“Cumplí el sueño que tenía desde niño”

El arquero de Pumas pasa por un gran momento: cuenta con el mayor número de atajadas en el Apertura 2023

Foto: Club Universidad Nacional.
Luego del gran momento que atraviesa, al ser el portero con mayor número de atajadas en el Apertura 2023, con 55, Julio González cumplió el sueño de vestir los colores nacionales, al ser considerado por Jaime Lozano, entrenador de la selección mexicana, para disputar los partidos amistosos ante Ghana y Alemania.

Con 51 partidos como jugador de Pumas, el portero universitario habla del largo proceso que ha tenido que realizar, así como del apoyo de sus compañeros, cuerpo técnico, familia y afición para cumplir uno de sus grandes objetivos.

—¿Qué significa este llamado a la selección mexicana?

—Cumplí el sueño que tenía desde niño. Muchos años de trabajo, de esfuerzo. No tengo palabras para describirlo.

—¿Este llamado al Tri llega en el mejor momento?

—Sin duda, porque me siento en un punto de madurez, en mi mejor momento como persona, como papá, como esposo y, sobre todo, como jugador. Estoy viviendo lo que siempre soñé y espero estar muchos años en la selección.

—¿Qué puede esperar la selección mexicana de Julio González?

—Lo mismo que aquí en Pumas: entrega, trabajo, garra y, sobre todo, una persona dedicada al cien por ciento a lo que es ser un futbolista profesional.

—¿Cuáles son tus expectativas ante esta convocatoria y los juegos que van a disputar ante Ghana y Alemania?

—Es una gran ilusión compartir con grandes porteros y jugadores, quienes cuentan con una trayectoria impresionante en selección. Buscaré ganarme un lugar, disfrutar mucho esta convocatoria, conocer a mis compañeros y que ganemos en estas dos grandes pruebas que vamos a tener.

—Llegar a la selección mexicana era un objetivo que te planteaste desde hace mucho tiempo, ¿cómo fue el proceso?

—Fue largo, pero todo llega cuando tiene que llegar. Estoy viviendo todo por lo que me he esforzado. Disfruté el proceso, tanto cosas buenas como malas, siempre con una actitud positiva. Hoy en día el empeño está pagando frutos. Tengo que seguir trabajando para después cosechar.

—Pasaste por momentos buenos y malos, la afición te criticó, hace poco en el Estadio Olímpico te ovacionaron. ¿Cuál es el balance que haces de todo esto?

—No soy el mejor cuando lo hago muy bien ni el peor cuando me equivoco. Es parte de ser jugador y de ser portero. Con nuestra afición yo tengo agradecimiento desde el día uno. Desde el primer partido que jugué me respaldaron y me dieron buenas vibras. Cuando tuve malos momentos me exigieron y eso me ayudó a mejorar. Hoy en día mi objetivo es que el equipo siga creciendo, que continuemos generando ilusión en ellos. Les agradezco por el apoyo incondicional y que vamos a pelear por la octava.

—¿Crees que ha valido la pena todo lo que has vivido?

—Hasta el último momento y segundo ha valido la pena. Es el primero de muchos. Así como ahora estoy jugando en Pumas, deseo hacerlo muchos años en la selección. Quiero que sea el primero de muchos llamados y para eso me voy a dedicar a muerte en estos partidos y en estos entrenamientos con la selección.

—¿Qué significa Pumas para ti en todo este proceso?

—Si lo defino en una palabra es confianza. Creyeron en mí cuando nadie más lo hizo. Me han hecho ser mi mejor versión como jugador, como persona, como papá, como esposo. No tengo más que palabras de agradecimiento.

—¿Cómo ha sido el apoyo de tus compañeros y de este cuerpo técnico?

—Me han dicho que están muy contentos por mí, que me lo he ganado. Me piden que siga haciendo lo que hago todos los días. En broma me molestan mucho porque gané este llamado, que me costó mucho trabajo y dedicación poder lograr este objetivo. Un amigo cercano me dijo que este paso es sólo la admisión a la universidad, ahora viene cursar la carrera y es lo que espero, graduarme con doctorado, diplomado y todo.

—¿Cuál fue la reacción de tu familia?

—Primero, mi esposa y mis niños: ver a mi hijo hacerme un dibujo de la selección y que gritara “mi papá es seleccionado” lo vale todo. Principalmente con mi esposa, que ha estado en las buenas y en las malas. Justo empezó a ser mi novia hace 12 años cuando regresé del Mundial Sub-20 y hoy que vuelvo a la selección me dijo: “Mira todo lo que hemos pasado, tres hijos, muchas mudanzas, malos y buenos momentos”. Todo pasa por algo, estoy agradecido porque sin ella no estaría aquí. Mis papás están ilusionados recordando las épocas cuando me llevaban a entrenar en Acapulco, a partidos en canchas en medio de la nada. Mi mayor satisfacción y orgullo es ver a mis hijos ilusionados de que su papá está en la selección.

—¿Algún mensaje para la afición?

—Gracias porque me han hecho ser mejor persona y jugador. Estamos en deuda con ellos, como equipo llevamos un par de años que no les damos las alegrías que se merecen. Decirles que esta escuadra está para pelear cosas grandes. Como dijo Mohamed, este equipo está en construcción. De mi parte, entregaré todo como lo he hecho cada día. Puedo hacer bien o mal las cosas, pero con el trabajo me saldrán cada vez mejor. Este llamado es también gracias a ellos por el impulso que me han dado para progresar. Si todo sale bien verán al portero de Pumas jugando en el Mundial de 2026.

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