Abel Ciprián recibe Reconocimiento al Mérito Pecuario
José Abel Ciprián Carrasco es uno de los investigadores más reconocidos a nivel nacional por su arduo trabajo y aportes a la medicina veterinaria, enfocados principalmente al sistema respiratorio del cerdo. A la par, ha formado aproximadamente a 50 generaciones de médicos veterinarios zootecnistas.
Por todo esto, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) galardonó su ejemplar labor, otorgándole el Reconocimiento al Mérito Pecuario para personal investigador de reconocida trayectoria en el subsector.
Para obtener este premio, el académico compitió con investigadores pertenecientes al propio INIFAP, así como expertos en el área a nivel nacional y extranjeros que han desarrollado sus proyectos en beneficio del país.
Abel Ciprián es originario de Ciudad de México y su interés por la medicina veterinaria se vio influido por su padre, quien fue fabricante y comercializador de un ectoparasiticida para ganado, el cual se convirtió en un producto de importante uso en el sector pecuario.
En 1965 ingresó a la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia, donde recibió una formación híbrida entre profesores de carrera y profesionales del campo. Por estas características, las principales preocupaciones de su generación estuvieron centradas en promover la salud animal, a fin de alcanzar una óptima producción de alimentos inocuos para la población.
En esta institución conoció al que denomina su padre académico, Carlos Pijoan Aguadé, quien lo invitó a estudiar el Posgrado en Microbiología en la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales Cuautitlán.
“Cuando llegué a la ENEP en 1974 no había absolutamente nada. Para llegar teníamos que caminar por una veredita de terracería desde la Ford, estaba todo planito, apenas se alcanzaban a ver las torres de alta tensión. En el plantel sólo estaban estos saloncitos, donde hoy es la Unidad de Posgrado”, relató en entrevista el docente.
Estudió la maestría en Microbiología Veterinaria y el doctorado en Microbiología, convirtiéndose en el primer egresado (en ambos casos), lo cual le valió (doblemente) la Medalla al Mérito Universitario Gabino Barreda.