Barbarie, la naturaleza humana tan salvaje como es

Teatro UNAM y Manadateatro presentan la puesta en escena en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz

Foto: Barry Domínguez.
En un desierto gélido de condiciones extremas, como son las placas de hielo del océano Glacial Ártico, sólo las bestias prevalecen.

Siete personas –tres mujeres y cuatro hombres– han quedado atrapadas en esas aguas marinas congeladas tras averiarse su embarcación. Perdidos e incomunicados en un lugar vacío, silencioso y frío, extremadamente frío, su naturaleza animal aflorará en la puesta en escena Barbarie, estrenada en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario.

Teatro UNAM y Manadateatro presentan el montaje de esta pieza del reconocido dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco, dirigida por el creador escénico mexicano Luis Eduardo Yee, la cual parte del cuadro El mar de hielo, del paisajista alemán nacido en el siglo XVIII, Caspar David Friedrich, en el que se ven los restos de un barco atrapado por afilados bloques de hielo en el Polo Norte. La pintura abre la obra, exhibida ante los siete personajes, como advertencia de su trágico destino.

Tras el accidente náutico, el dilema inicial para los tripulantes está entre esperar el rescate, que no es seguro que vaya en camino, o abandonar la nave y comenzar a caminar hacia el sur a pesar de los riesgos que eso implica. Ambas opciones los enfrenta a la posibilidad de dejar de vivir en cualquier momento. Es imposible lograr el consenso ante ello: “Sólo queda esperar… ¿Esperar a qué?”.

En la escenografía todo está roto: embarcación y paisaje. Del mismo modo empiezan a fracturarse las relaciones y la sensatez de los personajes. Las condiciones adversas, la amenaza de ser devorados por los animales, el hambre y el frío –todo el tiempo el frío– despiertan el egoísmo, el feroz instinto de supervivencia, la irracionalidad, la depredación, la bestialidad.

“El prólogo de la obra, que escribe Sergio Blanco, tiene una frase que se me ha quedado muy grabada. Dice: ‘el único modelo de humanidad que tenemos es la barbarie’. Parecieran términos opuestos, pero en realidad sí es el único ejemplo que conocemos, está en nuestra naturaleza”, comentó en entrevista Luis Eduardo Yee sobre la obra, cuyo montaje les llevó tres meses entre planeación y ensayos.

La pieza se sostiene en los diálogos de los protagonistas, cortos y cautelosos debido a la situación, pero llenos de significado. “El rigor formal del texto me sedujo desde el principio: el diálogo reticente, la información muy dosificada”, explica el director, a quien atrajo también –junto a Fernanda García y Sergio López Vigueras, los otros dos creadores del concepto escénico– el reto que implicaba montar una obra de 99 escenas de menos de una hoja cada una.

“Sí fue un esfuerzo para meternos en problemas, para ver si podíamos resolver una obra tan difícil, tan compleja en su estructura. Tuvimos que definir primero el mundo en el que iba a suceder; es decir, el espacio, y ya de ahí partimos para darle un dinamismo al trazo escénico”, comentó.

La apuesta de Manadateatro, afirma el director, ha sido siempre abordar temas difíciles que incomoden al espectador y en los que se ponga sobre la mesa la naturaleza humana. “Buscamos darle volumen a los personajes, que no se queden en víctimas y victimarios, sino complejizar su personalidad, que sea difícil tomar una postura frente a ellos”.

“Lo chido también era jugar el gran ejercicio de la imaginación. No conocemos los fríos extremos, no conocemos el hambre extrema tampoco el desamparo extremo. Entonces, imaginar todo eso fue muy gozoso para extrapolar la situación y hablar, pues sí, de la humanidad”, expresó.

Aunque desde el inicio de la obra el desenlace trágico es inminente, Yee considera que no se trata de una propuesta pesimista: “Mi intención como director siempre ha sido que esa noción no exista; es decir, que el elenco tenga conciencia e intención de contar una historia humana y casi esperanzadora en términos de que lo humano es más allá de lo ideal. Ser humanos no nos hace buenos per se ni nos convierte en malos, estamos tratando de sobrevivir y eso complejiza todo. La intención es esa: no juzgar, no imprimir un juicio desde el inicio”.

Sofía Sylwin, Francia Castañeda, Paula Watson, Emiliano Ulloa, Hamlet Ramírez, Ricardo Rodríguez y Pablo Marín protagonizan Barbarie, más una participación muy breve de Constanza Ballesteros y Luis Ra Acosta.

Las funciones son jueves y viernes a las 20 horas, sábados 19 horas y domingos 18 horas, en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz hasta el 27 de agosto, y tras una pausa se retomará la temporada del 14 de septiembre al 14 de octubre.

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