Alumnos de tres carreras ganan competencia de soluciones sostenibles en Estados Unidos

Se trata de estudiantes de las carreras de Ingeniería Civil, Arquitectura y Química.

Foto: cortesía equipo ASCE.

Este año alumnos del capítulo estudiantil de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles (ASCE, por sus siglas en inglés), integrado por un equipo multidisciplinario de las carreras de Ingeniería Civil, Arquitectura y Química, ganaron el primer lugar internacional en la Competencia de Soluciones Sostenibles en Luisiana, Estados Unidos, por su proyecto Hopeland.

“Fue la primera vez que una universidad mexicana llegó a las finales internacionales”, comentó Juan Josué Méndez Espina, quien cursa el séptimo semestre de Ingeniería Civil y es el capitán del equipo.

Hopeland es un sistema de viviendas de transición diseñado para que familias en situación de calle y en condiciones socioeconómicas bajas cuenten con un hogar temporal, y con un espacio en el que a través de talleres puedan aprender un oficio que posteriormente les permita reintegrarse a la sociedad. “Es una forma de economía circular: las personas que viven ahí van a trabajar en ese lugar y también enseñarán a los que van llegando. A su vez generan recursos que ayudarán a la comunidad”, explica Naomi Jokabeth Jiménez Bastida, estudiante de octavo semestre de Arquitectura.

El proyecto prioriza la sustentabilidad y se plantea desde una perspectiva del urbanismo feminista, en el que los diseños se centran en las necesidades de toda la población de forma integral y no segregante, permitiendo a las comunidades intervenir en las decisiones sobre sus entornos y dotándolas de espacios para el cuidado. Por lo que en Hopeland se integraron espacios para cuidar de infancias y personas mayores.

El diseño se conforma, entre otras cosas, por muros verdes que captan dióxido de carbono y reducen ruidos ambientales; una barrera vegetativa llamada riparian buffer, que ayuda a proteger un humedal artificial de contaminantes que viajan por el subsuelo; un sistema de captación de agua denominado low impact development, que aprovecha la gran calidad de los suelos para absorber agua y evapotranspirarla, de modo que ésta continúe con su ciclo normal; huertos locales de hidroponía y paneles solares.

Es una forma de economía circular: las personas que viven ahí van a trabajar en ese lugar y también enseñarán a los que van llegando”

El sitio debe proveer de por lo menos cinco elementos importantes, como es incorporar el sistema internacional de referencia envision: “Ayuda en el desarrollo de un proyecto y como una guía de calificación para determinar si es sostenible, dependiendo del número de puntos que se alcancen, y abarca diferentes consideraciones sociales, económicas, ambientales y de desarrollo futuro, entre otras”, explicó el estudiante de Ingeniería Civil.

Además, deben diseñarse exactamente 10 casas de 400 pies cuadrados. Una porción del lugar debe ser dedicada a aprender cómo desarrollar las habilidades de la comunidad. Dentro del sitio tiene que ser captada toda el agua de lluvia y de una tormenta de diseño para que sea aprovechada y tratada. También tiene que brindarse acceso al transporte colectivo y sostenible.

Las condiciones del proyecto requerían que fuera adecuado para una zona de Estados Unidos con condiciones y clima específicos; aunque el equipo dejó la línea del proyecto abierta para que pueda ser aplicada en cualquier sitio haciendo las adaptaciones necesarias: “Es distinta la orientación en la que vienen los rayos del Sol, por lo que se tendrían que orientar los paneles solares. Los humedales artificiales que ocupamos funcionan distinto dependiendo la temperatura”, expuso Juan.

Varias esferas

Proyectos como Hopeland permiten a las y los estudiantes tener un mejor entendimiento del concepto de sostenibilidad aplicado a proyectos de infraestructura, pero además les dan la oportunidad de trabajar con diferentes disciplinas y compartir conocimientos, como lo ha experimentado Jokabeth: “La sustentabilidad no se puede entender como con una sola esfera, son varias las que interactúan. Nuestras carreras no son cosas que se hacen solas, siempre vamos a tener que trabajar de esta manera, y qué mejor si empezamos desde la universidad”.

La multidisciplina “es muy valiosa e importante para desarrollar cualquier proyecto que se considere sostenible”, añadió Juan, quien también comentó que Hopeland sólo se ha desarrollado de manera virtual; sin embargo, ya ha llamado la atención de diferentes personas e institutos, en particular de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles.

También podría gustarte