Cuidados paliativos, área de oportunidad para psicólogos

La psicología está retrasada en la formación de expertos en cuidados paliativos. En el país hay instituciones que ofrecen cursos de alta especialidad con ese enfoque, dirigidos a médicos y enfermeras; sin embargo, “los psicólogos vamos detrás de ellos”, apuntó Nancy Rangel Domínguez.

Pese a ello, agregó la profesora del posgrado de la Facultad de Psicología (FP), en dicha instancia académica “metimos velocidad” y desde el año pasado se estableció un programa de servicio social en psicología paliativa con tres sedes: el Hospital General Doctor Manuel Gea González y los institutos nacionales de Cancerología y el de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

Al dictar la conferencia virtual El papel de la psicología en la atención al final de la vida, organizada por la FP en el contexto del Octavo Ciclo de Sesiones Clínicas y Académicas, la profesora universitaria dijo que se espera que cada vez más estudiantes se inserten en estos programas vinculados a un campo clínico directamente relacionado con la asistencia a pacientes al final de la vida.

Comentó que los cuidados paliativos están en las primeras líneas de atención médica hacia la población; “es una gran área de oportunidad en la que los profesionales de psicología debemos formarnos, porque son muchas las necesidades de la sociedad, ya que enfrentamos una serie de enfermedades que no tienen cura y sí una progresión”.

Desde la ciencia, continuó, se ha avanzado mucho para trabajar con esos padecimientos. Las personas que viven con una afección de ese tipo –como el cáncer, que se va haciendo crónica y pudiera llevar a quien la padece a la muerte– presentarán una serie de necesidades diversas.

Sistema de asistencia

Los cuidados paliativos, explicó Rangel Domínguez, centran su atención en los pacientes terminales, es decir, aquéllos cuya expectativa de vida es relativamente corta a causa de una enfermedad que no responde a los tratamientos curativos.

“Estas personas experimentarán malestares físicos como dolor, náuseas, falta de aire, entre otros, que, además de requerir atención médica especializada, ocasionarán requerimientos sociales (entre ellos la posibilidad de acceder a servicios de salud, interactuar de una manera favorecedora con la familia y la comunidad) y espirituales, que también tienen que ser atendidos”, planteó la especialista.

Añadió la necesidad de un sistema de asistencia que pudiera solucionar o atender las necesidades de una persona que se enfrenta a un padecimiento amenazante o limitante para la vida, y del cual no hay cura.

Indicó que en un equipo de cuidados paliativos no sólo participan psicólogos, sino también médicos, nutriólogos, rehabilitadores, trabajadores sociales, consejeros espirituales y voluntarios, entre otros, para dar respuesta a la amplia gama de necesidades físicas, psicológicas, sociales y espirituales de los pacientes y de sus familias.

Finalmente, señaló que para brindar los cuidados paliativos no hay edad, lo mismo se pueden ofrecer a pacientes recién nacidos como a la persona adulta más grande de edad, siempre y cuando tenga la característica de una enfermedad o condición amenazante o limitante para la vida; ellos tienen derecho a recibirlos junto con su familia, concluyó.

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