Defensoría, herramienta para combatir violencia de género

Sólo cinco por ciento de las personas implicadas en estos actos no son varones, informó Guadalupe Barrena Nájera, titular de dicha instancia

Foto: Benjamín Chaires.

Uno de los puntos donde la Universidad Nacional ha invertido una gran ingeniería institucional en los últimos años ha sido en mejorar sus esquemas de tratamiento de los asuntos en cuestiones de género. En la más reciente de estas modificaciones, las denuncias de agresiones en dicho ámbito tienen una puerta de entrada en la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género (DDUIAVG).

Así lo expuso Guadalupe Barrena Nájera, titular de dicha instancia universitaria, quien enfatizó: “En esta elección que hace la Universidad de hacer una sola ventanilla para la atención de personas que se encuentran en situación de violencia por razones de género, el valor más importante que aporta la Defensoría es estructural y tiene que ver con la independencia que tiene esta oficina respecto a todas las autoridades universitarias”.

Al dictar la plática ¿Qué hacer ante un caso de violencia de género en la UNAM?, convocada por distintas entidades universitarias en el auditorio del piso 3 de la Torre de Rectoría, Guadalupe Barrena explicó que “esta independencia estructural viene con una responsabilidad muy fuerte de que la Defensoría resuelva de manera autónoma cómo trabajar cada uno de los casos que recibe de personas que se acercan y han vivido algún evento de violencia”.

Este valor “tan importante tiene muchos beneficios: quizá el más destacado en un primer momento es que genera confianza en las personas de que los casos que mostraron van a recibir el cauce que debe seguir, porque parte de las funciones de la Defensoría es comprobar que las autoridades universitarias trabajen en las vertientes que señala la legislación”.

Hábitos compartidos

La también extitular de la Clínica Jurídica del Programa Universitario de Derechos Humanos de esta Universidad explicó que hay hábitos compartidos por generaciones, los cuales evolucionaron en creencias que tuvieron la finalidad de reprimir algunas libertades.

En esa cultura que busca afianzarse y reproducirse en la sociedad, los estereotipos representan un acto discriminatorio y de violencia. “Una de las creencias más arraigadas es aquella de que el cuerpo de la mujer está a disposición de otras personas para ser valorado, emitirle juicios o hasta invadirlo”.

Lo que también se busca es que la reproducción de los estereotipos se detenga para educar en libertad. Por ello reiteró: “Todos los actos de violencia en la Universidad están prohibidos”.

Acompañada por Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria, secretario administrativo, y Raúl Arcenio Aguilar Tamayo, secretario de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria, así como de integrantes de la comunidad, directoras, representantes y funcionarios, Barrena Nájera presentó algunos de los principios en el Estatuto de la DDUIAVG: independencia, buena fe, objetividad, imparcialidad, legalidad, debida diligencia, confidencialidad y eficiencia.

Informó que sólo 5 por ciento de las personas implicadas en violencia de género no son varones. Los casos más comunes de denuncia ante la Defensoría tienen que ver, precisó, con que “no sabemos expresarnos bien; tenemos que hablarnos y tratarnos con respeto y propagar esa forma de conducta. Puedes tener la visión que quieras sobre cierta situación, pero algunas ocasiones hay que omitir compartirla de manera pública”.

Finalmente, Álvarez Icaza Longoria consideró que lo mejor sería que la Defensoría “no tuviera trabajo”; es decir, “que pudiéramos convivir en todo momento en un ambiente de respeto y equidad”.

Contacta a la Defensoría: 55-4161-6048, con 40 líneas; segundo piso del edificio D, Zona Cultural de Ciudad Universitaria, frente a Universum; y https://www.defensoria.unam.mx

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