Descubren nueva especie de sanguijuela marina

Un joven estudiante de biología de la Universidad del Mar, campus Puerto Ángel, Oaxaca, encontró en una mantarraya eléctrica algunos ejemplares de una sanguijuela marina, la cual pronto descubriría se trataba de una nueva especie. Fernando Ruiz Escobar, vecino de Cipolite y miembro de una familia de pescadores, las estudió en el microscopio y observó algunas características.

“Al ponerse en contacto con nosotros, nos dimos cuenta que era una nueva especie del género Branchellion, término que hace referencia a que la especie tiene branquias, estructuras laterales en la sanguijuela, en general membranosas, que permiten el intercambio de gases para la respiración. Este género incluye especies con 30, 31 o 33 pares de branquias laterales”, explicó Alejandro Oceguera Figueroa, del Instituto de Biología, de la UNAM. “También hicimos la primera micrografía electrónica de las ventosas secundarias de la superficie abdominal de la sanguijuela“.

En un artículo publicado en la revista especializada Systematic Parasitology, los investigadores describieron esta nueva especie a partir de los ejemplares encontrados como parásitos en la mantarraya eléctrica gigante Narcine entemedor frente a las costas de Oaxaca; observaron que tiene 30 pares de branquias laterales y diez pares de vesículas pulsátiles.

A la nueva especie la nombraron Branchellion spindolaorum porque se la dedicaron a los Spíndola, familia de pescadores de Puerto Ángel que capturaron a la mantarraya eléctrica.

Desde hace varia generaciones la familia Spíndola se dedica a la pesca, y son verdaderos expertos de la biología de todos los peces: conocen todas las artes de pesca, saben cuándo y en qué momento pueden pescar; y ahora abuelo, padres, hijos y nietos son verdaderos expertos de la biología de todos los peces.

“Como reconocimiento al saber de esta familia, Fernando quiso homenajearla llamando spindolaorum a la nueva especie. La terminación -orum es el plural de Spíndola.

“Esta especie es muy interesante porque difiere de todas las que se conocen del género Branchellion por el número de branquias, y nos permitió estudiar las relaciones filogenéticas, lo que conocemos como árboles filogenéticos”, dijo el investigador.

Esto es muy importante porque necesitamos conocer qué tenemos; si no lo sabemos no podemos planear nada, no podemos predecir nada. “Los escenarios del cambio climático se basan en el conocimiento actual de las especies; si no conocemos qué tenemos es muy difícil si no imposible predecir qué va a pasar”, dijo el académico universitario.

“Cada una de estas cosas es una pequeña pieza de un rompecabezas que vamos ensamblando para conocer hasta donde podamos. En el mundo hay tantos millones de especies que es imposible conocer todas, por eso es muy importante que trabajemos en el mejor entendimiento de la diversidad”, finalizó Alejandro Oceguera Figueroa.