Apuesta de la UNAM para trasladar la ciencia básica en aplicaciones concretas

En los últimos 15 años la especialidad ha tenido tasas anuales de crecimiento de casi 10 por ciento

Foto: Francisco Parra.

En el estado de Morelos echó raíces, pero sus frutos hoy llegan a todo el mundo. El Instituto de Biotecnología (IBt), referente en México y bastión de la investigación científica de excelencia, celebró sus primeras cuatro décadas de esfuerzo y trabajo en beneficio de la Universidad y del país.

En la ceremonia conmemorativa, el rector Enrique Graue Wiechers señaló que “celebramos que se cumplen cuatro décadas de existencia de esa entidad y la visión que en su momento tuvo un grupo de académicos que definió su rumbo, la consolidación que ha logrado y los éxitos obtenidos, así como el futuro de logros que seguramente tendrá”.

En un mensaje grabado añadió que el IBt es una apuesta que debe sostenerse como sociedad para poder ser partícipes del imparable avance tecnológico. “En los últimos 15 años la biotecnología ha tenido tasas anuales de crecimiento de casi 10 por ciento y se estima que, en el caso de medicamentos, alcance un crecimiento de 32 por ciento en 2024”.

Este aniversario, añadió, debe abrir un espacio para reflexionar en torno a los logros cosechados, pero sobre todo en los retos que se habrán de enfrentar y superar. Investigar para innovar y construir una soberanía científica y tecnológica nacionales son tareas urgentes, y por supuesto la biotecnología, así como sus múltiples y potenciales aplicaciones en salud, alimentación, medio ambiente, energía, vacunas y otros campos, son una magnífica punta de lanza para lograr un mundo sostenible y la prosperidad nacional.

Se trata, añadió Graue, de cuatro décadas de investigación y de formación de recursos humanos altamente calificados. En sus laboratorios y espacios educativos se han graduado más de dos mil estudiantes y se han publicado alrededor de tres mil 500 artículos científicos internacionales, así como transferido 34 desarrollos tecnológicos y se han sometido a consideración más de 250 patentes, de las cuales casi 50 por ciento han sido concedidas.

El IBt, concluyó el rector, es una muestra patente del compromiso de la Universidad con la nación en la búsqueda de trasladar la ciencia básica en aplicaciones concretas que beneficien a la sociedad. Durante la pandemia, por ejemplo, se desarrollaron iniciativas para crear vacunas o inmunoterapias, “y lo seguiremos haciendo hasta conseguir una infraestructura de alto nivel para atender las necesidades que se nos presenten y donde podamos colaborar con la salud, el bienestar y el progreso de la sociedad.

En representación del rector, el coordinador de la Investigación Científica, William Lee Alardín, refirió que Biotecnología comenzó en el contexto de la descentralización de la Universidad Nacional, principalmente a través del sector de la investigación y que se fue replicando en diferentes entidades federativas.

Esta entidad ha sido ancla del campus Morelos de la UNAM, y siempre se ha dedicado a la investigación y la docencia, involucrándose en programas innovadores de licenciatura y posgrado, así como en la difusión del conocimiento.

Su misión siempre ha sido desarrollar desde la ciencia básica hasta las aplicaciones y la transferencia tecnológica, “y es fundamental tener dicho espectro en una entidad como ésta para tener un impacto a largo plazo y aportar soluciones que contribuyan al bienestar de la población”.

La directora del IBt, Laura Alicia Palomares Aguilera, recordó que el 20 de abril de 1982 se publicó en Gaceta UNAM el acuerdo del rector con el que se fundó el entonces Centro de Investigación sobre Ingeniería Genética y Biotecnología. “El estado de Morelos nos vio nacer y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos ha sido nuestra casa”.

En presencia de investigadores eméritos, exdirectores, académicos y estudiantes, añadió que la comunidad del Instituto es extraordinaria, y trabaja día con día para mantener la excelencia en la investigación básica, indispensable para después llevarla a cuestiones aplicadas y desarrollos tecnológicos.

El investigador emérito, fundador y exdirector del IBt, Francisco Bolívar Zapata, destacó el importante papel que tuvo para la creación de esta instancia universitaria el rector Guillermo Soberón. Asimismo, recordó que el Centro se convirtió en Instituto en septiembre de 1991, luego de la aprobación del Consejo Universitario, debido a sus importantes contribuciones.

Esta comunidad está comprometida con el estudio a nivel molecular y celular, con el apoyo de otras disciplinas y de manera multidisciplinaria, de los organismos vivos, los sistemas biológicos, de la biodiversidad y sus componentes y productos para avanzar en el conocimiento científico, y entender y atender diferentes problemas de manera responsable y sustentable en distintos sectores, como el de la salud.

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