“Cambiamos historias de vida”

Los alumnos de la Universidad que realizan estancias en el extranjero suelen ser calificados como bien preparados y muy competitivos


Los alumnos que forman parte del programa de Movilidad Estudiantil Internacional de Licenciatura son muy capaces. “Una constante que escuchamos siempre a su regreso, de los profesores extranjeros con quienes estuvieron, es que están bien preparados y son muy competitivos”, afirma Francisco José Trigo Tavera, titular de la Coordinación de Relaciones y Asuntos Internacionales (CRAI).

Por eso se les enfatiza, agrega en entrevista, que pongan en alto el nombre de la UNAM. “Son ustedes nuestros embajadores. Ahora con internet la información está muy accesible, puedes tomar clases en línea. Pero la riqueza que te da viajar al extranjero es vivir otra cultura, estar sentado en un salón de clases comparando y contrastando tu formación con la de otros jóvenes”.

Tienen la oportunidad de levantar la mano, indica, “contestar y demostrar la sólida formación que tienen. Eso te da mucha autoconfianza. Esos son de los valores agregados que tiene esta visita, además de que haces vínculos internacionales y te haces, de alguna forma, ciudadano del mundo”.

Foto: Víctor Hugo Sánchez.

Sabemos que la mayoría de los jóvenes son de clase media, clase media baja, acota, “y muchos nunca han tenido la oportunidad de subirse a un avión, viajar a Europa o Asia. Y para varios de ellos es la primera oportunidad, lo cual es una gran riqueza de ver el mundo”.

Los alumnos ganan seguridad en sí mismos. “Lo hemos visto: jóvenes que salen del país por primera vez, que se sientan en un salón de clases de otra institución, compiten y se desafían. Les cambiamos su historia de vida, porque al poco rato los ves regresando motivados: ‘ya me dijeron que tengo buena madera para continuar a un posgrado, que por qué no pienso en una maestría o en un doctorado’”.

Se les cambia su esquema, “porque ya cobraron mucha autoconfianza del valor que tienen y los conocimientos adquiridos. Por eso estamos siempre tan entusiasmados con estos programas de movilidad”.

Lo hemos visto: jóvenes que salen del país por primera vez, que se sientan en un salón de clases de otra institución, compiten y se desafían”

Ciudadanos del mundo

Trigo Tavera recuerda a los estudiantes que fueron a la Universidad de Groningen, de Holanda. “Tenemos 15 alumnos haciendo doctorado en programas dobles, que van a obtener doble diploma, de aquí y de Groningen. Nos comentaban: ‘yo vine a un programa de movilidad, y ahí hice el contacto’. Muchos refieren que entonces se les despertó el apetito, el gusto por la internacionalización: ‘vi que sí podía, gané en confianza, me integré bien en la cultura de otro país y aquí estoy’. Lo cual nos da un gusto increíble, porque a esos jóvenes ya les cambiaste su historia de vida, sus expectativas, se hacen ciudadanos del mundo de alguna forma”.

A varios de ellos les grabaron cápsulas de tres minutos en las que platican sus historias. “Cuando hacemos ceremonias invitamos a estudiantes que ya regresaron para que narren su experiencias, y son muy motivantes porque los jóvenes ven que sí pudo un compañero y lo exitoso que fue en su esquema internacional”.

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