Prohibido portar más de 100 mililitros de pensamientos o prejuicios: invitación desde la danza

Segunda generación de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea presenta su primer proyecto

La segunda generación de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea de la UNAM (DAJU) estrenó su primer trabajo: el video y performance Deja de ser tú!!!!, “proyecto donde los bailarines desarrollan, a través de la investigación artística, una reflexión sobre cómo nos relacionamos con las diferentes terapias, un reflejo de algunas problemáticas sociales que hacen tangibles las redes invisibles en nuestras relaciones personales”.

Cinco cuadros visuales integran el espectáculo. En el primero de ellos, Acciones cíclicas. La acción como experiencia. Relación respiración-vacío, uno escucha las instrucciones que el capitán de un vuelo de avión, su segundo al mando y la jefa de azafatas les dan a unos pasajeros no visibles previo a salir de la realidad y dirigirse como destino a vivir una experiencia, sin especificar cuál, entre infinitas posibilidades. Para ello recomiendan no portar en el equipaje de mano pensamientos ni prejuicios que rebasen los 100 mililitros. En una apenas insinuada coreografía, el personal de la aerolínea, tres jóvenes uniformados, ejemplifica cómo respirar profundamente a la vez que infla globos blancos. Una última instrucción: al pasar por la zona de turbulencias, favor de contener la respiración.

En el siguiente cuadro, Psique, soma y algo más. El encuentro entre la realidad y la ficción manifestado a partir del ensayo sobre psicoterapia, aparecen en pantallas intercaladas los tres protagonistas, dos hombres y una mujer. Ellos maquillados como mascotas y ella sobre su pómulo derecho con lo que pareciera ser un ala de mariposa. Completa el maquillaje un autopastelazo por unidad. Enseguida se dirigen a los respectivos espacios que habitan para acomodar sillas y mesas a placer y en algún rincón encontrar su propio lugar. Una voz masculina en off invita al espectador a ponerse cómodo y evitar cualquier distracción. Se le sugiere preguntarse qué es lo que quiere cambiar. En tanto, ocurren tomas cerradas a pliegues de la piel, exposición en blanco y negro de dorsos desnudos, sombras de cuerpos enteros sobre un fondo rojo, duplicación virtual de hombros y cabezas, giros sobre el piso para marcar el territorio y oscuros intermitentes.

En el tercer cuadro, Trans-mutación (identidad, realidad o ficción). Narraciones de la máscara como vestigio de cambio, la voz que da la bienvenida es la inconfundible de una aplicación colaborativa de tráfico vehicular. Recomienda arraigar los pies en el piso para no caerse, sentir el peso de nuestro cuerpo y lo real que es darse cuenta que uno lleva una máscara puesta y tener presente que todos los rostros son familiares. En pantallas divididas, tres sujetos aparecen con la cara cubierta por una bolsa de papel, sobre la que van añadiendo imágenes recortadas. Debajo de las bolsas hay otras envolturas que no dejan ver el original. Más imágenes de papel sirven para diseñar un collage sobre cuerpos desnudos.

En el siguiente cuadro, Transformaciones: papel y piel. El cambio constante a través del Origami como experiencia corporal, las delicadas y pequeñas figuras que representan una flor de loto, ranas y aves son parte de una composición visual de cuerpos jóvenes que muestran su propio doblez. Las instrucciones son las siguientes: doblar despacio y con exactitud; doblar dos veces para aprender a hacerlo bien; presionar con fuerza y observar que los pliegues queden bien definidos; no doblar sobre las piernas o en el aire. También hay instrucciones para el lanzamiento de los origamis: Aunque estén bien hechos, no volarán si se lanzan mal; algunos hay que aventarlos con fuerza y otros con suavidad; también habrá los que deben sostenerse y lanzarse de maneras extrañas. El cuarto cuadro: un resumen de papiroflexia corporal.

Quinto y último cuadro: Napolitano (Cada letra cuenta) Terapia de conversión: ¿cura, corrección o violación de los derechos humanos? La analogía es simple: Elige tu helado según tus preferencias, pero la canija realidad te escupe a la cara: “En esta heladería de prestigio, a las mujeres helado de vainilla y para los hombres helado de chocolate. Esos son los sabores que les corresponden”. ¿Que se les antoja otro sabor distinto o combinado? Tache. Eso, dice el abuelo, es como una enfermedad. Las imágenes de vasos, cucharas y rostros de los consumidores de helado se fraccionan en tres pantallas. Del movimiento se apropian los objetos.

Deja de ser tú!!!! puede verse en www. facebook.com/UNAMDanza.

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