Son derivadas de la planta Physalis nicandroides
Describen moléculas con efecto tóxico sobre células de cáncer de mama
Esa enfermedad es un problema de salud pública en México y la primera causa de muerte en mujeres
Investigadores del Instituto de Química, encabezados por Daniela Araiza Olivera, han descrito que moléculas derivadas de la planta Physalis nicandroides, una especie que pertenece a la familia de las solanáceas –como el tomate, tabaco, papa y chiles–, tiene efecto tóxico sobre células de cáncer de mama.
Daniela Araiza Olivera, junto con sus colaboradores del Departamento de Biomacromoléculas, trabaja con moléculas derivadas de Physalis nicandroides, para tratar uno de los problemas de salud pública que en México constituye la primera causa de muerte en mujeres.
El grupo que lidera la universitaria busca analizar moléculas sintetizadas de plantas capaces de modificar el metabolismo y señalización de células tumorales en diferentes tipos de cáncer, en este caso Physalis nicandroides, entre cuyas propiedades destaca su contribución a disminuir el colesterol, alto contenido en vitaminas A y C, caroteno, además de funcionar como antioxidante.
Se ha visto que, además de utilizarse para la alimentación, las plantas también se emplean para la elaboración de medicamentos o como agentes para quimioterapéuticos, como es el caso de Physalis nicandroides.
Señaló que dicha planta contribuye a disminuir el colesterol, porque tiene alto contenido en fibra, además contiene vitamina A, caroteno y todo esto promueve un efecto antioxidante, que se ha visto es de utilidad en pacientes diabéticos. Además, recientemente se ha estudiado que más de 50 derivados de ésta tienen efecto citotóxico, como los withanolides y sacarosas-esteres.
Como parte del proyecto “Derivados de plantas y su posible aplicación contra el cáncer”, a partir de Physalis nicandroides los expertos observaron el efecto citotóxico de compuestos procedentes de dicha planta en líneas celulares tumorales de pulmón, mama, colon y células sanas de riñón. Obtuvieron más de 20, de los cuales encontraron que el compuesto número nueve disminuye la proliferación de células tumorales sin afectar las células sanas.
Cambios en el material genético
Explicó que el cáncer es una enfermedad que se genera a partir de cambios en el material genético y ocasiona distintos tipos, los más comunes en hombres son el de próstata, pulmón, colon, estómago e hígado, mientras que en mujeres son el de mama, cuello uterino, colon, estómago y pulmón, y en adolescentes las leucemias.
Hay factores de riesgos asociados a este mal, como sobrepeso, consumo de tabaco y alcohol, la falta de actividad física, la dieta, la exposición ocupacional, hormonas, además de la exposición a rayos ultravioleta, a diferentes contaminantes ambientales y algunos fármacos.
Asimismo, hay diferentes opciones de tratamiento para el cáncer: cirugía, radioterapia, inmunoterapia o terapia hormonal, trasplante de células madre y quimioterapia, ésta puede ser a partir de diferentes moléculas (orgánicas o inorgánicas).
En nuestro estudio, puntualizó, “decidimos analizar los agentes quimioterapéuticos derivados de plantas. De hecho, desde la década de 1950 se empezaron a obtener fármacos a partir de ellas y se han ido mejorando. No obstante, siempre se buscan nuevos agentes que sean más específicos y con menores efectos secundarios”.
Por eso indagaron, mediante cambios en la señalización y metabolismo, diferentes derivados de moléculas de plantas en células de cáncer de pulmón, colon, mama, así como en células sanas de riñón. “Encontramos que de todos estos derivados, sólo el nueve, en pequeñas concentraciones, era tóxico para este tipo específico de cáncer de mama, cuya línea celular se llama MCF-7.
“Lo interesante es que al probarlo en células sanas necesitábamos concentraciones muy altas para que fuera tóxico, lo cual es bueno porque significa que este compuesto resultó mucho más específico para cáncer de mama y, al parecer, no afectaba a las células sanas, lo que evitaría efectos secundarios en aquellas células sanas.”
A partir de esos resultados, los investigadores decidieron centrarse únicamente en hacer estudios con dicho compuesto en cáncer de mama, “porque vimos un mayor efecto tóxico; efectuamos diferentes análisis, como el de proliferación, mediante los cuales se observó que a una determinada concentración en distintos tiempos, este compuesto disminuye la multiplicación de células malignas en aquellas de cáncer de mama, sin afectar a las sanas”.
Después se hicieron comparaciones de la molécula nueve contra camptotecina, fármaco citotóxico que posee propiedades antiproliferativas sobre varios tumores malignos, incluyendo el cáncer de pulmón, colon y mama. Se observó que nuestra molécula, en concentraciones mínimas, era tóxico, pero no para células sanas de mama o de riñón sano; en cambio, dicho fármaco no sólo ataca a las células cancerígenas de mama, sino también a las sanas, dijo.
“Estamos en el proceso de estudiar cómo la molécula nueve ‘mata’ a las células de cáncer de mama y por qué en este padecimiento en específico.”
Otros resultados
También han realizado exámenes en modelado computacional y hallaron una familia de proteínas, las cinasas, que les han permitido observar que la molécula nueve se absorbe a nivel digestivo, lo cual es bueno, porque las pacientes lo ingerirían sin la necesidad de estar conectadas a ningún aparato, sostuvo.
“Estos son estudios muy básicos, falta mucho por hacer, investigar y describir; estamos en el inicio, en el análisis de cultivos celulares. Es necesario recorrer un largo camino, estar seguros de la efectividad para después pasar a animales. Pero es relevante que a partir de toda esta gama de derivados podamos encontrar una molécula que sería esencial seguir examinando para que en un futuro se convierta en un recurso terapéutico para las pacientes con cáncer de mama”, resumió.