Miles de personas gozaron de 200 telescopios en CU

Las Islas, sede principal de la importante cita astronómica de divulgación: hubo 42 carpas temáticas y 3 planetarios con talleres, conferencias y experimentos

Foto: Francisco Parra.

Con la Luna llena como testigo de una noche despejada y fría donde miles de personas disfrutaron la maravilla del Cosmos y múltiples conceptos de divulgación para acercarse a la ciencia, la 15 edición de La Noche de las Estrellas resultó en una fiesta de asombro al ver por el telescopio, escuchar música y atender a entusiastas científicos hablar con pasión y conocimiento de su trabajo académico.

Miles de personas recorrieron Las Islas de Ciudad Universitaria, sede principal de la cita astronómica de divulgación más importante de Iberoamérica, donde se instalaron 200 telescopios a lo largo del emblemático jardín del campus central, los cuales se compartieron con los visitantes pacientemente formados para ser asistidos en la observación de la Luna, Júpiter, Saturno y Orión.

En sus 15 años, La Noche de las Estrellas tuvo 114 sedes en todo el país, entre ellas cinco en Guerrero y una en el destruido Acapulco, puerto que a pesar de la reconstrucción tuvo espacio para la divulgación científica, afirmó José Franco López, coordinador general del evento.

Durante la inauguración, Jesús González González, director del Instituto de Astronomía (IA), subrayó que se trata de un evento nacional, donde participan la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Agencia Espacial Mexicana (AEM), la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de la Ciudad de México y la empresa Celestron/ Victorinox, entre otras organizaciones que tuvieron representantes en la ceremonia inaugural.

Destacó que fueron alrededor de 500 voluntarios los que colaboraron en las diversas actividades expuestas en las 42 carpas temáticas y tres planetarios, donde hubo talleres, conferencias y experimentos.

También en el escenario principal se llevaron a cabo actividades artísticas como música, teatro y danza que complementaron la jornada de ciencia y arte unidos en un festejo de creatividad e imaginación.

Salvador Landeros Ayala, director general de la Agencia Espacial Mexicana, dijo que el espacio es inspiración, innovación; es cuidar nuestro planeta y descubrir los misterios del Universo.

Recordó que en el próximo regreso a la Luna, la tripulante será una mujer, lo que es un estímulo para que niñas y jóvenes se decidan por seguir la carrera espacial.

En la conferencia magistral, José Franco López, investigador del Instituto de Astronomía, precisó que en 60 años han viajado al espacio 79 mujeres, la mayoría provenientes de la extinta Unión Soviética (URSS), Estados Unidos y Rusia.

En un recuento histórico, citó que la primera mujer en el espacio fue la cosmonauta soviética Valentina Tereshkova, ingeniera aeronáutica quien a sus 26 años estuvo tres días rodeando la Tierra a bordo de la nave Vostok 6, que voló al espacio en 1963. “Ni siquiera el famoso Yuri Gagarin consiguió su hazaña, pues él estuvo rodeando la Tierra un solo día”.

En tanto, la primera astronauta estadunidense en llegar al espacio lo hizo 20 años después, en 1983. Fue Sally Ride, quien a sus 32 años viajó a bordo del taxi espacial Challenger.

Aunque con los años han aumentado las nacionalidades de las mujeres que visitan el espacio, hasta ahora solamente una es de origen mexicano: la estadunidense Ellen Ochoa, cuyos abuelos eran mexicanos, viajó en el taxi espacial Discovery en 1993, señaló.

Franco López recordó que la siguiente misión a la Luna llevará a una mujer a nuestro satélite natural; mientras que el próximo telescopio de la NASA se llamará Nancy Roman en honor a la madre del Hubble.

“Este instrumento estudiará la estructura cósmica y la materia oscura y estará listo en 2027”, adelantó.

Respecto a destacadas astrónomas en México, Franco recalcó la importancia de Paris Pismis, una científica de origen turco que hizo carrera en México como la primera astrónoma profesional del país, al que llegó casada con el investigador mexicano Félix Recillas, ambos investigadores de la UNAM. Fue una destacada académica del Instituto de Astronomía de esta casa de estudios.

También evocó a la científica polaca Ruth Gall, investigadora del Instituto de Geofísica y doctora honoris causa por la UNAM, quien fue un referente en el estudio de rayos cósmicos.

De las astrónomas vivas mencionó a su maestra Silvia Torres Castilleja, actual investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM y quien fue presidenta de la Unión Astronómica Internacional.

 

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