¿Debemos preocuparnos por sus efectos en nuestro planeta?

Hoy acontecerá un eclipse total de Sol en el norte del continente americano. La comunidad científica considera que México tendrá las mejores condiciones climáticas para apreciarlo.

Ciudades como Mazatlán, Torreón, Monclova y Durango se oscurecerán totalmente en pleno día. En otras urbes se podrá ver parcialmente, tal es el caso de la capital de nuestro país, que tendrá poco más de 70 % de oscuridad. Su máximo será a las 12:14 horas.

“Durante el evento, la radiación del Sol no cambia, no se presentarán formas raras o peligrosas de ésta porque nuestra estrella sigue comportándose igual. Lo único que tenemos es un objeto que nos está bloqueando la luz”, aseguró José Alberto Flandes Mendoza, investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM en la conferencia de prensa Gran Eclipse Mexicano 2024.

Lo que sí cambia, dice, es la cantidad de radiación y luz que llega en la zona del eclipse total, ahí es donde se tendría la baja más grande de energía. Estos serían los efectos:

  • Al no recibir tanta energía empiezan a enfriarse la Tierra y la atmósfera, las caídas de la temperatura pueden ser de entre 3 y 5 grados centígrados en la zona de totalidad. Dependiendo de las condiciones climáticas, podrían ser más.
  • Debido a que no está recibiendo tanta energía la Tierra, o al menos esa parte de la atmósfera, los vientos cambian, se ralentizan porque se presentan menos turbulencias y mezcla en el aire cuando no hay calentamiento solar.
  • El nivel de radiación puede bajar más del 50 %. Eso quiere decir que quienes tengan celdas solares, durante el tiempo que dure el eclipse, captarían la mitad de radiación que recibirían sin él. Esto puede variar si tenemos mucha nubosidad, porque podrían recibir todavía menos.

Por otro lado, los seres que se rigen con la luz del Sol o la oscuridad de la noche pueden desorientarse. Animales como las aves (pájaros, gallos) o los de compañía verán o sentirán que la luz del Sol no está presente y se prepararán para dormir; luego, en pocos minutos vuelve a aparecer la luz y deben despertar de nuevo; su ciclo circadiano se ve afectado y se confunden”, explica Primoz Kajdic, también investigador del IGf en entrevista con Ciencia UNAM.

¿Qué estudia la comunidad científica?

Pueden analizar si las comunicaciones a grandes distancias sufren variaciones día/ noche o si los ciclos solares alteran el comportamiento de la ionósfera.

Alejandro Lara, también investigador del IGf, adelantó que realizarán experimentos de los cambios de la ionósfera y las ondas de muy baja frecuencia (VLF).

“Queremos estudiar qué pasa sin la frecuencia de la ionósfera. En todo el mundo hay transmisores que antes se utilizaban para ayudar a posicionar barcos, algunos todavía siguen emitiendo estas ondas que van rebotando en un receptor para poder medir los cambios en la ionósfera. La idea es hacerlo durante el eclipse”

Pretenden estar en tres locaciones (Ciudad de México, Torreón y Zacatecas) con tres antenas idénticas en las que irán registrando el cubrimiento de la Luna al Sol y así ir “limpiando” la señal del aporte que da nuestra estrella; las diferencias entre las regiones brillantes y en las que no, con la finalidad de detectar cambios internos.

Otros investigadores aprovecharán para observar la actividad del Sol y su corona, las temperaturas que alcanza y el material que se extiende por todo el espacio interplanetario, conocido como viento solar.

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