Acercan jornadas a la filosofía de los siglos XVII y XVIII

En la conferencia inaugural, Ricardo Salles revisó la teoría estoica de la conflagración y sus antecedentes en los presocráticos

El Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIFs) realizó las Jornadas: hipótesis en el conocimiento y en la filosofía natural, siglos XVII-XVIII. Antecedentes y prospectiva, coordinado por Laura Benítez Grobet y Alejandra Velázquez Zaragoza, investigadoras de la entidad universitaria.

Este encuentro académico marcó la conclusión del proyecto de investigación PAPIIT IN 401620, informó Alejandra Velázquez Zaragoza.

Al inaugurar las jornadas, el director del IIFs, Juan Antonio Cruz Parcero, indicó que esta actividad es organizada por el Seminario de Historia de la Filosofía, el cual tiene una gran presencia. Se trata de un seminario de una larga trayectoria y con una energía envidiable.

Reconoció la labor de las organizadoras, “a quienes agradecemos el entusiasmo que ponen en todas las actividades que impulsan en colaboración con otros investigadores y, por supuesto, con la participación de muchos estudiantes”.

Durante las tres jornadas que tienen programadas –dos la semana pasada y una más en ésta–, se tocará un tema interesante como es la hipótesis en el conocimiento de la filosofía, “la idea de la hipótesis que nos conecta con un concepto central en la ciencia y en su historia, con temas que tienen que ver con explicación y experimentación”, indicó.

En el programa de estas jornadas se vislumbra una diversidad de temas que serán abordados por los especialistas participantes y que, desde luego, invitan a sus pares y a estudiantes “a no perderse ni una sola sesión”.

Cosmología

La conferencia inaugural estuvo a cargo de Ricardo Salles Alfonso de Almeida, académico del IIFs, con el tema: “Hipótesis cosmológicas e hipótesis metafísicas en la filosofía antigua, el caso de los antecedentes presocráticos de la teoría estoica de conflagración”, en la que dijo que si bien esta teoría no aparece integralmente en ningún autor anterior a los estoicos, varias de sus tesis tienen un claro antecedente en la cosmología y la meteorología de los presocráticos.

De hecho, continuó, la teoría estoica de la conflagración es la parte de la cosmología estoica que más les debe a estos pensadores. “Cabe entonces indagar cuáles son exactamente, al interior de esta teoría, las tesis que se remontan a los presocráticos y cuáles, en cambio, son aquellas que representan una aportación original de los estoicos a la cosmología antigua”.

Para explicarlo se concentró en tres tesis fundamentales de la teoría estoica: “la región sublunar, compuesta por la Tierra y su atmósfera, que está en un proceso de desecamiento, y llegará a un punto en que se seque en su totalidad; los cuerpos celestes, compuestos de fuego que consumen las evaporaciones que emanan del agua sublunar; y en algún momento, el cosmos en su conjunto, mismo que sufrirá un cambio material y por el cual se transformará totalmente en fuego”.

La idea rectora “que deseo defender es que estas tres tesis ya se encuentran presentes en la cosmología y la meteorología presocrática, pero en su versión presocrática aún no se hallan relacionadas entre ellas del modo en que lo están en la teoría estoica”, explicó.

En estas jornadas participaron especialistas de la UNAM, así como de las universidades del Valle, Colombia; de Buenos Aires, Argentina; Pedagógica Nacional, y de la Autónoma de la Ciudad de México, entre otras.

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