Convergen en Xaltilolli los días y los años de historia de Tlatelolco

Abre sus puertas a partir de hoy; casi mil metros cuadrados con recursos digitales, escritos, táctiles, sonoros, mecánicos y lúdicos

A partir de hoy Xaltilolli. Espacio de Artes, Memorias y Resistencias, lugar de interpretación sobre el arte indígena, la historia de Tlatelolco y los movimientos de resistencia surgidos en el país, abre sus puertas a la comunidad universitaria y la sociedad en general.

Se trata de casi mil metros cuadrados del Centro Cultural Universitario (CCU) Tlatelolco, en los cuales se combinan recursos digitales, escritos, táctiles, sonoros, mecánicos y lúdicos con piezas del Fondo Universitario de Arte Indígena Antiguo.

El rector Enrique Graue Wiechers realizó el recorrido inaugural, acompañado del coordinador de Difusión Cultural de la Universidad, Jorge Volpi Escalante, quien explicó que es un centro de interpretación para conocer la historia asentada allí, desde los tiempos de los tlatelolcas originarios hasta la convivencia diversa y compleja que representa Tlatelolco en el presente, así como sus vínculos con la UNAM.

Este nuevo espacio concentra más de 15 mil piezas prehispánicas. Foto: Barry Domínguez.

Este nuevo espacio, prosiguió, concentra las piezas prehispánicas –más de 15 mil– que forman parte de las colecciones universitarias que no están reunidas con una intención museística, sino de diálogo permanente con el presente y el futuro.

En el centro, añadió Volpi Escalante, los visitantes podrán encontrar elementos del antiguo tianguis de Tlatelolco, del Colegio de Santa Cruz, de la Plaza de las Tres Culturas, que son lugares en los que en diversas épocas hubo resistencia y opresión, pero también “son lugares de interpretación de quién es el otro, qué quiere el otro y de qué manera puede haber un diálogo permanente con ese otro”.

El rector también estuvo acompañado por el director general de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, Mardonio Carballo Manuel, quien acudió en representación de la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero; así como por el director de Estudios Arqueológicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Morrison Lason Limón Boyce, en representación del director general de este instituto, Diego Prieto Hernández.

Maqueta a gran escala

En Xaltilolli destaca una maqueta a gran escala que explica el territorio de Nonoalco-Tlatelolco en cinco de sus etapas históricas, además de mapas en 3D, proyecciones holográficas y maquetas.

También hay piezas prehispánicas solicitadas en préstamo a los museos Nacional de Antropología, al Regional de Puebla, al de Antropología de Xalapa, al del Templo Mayor, a la Zona Arqueológica de Teotihuacan, a la Catedral de Tlalnepantla, a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a la Fundación ICA, así como a colecciones privadas y artistas.

Este es un espacio para la diversidad humana que propone narrativas libres y abiertas. Mientras un museo tiene como ejes el cuidado y la exhibición de una colección, un centro de interpretación como este se centra en las personas que lo visitan y da pie para que formulen preguntas y lleguen a sus propias conclusiones. Su propósito es generar vínculos emocionales e intelectuales con los contenidos presentados, señala la Coordinación de Difusión Cultural.

En su oportunidad, el director del CCU Tlatelolco, Ricardo Raphael de la Madrid, expuso que Xaltilolli significa sedimento de tierra y con él se rinde homenaje a Tlatelolco, “lugar en el montículo de tierra” que tiene diversas “capas de memoria y de identidad”.

“Es un lugar de resistencias de los pueblos originarios y estudiantiles, y de resistencia ante cualquier moda y discurso que se presenta unívoco”, subrayó.

También es un homenaje a esas oposiciones que tratan de preservar el pasado y encontrar reinterpretaciones para el futuro, y para las cuales el arte es un vehículo privilegiado, con el fin de conservar la memoria.

“Xaltilolli es muy UNAM, lo nuestro se conjuga en plural: memorias, resistencias, artes, interpretaciones y una mesa puesta para que cada quien, con libertad, pueda construir su propia conciencia y su propio ser en el mundo. Resistir implica asegurar que esa mesa estará siempre puesta”, dijo.

Su apertura es parte nodal del Programa México 500 con el cual la Universidad Nacional conmemora cinco siglos del periodo histórico conocido como la Conquista.

Esta propuesta académica y expositiva surge de un proyecto colaborativo en el que participaron cerca de 40 investigadores coordinados por María Teresa Uriarte Castañeda, Marisa Álvarez Icaza y Lucía Sánchez de Bustamante.

El centro estará abierto de miércoles a domingo de 11 a 17 horas.

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