Nava de Wofford, investigadora en la sede de Ensenada del IA, refirió que cualquier investigador del mundo puede observar con el Hubble; sólo tiene que competir por tiempo con una buena propuesta de investigación. Los programas de observación más comunes se llaman “tipo observador invitado”.

En 30 años ha habido ocho mil 429 de ellos; en 120 de ellos han estado científicos en México, quienes han utilizado tres mil 356 vueltas del instrumento a la Tierra, y han estudiado temas como galaxias, estrellas, ultravioleta y agujeros negros.

Ocho científicos han liderado 20 programas de observación, entre ellos, integrantes del IA en sus diferentes sedes, como Miriam Peña Cárdenas, quien estudió la nebulosa planetaria LMC-N66; y Alberto López García, quien analizó la formación de una nebulosa planetaria múltiple, la KjPn 8; asimismo, Gloria Koenigsberger Horowitz, del Instituto de Ciencias Físicas, quien investigó el viento del sistema doble de estrellas masivas HD5989, o William Lee Alardín, actual coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, quien examinó ondas gravitacionales, pormenorizó.

Enorme participación

En la inauguración nacional de la Noche de las Estrellas, el propio Lee Alardín enfatizó que este encuentro se ha convertido en el evento más grande e importante de divulgación de la ciencia en el país, con sede en todas las entidades federativas y con una enorme participación de personal académico, alumnos, voluntarios y patrocinadores. Su meta es resaltar la trascendencia de la investigación científica y la generación de conocimiento en todas las áreas, y darla a conocer a las nuevas generaciones.

José Franco, director general de la Noche de las Estrellas, subrayó que en su duodécima edición, este programa de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), al cual se han unido múltiples instituciones y personas, contó con la intervención de cerca de 70 sedes, desde Tijuana hasta la península de Yucatán. Se trata del evento más grande de divulgación de la ciencia en toda Latinoamérica y probablemente del mundo. “En las ocasiones anteriores se ha contado con más de dos millones de asistentes y este año se espera que incluso se siga más allá de nuestras fronteras”.

La presidenta de la AMC, Susana Lizano Soberón, expresó su deseo de que el público disfrutara las interesantes charlas y actividades sobre descubrimientos astronómicos, y “que los astrónomos podamos transmitirles nuestra pasión por el estudio de los objetos celestes. Ojalá que todo esto anime a muchos niños y niñas a dedicarse a la ciencia”, resaltó la especialista.

José de Jesús González González, director del IA, fue el encargado de hacer la declaratoria inaugural de la reunión.

Algunos de los trabajos relevantes hechos por universitarios son, del Instituto de Astronomía, Miriam Peña Cárdenas estudió la nebulosa planetaria LMC-N66 y Alberto López García analizó la formación de una nebulosa planetaria múltiple, la KjPn 8; asimismo, del Instituto de Ciencias Físicas, Gloria Koenigsberger Horowitz, investigó el viento del sistema doble de estrellas masivas HD5989.
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