Conversatorio con jóvenes filósofas

Las niñas también generan conocimiento, ellas deben luchar para romper con mandatos como el silencio al que han obligado a las filósofas y el síndrome de la impostora, es decir que les cuesta creer en sí mismas y en sus logros, señalaron las jóvenes filósofas Renata Ávila, Rebeca Lugo, Ximena Rojas, Paulina Ruiz y Mae Zúñiga.

Al participar en el encuentro virtual, Conversatorio con jóvenes filósofas, organizado por el Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIFs) y la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la entidad universitaria, las integrantes activas de la Red Mexicana de Mujeres Filósofas consideraron que el hecho de que no se conozcan tantas filósofas como filósofos, no es porque no hayan existido en el tiempo, sino por los procesos históricos de censura o de invisibilización a los que se ha sometido a las mujeres.

Renata Ávila señaló que estas también participan en la construcción y producción de conocimiento. A las pequeñas que en su momento estudien filosofía “las invito a nunca sentirse intelectualmente incapaces, sus voces son importantes, atrévanse a escribir, sean o no filósofas, pues la producción intelectual de las mujeres es absolutamente necesaria y alterna a la perspectiva hegemónica masculina que siempre hemos escuchado”.

En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, destacó que siempre se ha planteado esa perspectiva como si fuera neutral, y no lo es, existen otras miradas, otras formas de observar la realidad “y las mujeres podemos hacer aportaciones al conocimiento, resignificar esos otros lugares, atrévanse a escribir, pues nosotras también construimos el mundo”.

Resaltó que para hacer de la filosofía un campo más incluyente, esta disciplina debe ser autocritica consigo misma y con su sesgo de género y la censura histórica hacia el reconocimiento del saber que producen las mujeres.

Por su parte, Paulina Ruiz exhortó a las niñas y jóvenes a no alejarse de la filosofía sólo porque otras personas les cuestionan qué harán con esa carrera, a no subestimar el poder de tener conocimiento y pensar como una filósofa. Es importante reconocer a las pensadoras del pasado, aunque ellas no se hayan nombrado como tal y no se les haya reconocido.

Mae Zúñiga dijo que a manera de consejo hacia las niñas que deseen estudiar filosofía o cualquier otra carrera de ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas, que recuerden que ellas han hecho grandes contribuciones al desarrollo global, “las primeras que programaron una computadora fueron mujeres, así como cambios en el pensamiento, nosotras podemos aportar mucho, hay demasiado por hacer”.

Sin embargo, precisó, no podemos prometer tampoco que en el momento en que ellas crezcan y tengan oportunidad de ingresar a la filosofía ya no habrá discriminación o sesgo, lo que sí podemos prometer es que estamos tratando de hacer un cambio, que estamos creando espacios para que se desarrollen de una manera plena y segura desde la infancia.

En su oportunidad, Rebeca Lugo mencionó que quienes buscan estudiar filosofía deben aprender que esa disciplina no es literatura, sino una manera diferente de hacer filosofía, aunque también podrían surgir algunos prejuicios y pretensiones. “En mi caso fue difícil hacerles frente, sobre todo de esa imagen del filósofo como ser superior que debe demostrar que está en lo correcto, ello me presionó en su momento”.

A su vez, Ximena Rojas apuntó que al estudiar filosofía se percató del compañerismo que se da entre las filósofas. Es sorprendente descubrir la red que las mujeres estaban compartiendo, “es precioso encontrar el compañerismo entre pensadoras, además me sorprendió que esta disciplina no era la metafísica que nos enseñaron en la preparatoria”.

Asimismo, recomendó que las estudiantes que cursan la carrera de Filosofía expresen en el aula todo lo que desean decir y no quedarse calladas, “aunque el salón esté completamente en silencio, háganse escuchar y tengan confianza en sí mismas”.