Investigador del Instituto de Ecología
Obtuvo Gerardo Ceballos el Premio Fundación BBVA
“Las tasas de pérdida de especies son de cien a mil veces más altas de las que se dieron en los últimos millones de años”, asegura
Gerardo Ceballos, investigador titular del Instituto de Ecología, fue galardonado en la XVI edición del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de ecología y biología por sus investigaciones en las que logró demostrar que las tasas de la pérdida masiva de biodiversidad son hasta 1,000 veces más elevadas de lo que se había cuantificado en los últimos millones de años.
“Este premio es uno de los más importantes a nivel internacional, por lo que me impresionó recibir vía telefónica la noticia de que fui acreedor a él. Realmente me llenó de una enorme satisfacción porque representa la distinción más importante de mi carrera profesional y también es un reconocimiento a la educación pública”, expresa el investigador.
Refiere que hace varios años, aproximadamente en 1990, empezaron a surgir las ideas de si la crisis de la extinción de las especies era algo normal o estaba muy acelerada. Por lo tanto, el investigador evaluó por vez primera de una manera sólida y cuantitativa si ésta era mucho más elevada en la actualidad de lo que se conoce como la extinción normal, es decir, la que prevalece en épocas sin crisis.
“La diversidad funciona de acuerdo con dos procesos, extinción y especiación, que hacen que se pierdan especies si las tasas de extinción son mayores, o se ganen si las tasas de especiación son más altas. Entonces, debido a que actualmente las tasas de extinción están aumentando mucho, se está perdiendo diversidad, es decir, estamos entrando a la Sexta Extinción Masiva.”
Las investigaciones dieron como resultado que “en los últimos 500 años se perdieron más de 1,000 especies de vertebrados, es decir, de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces”, dice.
“Cuando evaluamos las tasas de pérdida, encontramos que las tasas de extinción actuales son de 100 a 1,000 veces más altas que las tasas de extinciones normales, que son las que han prevalecido en los últimos millones de años. Esto quiere decir que las especies que perdimos en 100 años debieron haber desaparecido en 10,000 años, esa es la gravedad de la extinción.”
Gerardo Ceballos fue galardonado junto con Rodolfo Dirzo, quien fue investigador del Instituto de Ecología y también ha realizado indagaciones sobre la extinción de especies y se ha centrado en determinar cuáles son las consecuencias de este problema.
La investigación científica sobre las tasas de extinción de vertebrados de Gerardo Ceballos fue la base y estimuló otras. “Después de mi estudio con vertebrados, varios colegas hicieron trabajos similares para evaluar cuál es la situación de las plantas o microorganismos, y todos encontraron lo mismo: que las tasas de extinción actuales son mucho más altas que las normales de los últimos años”.
“Los factores raíz son el crecimiento de la población humana, el consumo y la tecnología, en especial por el uso de petróleo y carbón, que producen gases de efecto invernadero. Estos factores han causado la pérdida y la fragmentación de selvas, bosques, arrecifes y otros ambientes naturales.”
Otro elemento importante, indica, es la sobreexplotación y el tráfico de especies. La primera porque se capturaron más individuos de los esperados. En cuanto al tráfico, porque se venden especies para consumo, mascotas o medicinas.
El tercer factor es la contaminación, las especies invasoras y las enfermedades transmitidas por los animales domésticos a la fauna silvestre.
Grave problema irreversible
Hay muchas razones para conservar la diversidad, filosóficas, culturales, éticas y morales. La más importante es que no puede ser que no haya vida en la Tierra. “Si se siguen perdiendo plantas y animales de la manera en que actualmente está sucediendo, es posible que haya un colapso muy severo de la civilización en los próximos 20 años, por ende es un problema de alarma”.
Además, “la extinción de especies va de la mano con el cambio climático. Se habla mucho de esa problemática, pero poco de la pérdida de la biodiversidad que es irreversible. Cuando una especie se extingue es imposible que se recupere”.
Debe entenderse “que la crisis de la extinción es verdaderamente grave, amenaza la existencia de la civilización, y para enfrentarla se requieren muchos recursos, coordinación internacional, proyectos de conservación, políticas públicas… Aunque tenemos poco, todavía nos queda tiempo para atacar esta grave problemática”.